lunes, octubre 25, 2010

La Idea hegeliana puesta con los pies sobre la tierra.




Así como la policía aeronáutica fue la que descubrió las valijas de la CIA con Antonini Wilson, hace dos días ocurrió un hecho gravísimo, que por todos los medios se intentó ocultar y silenciar. En la aduana. Lamento tener que dar esta noticia en el día de la primavera, pero acá hay una conspiración mundial para apoderarse del acuífero guaraní. Porque las próximas guerras mundiales, serán por el agua. No tanto por invertir en recursos humanos para potabilizar el agua salada, teniendo en cuenta que la mayor masa del planeta es, justamente, agua, sino en enriquecer uranio para apoderarse del agua dulce disponible. Y ayer, en una inspección de rutina, se abrió un containers con autos de exportación. Hacia Europa. Todo parecía normal hasta que un agente abrió un baúl. Y encontró agua. Dulce. Del acuífero guaraní. Inmediatamente, la mafia de la trata de aguas, fue arrestada y desmontada. Pero se desconocen los alcances de esta red de aguatráfico, que tendría escala planetaria.
Un testigo protegido señaló varios cargamentos de petróleo con destino a España. España, como se sabe, es una potencia petrolera, gracias a la exploración fuera de sus fronteras -en Argentina, Irak, Afganistán- y hasta ahora se pensaba que los reyes de España hacían esto para traer prosperidad y desarrollo a los pueblos que por contener genes subdesarrollados necesitaban de la caridad de los países serios.
Un barco entero, que decía, en los papeles, llevar petróleo, resultó con agua del acuífero guaraní. Un saqueo. Re mal.
Vienen por el agua.
La aduana detectó que hay cargamentos que figuran como de soja sin procesar -35% de retenciones- o de aceite de soja -5% de retenciones, pero hay que tener empleados y medio en blanco- que resultaron contener, directamente, agua del acuífero guaraní. Que se traingulaba en China y terminaba en la cafetería del Consejo de Seguridad de la ONU. Todos los generales, mientras planificaban la próxima carnicería, almacenaban sus propios dispensers con agua del acuífero guaraní.
Inmediatamente, se suspendieron las exportaciones -principalmente, todo producto manufacturado que sirva para esconder agua: camiones, microondas, computadoras, tubos de acero sin costura; lo cual desató la inmensa algarabía en el seno de las fuerzas armadas, previendo que les aumentarían las partidas para planificar guerras que como nunca van a suceder, nadie tendrá, por suerte, que andar arriesgando su pellejo. Pudieon boludear en Sarajevo con cursos que dictan los yanquis, por favor, muy bien.

2 comentarios:

  1. Ya lo dijo Ricardo, a Beto Casella y citando a Ludovica Squirru (?): "Vendrán como perros en busca de agua".

    ResponderBorrar