To: lucas-carrasco@hotmail.com
Subject: Mi aporte
Date: Fri, 29 Oct 2010 20:40:42 +0000
Hola, Lucas. Me llamo Ignacio, tengo 28 años, socialista. Te mando estos dos textos, uno que escribió mi mujer, Gaby, 24 años, hermosa, y el otro que escribí yo en un álbum de facebook con fotos de ayer, de la despedida de Néstor. Un abrazo.
Gaby dijo:
Bien cabe la frase del tema de Andrés:
"Se desgarra el cielo, se deshace el sol...
Y hay un solo anhelo, que es estar con vos.
¿Qué me importa los que dicen que lo nuestro no está bien?"
Hay una necesidad enorme que no cabe en mi.
Necesidad de decir, hacer, y también pegar un par de cachetazos.
A los ignorantes. A los que siguen prefiriendo ilusionarse con una utopía a disfrutar una realidad.
Ayer en 678 alguien dijo: Un nene sin alimento jamás había visto laburar al padre y si comía, era por lo que le daban en el comedor, en la escuela. Ahora ese pibe come por lo que le trae el papá a la casa, después de laburar, o por lo que compra la mamá con la asignación universal.-
Sin contar con la gente que se pusieron en contra por, justamente, redistribuir la riqueza.
Es fácil fijarse en uno y decir 'antes, o quizás después esté mejor'. Es difícil mirar al rededor y ver cómo se está.
Es fácil hacer mención acerca de las cosas "que faltan", y es tan difícil reconocer lo que ya se hizo.
Es cómodo sentarse en un sillón a mirar la tele y decir "mirá cómo están las cosas"... Es difícil meterse en una villa, hablar con un jubilado y preguntar cómo se estaba hace 7 años atrás.
Néstor, junto a Cristina nos demostraron como hacía MUCHO nadie lo hacía que la "magia" no existe. Que 10 años de miseria, porqueria, no se limpian en 4. Ni en 8.
Es fácil tirar abajo un edificio... Es difícil levantarlo.
No se trata de enumerar logros obtenidos. A los necios los ojos no se le van a abrir.
Hoy, vi a tanta gente caminando hacia un mismo lugar con el mismo propósito.
Gente cantando, gritando, llorando, aplaudiendo y todos por lo mismo. Por ésta patria. Mi patria. La de mi familia. La de mis hijos.
La que vio a tantos caer y ahora aunque muchos no lo crean los ve levantarse.
Y se me llenan los ojos de lágrimas porque jamás sentí como siento hoy. Como siento desde hace tiempo porque tuve la suerte de cruzarme con alguien que me abrió los ojos, me enseñó y que sin duda, va a seguir conmigo en esta lucha para hacer un lugar mejor por nuestros hijos. Por sus hijos. Y por ustedes también, tercos. A vos, gordo, gracias.
"Esto recién empieza".
Y como dijo Nacho hoy: es como perder a un padre.-
Pero queda mamá. Y la vamos a cuidar y a defender con uñas y dientes. No nos importan los de la vereda de enfrente. Los que somos, bancamos la parada.
Y los que siguen y sin duda seguiran menospreciando el laburo de ésta gente, los quiero ver en unos meses, en frente a la mesita llena de papelitos. ¿a quién van a poner adentro del sobre?. ¿A un traidor? ¿A una rubia que todavía no sabe bien para a dónde patea?. ¿A algún vende patria? O... Guarda. En una de esas tienen suerte y Fort se postula. Quizás sea el As que les quede bajo la manga.
"Néstor no se murio. Néstor no se murio. Néstor vive en el pueblo la puta madre que lo pario".
Nacho dijo:
Hoy fue un día para sentir, más que para analizar o pensar. Hoy fue un día de sensaciones. De sentidos. De los cinco.
Porque ví. Ví sindicalistas. Ví militantes, de la JP, de la Cámpora, de partidos de Izquierda. Ví familias. Ví gente grande. Ví nenes. Ví graffitis, carteles, pancartas, consignas, volantes, diarios, móviles (los de TN ocultos). Ví la fila humana más grande que haya visto en mi vida. Ví funcionarios, granaderos, policías. Y la ví a ella. Por primera vez la ví en persona y odié las circunstancias. Lloré al verla. Destruída y entera. Sólo atiné a sonreírle. Te ví, Cristina, y eso me llenó de orgullo. Pero más me llenó de orgullo ver a mi mujer. Quemándose el bocho bajo el sol 5 horas, bancando, saltando, gritando, después de haber pasado una noche a medio dormir porque Zoe se despertó llorando toda la noche. Y cómo no llorar, aunque tengas 4 meses...
Te ví, Gaby, y fui feliz al verte. Quiero verte el resto de mi vida así de cerca.
También escuché. Escuché cantitos que hablaban de que se vaya el traidor vicepresidente, de quemar carne de gorila, de Néstor en el cielo, de que guarda con tocar a Cristina, qué quilombo se va a armar si la tocan. Escuché las puteadas, los gritos, los reclamos. Y también escuché el silencio. Apenas pisamos la entrada de la Rosada escuché un enorme silencio. Un gigantesco respeto. Fue impresionante. Y escuché el aplauso que resonó en la Sala de los Patriotas Latinoamericanos, y rebotó en mi mente y mi corazón.
Olí el chori. Séh, el chori, el chivo y el papel quemado. "Olor a peronista", olí. Y yo también huelo a peronista, aunque me considere socialista, y de elegir personalismos voy derecho al "cristinismo auténtico". Hoy todos olíamos a peronista.
Y saboreé, también. Y palpé. Saboreé los besos de Gaby, el agua saciadora, la garganta seca de gritar, de forzar la voz. Palpé a mis hermanos, a los que estaban ahí por lo mismo que yo.
En definitiva, sentí, todo. Procesé poco. Lloré, me angustié, me enojé, grité, salté, puteé, me abracé, besé, sonreí... Y a pesar de la tristeza, no puedo evitar sentirme bien. Por estar, por acompañar, por ser parte de la historia. De esta historia, de nuestra historia. De saber que estoy en el lugar correcto, y cada día lo confirmo. De saber que mi lucha, mi militancia (actual o futura) es para mis hijos. Pero también para los tuyos, quien quiera que seas el que está leyendo. Y no puedo dejar de sentirme agradecido a ese tipo flaco, altísimo, desgarbado, virolo, con cara de pingüino. El que no medía las formas, el que se cagaba en el protocolo, el que se tiró de cabeza en la plaza e hizo malabares con el bastón. El que patinaba las eses, el que se reía y hacía reír. El militante, el dirigente, el hombre. El Hombre. Diferente, anormal... total y completamente necesario para nuestra historia. El que se le plantó a mis enemigos de siempre. El que me despertó esta pasión. Gracias, Néstor... Padre, hermano, compañero, amigo Néstor. El Pueblo te resucita.
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