La
utilización y cuidado de nuestros recursos naturales debe ser una prioridad
estratégica para la Argentina y sus Provincias, reflejada en fuertes Políticas de Estado que integren
ambos conceptos.
Uno de
esos recursos estratégicos es el de la minería, emblemático en estos tiempos
por el accidente en la Mina San José en Chile, y demás emprendimientos mineros
en toda la región.
Pensar
que no debemos explotar nuestros recursos mineros es un error, y muestra la
falta de una visión responsable al respecto (Pino Solanas). El desarrollo de la
industria minera genera efectos positivos muy importantes, pensados en términos
de inversión, desarrollo económico, empleo directo, empleo indirecto,
exportaciones, etc. Estos beneficios son compartidos por las poblaciones donde
están las canteras, donde todo gira alrededor de la misma; por las Provincias,
ya que parte de las regalías aportan a sus presupuestos, y las minas generan un
multiplicador económico que genera empleo y desarrollo productivos; y a la Nación,
también por el aporte presupuestario de las regalías y su participación en las
exportaciones. Siempre y cuando, las riquezas generadas por dicho desarrollo sean
compartidas por la población.
Lo
anacrónico es ver, en esos pueblos, humildes, con servicios educativos y
sanitarios insuficientes, con un limitado abastecimiento de las mercaderías
necesarias para vivir dignamente, y una infraestructura escasa. Comparado con la
riqueza que se extrae del lugar, existe una brecha muy grande con las
condiciones de vida de la población. Y se puede observar la inequitativa
distribución de la misma.
Estos
pueblos mineros adquieren una fisonomía particular, especialmente aquellos que existieron gracias al descubrimiento de la Mina. En
Jujuy, la localidad de “El Aguilar” o “Mina Pirquitas”, son lugares en los que
primero se desarrolló el emprendimiento minero, y después el “pueblo”, a partir
de la instalación de los trabajadores mineros, sus familias, y las necesidades
de atención educativa, comercial, y de salud. Así, su identidad se definió
indefectiblemente por su relación con la Mina, con la tierra, con la actividad.
Pero, con el correr de los años, parecen pueblos detenidos en el tiempo, y en
la soledad. Donde la migración de las nuevas generaciones hacia los centros
urbanos, por no tener oportunidades de educación y crecimiento en su tierra,
también los convierte en pueblos “viejos”. Cuando, podrían ser comunidades con
un alto nivel de vida, tanto desde el punto de vista económico, como social y
cultural.
El
problema, a mi entender, se genera en dos aspectos: la redistribución de las
riquezas generadas por los emprendimientos mineros, y la sustentabilidad de su
explotación para no afectar al medio ambiente y la salud de la población.
La
Argentina y sus Provincias mineras, deben redefinir las reglas de juego del
sector en estos dos aspectos, si quiere transformar un recurso escaso y no
renovable, en un capital renovable que garantice la utilidad de esa riqueza
sostenida en el tiempo. Y que sea disfrutada por la gente.
Es
decir, modificar las normas que definen el sistema de regalías, haciéndolas más
exigente con las empresas en términos de los porcentajes que deben pagar al
Estado, nacional y provincial, por las explotaciones que desarrollan. Generar,
un sistema de redistribución más equitativa y responsable de la riqueza
generada por las minas, que contenga un porcentaje distribuible directamente
entre los pobladores de la zona minera, un fondo para el desarrollo de infraestructura
regional, y un aporte directo para instituciones que cuiden el medio ambiente.
De
esta forma, cada habitante de la zona minera, recibirá un ingreso
específicamente por ser parte de la comunidad propietaria directa del recurso
minero, generando un beneficio igualitario y justo, más allá de las retribuciones
recibidas por su trabajo. En la actualidad, los pobladores de las localidades
mineras no reciben un ingreso por el uso de su suelo, solo perciben el pago por
sus servicios en la mina (aquellos que trabajan directamente en ella) o los
recursos generados por su trabajo en otra actividad. Así, hay un beneficio
directo para cada habitante, que estimula la economía local y mejora las
condiciones de vida, generando un desarrollo humano sostenible en dicha
comunidad.
El
fondo para el desarrollo de infraestructura implica que parte de los recursos
generados por el emprendimiento minero sean volcados en las obras que necesita
la localidad. Escuelas modernas, centros de salud de atención primaria
completa, calles pavimentadas, viviendas y cloacas, y caminos accesibles y
seguros. De manera que las condiciones de accesibilidad al pueblo, y sus
comodidades de vida, impliquen que existe una responsabilidad social empresaria
que se preocupa por el bienestar de aquellos que impulsan diariamente su
emprendimiento económico, los trabajadores mineros y sus familias.
