Subject: nuestra plaza
Date: Sat, 30 Oct 2010 17:42:08 -0300
To: lucas-carrasco@hotmail.com
Hola Lucas,
te escribo por que con la muerte de Nestor me sentí muy solo. Leer a otros contando sus experiencias me hace sentir parte de algo, menos solo.
Soy absolutamente inorgánico, no milito en ningún partido o agrupación, mi familia no es peronista. De hecho, hasta hace cuatro meses vivía en Alemania, eso explica un poco por qué frente a tragedias de este tipo uno no tiene referentes y a veces hasta los amigos parecen medio lejanos. Por qué estaba allá o por qué volví no viene al caso, pero volvimos con mi mujer embarazada de 7 meses y llenos de esperanza.
La última vez que me comprometí políticamente mas allá de discusiones de café fue para oponerme a la ley federal de educación de Menem. Estaba en el secundario y recuerdo como es sentirse parte de algo que puede torcer un rumbo político: cortar calles, pintar carteles, discutir en los colegios y afuera, en fin, comprometerse. También recuerdo como la ley salió como si nada; las bajadas del FMI y el BM pesaban mas que la gente en la calle. Me desencanté, me desmoralicé.
La plaza de Mayo la hice mía cada 24 de Marzo que estuve acá, de nuevo de forma inorgánica, a veces con mis viejos, a veces con amigos. De hecho, creí que la primera Plaza de Mayo de mi hija iba a ser el próximo 24 de marzo. Tuvo que ser antes. Cuando mi vieja me llamó para decirme que había muerto Néstor sentí que no podía estar en otro lugar. Primero que tenía que expresar mi apoyo a la presidenta. Pero además, que esta plaza si no la llenábamos todos los inorgánicos que apoyamos este modelo sin expresarlo mas que en nuestro ámbito privado, iba a ser tapa de Clarín mañana.
Es muy fuerte como uno construye la realidad sobre lo nacional estando afuera. Me cansé de pelearme con compatriotas que creen que el país está sistemáticamente peor aunque a sus familias (y a los conocidos de sus familias, y a los empleados de sus familias) les va objetivamente mejor. Es luchar contra las construcciones de Clarín sin un 678 para equilibrar. Por eso me dio pavor dejar ese espacio vacío, dejar libre nuestro lugar en la plaza. Llorando nos fuimos con mi mujer y me hija a la plaza. Y era un día peronista.
Y volví a la plaza, pero esta vez no "en contra de" sino a "para apoyar a". Y estaba con mi hija que no cumplió dos meses. Y veo que estaba lleno de familias con chiquitos como Nati o un poquito mas grandes. Lleno de padres explicando a nenes y nenas por qué estábamos todos ahí. Todos alternando entre el llanto y la alegría. En un momento se me acerca un señor mayor y me pregunta en sorna en qué camión vine y dónde reparten los choris. Le digo que vine por la mía y nos quedamos charlando un ratito y así nos distendemos, hacemos chistes bobos y comentamos boludeces. Ahí caigo que nos estamos comportando como en el velorio de un familiar común. Y es que así lo sentimos sin duda.
A Nestor le debo haber recuperado la esperanza en la política como herramienta de cambio social. Falta mucho por hacer, pero lo que se hizo nos devolvió la esperanza. Creer que el futuro es nuestro ya hace mejor al presente y eso quiero para mi hija.
Un Abrazo a todos los que sienten esta muerte como yo, pero sobre todo a los que no encontraron todavía un ámbito donde compartir el sentimiento de angustia y dolor para transformarlo en una energía renovadora.
Gracias Nestor por devolvernos la Política.
Sebastian Mirochnic
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