Otro
nivel de acción urgente, es el cuidado del medio ambiente, haciendo sustentable
la actividad. En Jujuy, no hay políticas públicas activas que generen las
mejores condiciones de extracción. La Secretaria de Medio Ambiente, no cuenta
con personal especializado ni con equipamiento suficiente para realizar los
controles que dispone la Ley Provincial de Medio Ambiente. Tampoco dispone del
presupuesto necesario para implementar dicha Ley, y llevar adelante los
estudios de diagnostico, seguimiento, y control en los emprendimientos mineros.
No existe un plan de contingencias, o algo parecido, para poder reaccionar a la
altura de los riesgos ambientales que generan los emprendimientos mineros en
actividad. Estos son solo algunos ejemplos de la debilidad del Estado, al no
tomar este tema como prioritario, para atender una política de cuidado y
preservación de nuestros recursos naturales en general, y de la minería en
particular.
Por
eso, entiendo que la solución es una línea de financiamiento directa, formada
por parte de las ganancias generadas por la actividad minera, que genere una institución
moderna y ágil, con amplias facultades de control y planificación. Que
involucre también a los ciudadanos y a las empresas, no solo al Estado, ya que
el cuidado del Medio Ambiente es una responsabilidad compartida por todos los
actores sociales.
En
conclusión, sostener posturas extremas, que nieguen las posibilidades de
desarrollo que nos brindan la utilización de nuestros recursos naturales, es
sumamente egoísta, ignorante, y reaccionaria.
Explotarlos,
sin ningún tipo de racionalidad o previsibilidad, como sucede en algunos
lugares de nuestro país, es de una irresponsabilidad total; calificable
también, como en el párrafo anterior, de egoísta, ignorante, y reaccionaria.
Por
eso creo que lo más saludable, es asumir una posición responsable sobre el
tema, que implique transformar un recurso escaso y no renovable en un capital
sostenible en el tiempo, que beneficie a los habitantes de manera directa, y
cuide el medio ambiente para la presente y futuras generaciones.
Para
eso, hace falta un gran sinceramiento sobre la realidad de la actividad minera,
y una fuerte decisión política para cambiar las reglas de juego que rigen al
sector.
Kumpas: feliz dìa de la lealtad y de la madre. los invito a conocer un blog de humor nacional y popular. Tema de hoy: EL CORAZON DE UNA MADRE NUNCA SE EQUIVOCA. Aqui un adelanto "Mientras iba a comprarle un regalito a mami por su día, me topé con un grafitti muy simpático que decía: "Las putas al poder porque con sus ...hijos nos fue como el culo". Ese ...cart ... ...elit ...o, que bien podría aplicarse a los gorilas de la política, me inspiró para responderme a mí mismo la duda existencial que siempre me carcomió: ¿por qué son tan recalcitrantes y desquiciados los opositores?, ¿sus madres habrán tenido algo que ver?A continuación podrán acceder al resultado de mi investigación:- La madre del cardenal BERGOGLIO lo introdujo en la cuestión religiosa con comentarios tales como: "Rezá para que salga esta mancha que te hicistes en el guardapolvo porque sinó te reviento".- La madre de la CARRIO fue la que le despertó la pasión por vaticinar el futuro al retarla cada vez que traía el boletín: "¡Si te vuelven a aplazar en alguna materia vas a ver lo que te espera!" ... LEER MAS Si te agrada, en el blog te podés hacer miembro.
ResponderBorrarhttp://www.kikitodulce.blogspot.com/
Coincido plenamente con lo que dice Carolina Moisés. Lamentablemente en Salta se han cerrado La Casualidad (Azufre) y Don Otto (Uranio) durante los últimos años de la Dicatadura. En la primera vivían más de 5 mil personas y hoy ese pueblo está completamente abandonado. Cada tanto, alguien pasa por lo que queda del viejo campamento y se lleva algo que le sirve (chapas, marcos de puertas y ventanas etc), Con Don Otto ocurrió algo parecido. Sus obreros dependían de la CNEA y fueron despedidos. De la mina vivían 250 familias. Hoy gracias a CFK algunos pueden gozar de la jubilación después de muchos años sin realizar aportes pues no había mucho por hacer luego del cierre, salvo criar llamas y ovejas. Así se perdió una generación de obreros capacitados. Una pena.
ResponderBorrarPárrafo aparte merecen los legisladores que opinan de la actividad minera desde el Congreso sin conocer el lugar sobre el que piensan legislar. No es lo mismo un yacimiento en el sur de país a pocos metros de altura s.n.m. que cualquiera de los situados en la Puna, los que generalmente se encuentran a más de 3 mil metros s.n.m.
El Código de Minería es claro y preciso. Todo está legislado. Lo que fallan son los controles encargados de los estudios de Impacto Ambiental que hacen la vista gorda muchas veces y los dueños de los yacimientos que evitan gastar cuidando la ecología porque atenta con la rentabilidad de la mina.
Algo similar a lo que ocurrió en Chile. Dejaron de lado la seguridad de los obreros para no "perderse" de ganar más.
Se puede hablar mucho más del tema y de lo que debería revisarse sobre todo de lo que exportamos sin valor agregado (mineral en bruto)que además goza de ciertas exenciones impositivas y luego importamos porque lo necesitamos pagando precios muy altos para nuestro mercado.
Un abrazo y como no puedo firmarlo donde corresponde lo hago como anónimo pero para que sepan que soy yo dejo mi TW Gracias
@enridesalta
Algo más. Para finalizar algunas consideraciones que hacen no sólo a la Barrick Gold sino a todas las multinacionales que operan en Argentina, gracias a la Ley Nº 24196 de Inversiones Mineras con que Menem les abrió la tranquera al despojo en 1993. Mientras nuestras provincias adheridas al Acuerdo federal Minero (Ley Nº 24228) o sea todas, no podrán percibir más del 3% de regalías en bocamina, lo que hace que en los proyectos de mega minería, una vez efectuado los descuentos de transporte, trituración, molienda, concentración, refinado, etc. Si perciben el 1,5% que agradezcan al cielo.
ResponderBorrarBarrick en el Estado de Nevada USA, paga una regalía “algo diferente” por lo que produce en Gold Strike. Veamos: paga una regalía neta de fundición de un 4%, una regalía sobre las utilidades netas de un 5% y un impuesto a los ingresos netos de un 5%, en total 14% para Nevada. ¿Se dan cuenta porqué La Vegas es más luminosa que Calingasta, Andalgalá o San Antonio de los Cobres, o las tres juntas?
Muy interesante el art. de la compañera Carolina Moises. Sabemos muy poco del tema, el Anónimo parase saber más, lástima que sea anónimo. Sería interesante que siguieras el asunto, en algún momento hay que ponerse a discutirlo en serio y sacar o dejar la actual legislación
ResponderBorrarMas alla de lo bienintencionado del articulo de Carolina, incurre en un error grave cuando dice que Pino Solanas no quiere explotar la minería. Lo que dice es que no es la minería a cielo abierto el camino.
ResponderBorrarQué se yo... valoro que Carolina tome el tema y piense alternativas.
ResponderBorrarIgual, lo que propone me suena tan transformador como la mentada"responsabilidad social empresaria". Es pedirles a las empresas que se pongan un condón y se unten con vaselina antes de darnos maza violentamente... no te digo que el condón y la vaselina no serían mejorar la situación inicial... pero tampoco como para decir: -"Ah, así si!!!"
Desde Comodoro (ciudad petrolera, y con un pasivo ambiental grosso... yen ascenso)
Es la postura que se debe adoptar, coincido. Pero también es necesario profundizar en ese sentido, la sintonía fina, porque sino queda en una voluntad aislada.
ResponderBorrarCómo gastar fortunas en cosntruir un papelón:
ResponderBorrar(y luego tener bronca de como Chile saca provecho de un suceso para posicionarse en el mundo)
http://www.elpais.com/articulo/portada/Monografico/Francfort/mit/Vargas/elpepuculbab/20101016elpbabpor_35/Tes
La ley del menemismo para la minería les ofrece demasiadas ventajas, y constituye un regalo de los minerales a cambio de un "efecto derrame" a causa del salario de mineros y ganancia de proveedores.
ResponderBorrarSegun la ley, hay estabilidad fiscal por 40 años, y eso constituye un derecho adquirido para las empresas que ya estan funcionando.
Pero no tendría que haber obstáculos para que una nueva ley ofrezca regalías más interesantes y mayor igualdad fiscal ante otros actividades, para los nuevos emprendimientos mineros. Qué estan esperando?
Liso: el 95% de la producción minera del mundo es a cielo abierto. Es mejor para el medio ambiente y mucho mas segura para sus trabajadores. Pino Solanas no tiene idea de lo que habla y evidentemente está mal asesorado (siendo bien intencionado).
ResponderBorrarCarolina: en líneas generales coincido bastante, aunque con algunos comentarios. Soy geólogo, titulado en Economía Minera en la Universidad de Chile, y con ocho años en la industria, así que algo entiendo.
Te dejo mis comentarios en mi blog:
http://peladoyque.blogspot.com/2010/10/comentarios-acerca-del-articulo-de.html
Saludos.