miércoles, noviembre 03, 2010

La ola ola está de fiesta




 Supongamos que el sábado por la noche lo paran, a ud, y le preguntan:

-Qué imagen tiene de su esposa?

-Muy buena.
-Buena.
-Regular.
-Mala.
-Muy mala.
-Ns/Nc

Probablemente responda -por imposición social, más que nada- que Muy buena. Quizás, hasta tenga una imagen Muy buena de su esposa. Ahora bien,  difícilmente, día tras días, todos los días, tenga la misma Muy buena imagen. Es, humanamente, imposible. Incluso, supongamos que sí. Tiene usted todos los días, a todas horas, bajo cualquier circunstancia, una Muy buena imagen de su esposa. Ponele. Ahora bien, si ud tuviera que contestar, por ejemplo, a su hijo qué le atrajo de su esposa, difícilmente conteste "su Muy buena imagen". Contestará otra cosa, seguramente, impregnada de los valores que quiere transmitirle a su hijo. En cambio, su respuesta -probablemente, eh- a la misma pregunta, hecha por un amigo en un asado con cuatro vinos encima, sea muy otra. No necesariamente mala ni buena, ni regular, quizás hasta Muy buena, pero cargada, la respuesta, de distintos valores.
Ante interlocutores distintos, reaccionamos de distinto modo.
Ante circunstancias distintas reaccionamos de distinto modo.
No sólo por nuestra propia complejidad psicológica, no sólo por los condicionamientos sociales, económicos, simbólicos, etc, sino también porque tendemos a decir lo apropiado, lo que consideramos es lo correcto culturalmente.
Si en vez de la pregunta sobre qué le atrajo de su esposa, fuera qué lo siguió atrayendo luego de 7 años, la respuesta no puede ser "su Muy buena imagen" no sólo porque como respuesta es bastante, convengamos, pelotuda, sino porque un mínimo ejercicio de sinceridad implica reconocer que el amor continúa, pero trastoca sus motivos. O los motivos que creemos que tenemos.
Si esta hipotética encuesta se hiciera, y luego saliera publicada en alguna de las revistas bizarras de Fontevecchia (de nada por la idea) podría arrojar los siguientes resultados:

Un 43,2% de los maridos tienen una Muy buena imagen de su esposa.
Un 43,2% de los maridos tienen una Buena imagen de su esposa.
El resto Ns/Nc.

Pero, ciertamente, las cosas son siempre más complejas. No porque una encuesta no pueda poner el foco sobre una realidad acortada, sino porque solamente como elemento de análisis -sin considerar factores más complejos y fluidos- es una foto sin para texto, un poema en arameo, un cálculo matemático. Las matemáticas, sabemos, no reflejan la realidad, sino que eventualmente miden representaciones de lo que suponemos la realidad; las ordenan a esas representaciones. Por eso, las matemáticas pueden ser ciencias perfectas. Se verifican en sí mismas.
Los análisis políticos tienen más probabilidades hoy, que antes de que existan las encuestas, la matemática y el matrimonio civil, de interpretar de modo correcto los instrumentos para un determinado fin, pero jamás de los jamases pueden agotar un análisis. Jamás.
Artemio ha insistido en esto bastante (con otros matices epistemológicos) y quizás convenga, ahora que la ola sube entre tanta paradójica tristeza, tomar con precaución los datos demasiado optimistas sobre una realidad donde la mayoría de los posicionamientos de cara al futuro, quedaron en orsai. Y el árbitro no lo cobró. Dio una ley de ventaja al revés y el partido sigue.
El vacío de un lado se superpone con la ola que está de fiesta, la alegría ultraminoritaria, en el otro extremo, está tristecita porque la ola se les sube y sobrepasa.
Pero mañana todo puede variar para cualquier lado. En todo caso, conviene pensar más en las variables duras que perduran (y en algunos casos se potencian) que en efectos inmediatistas que, de no mediar otros elementos y una construcción más sólida, pasarán porque, sabemos, todo pasa.
La organización vence al tiempo, y los amores súbitos, como aprendí tras recuperarme del duro golpe de saber a mis 8 años que jamás Myriam me iba a dar bola, los amores súbitos duran lo que dura un rayo en el cielo sereno.


4 comentarios:

  1. Casualmente, hoy me preguntaban que me atrajo de mi esposa y contesté que en realidad todo fue una brutal operación mediática...

    El kirchnerismo como tal fue durante todos estos años una fuerza bastante pequeña, no digo minoritaria, pero sí pequeña. La mayor parte de la fuerza sobre la que se asienta el gobierno (gobernadores, intendentes, sindicalistas, empresarios) no es kirchnerista, se mantiene dentro por alguna razón y quién sabe por cuánto tiempo. Yo no me lo imagino al gobernador de mi provincia, ante la muerte de NK, haciendo otra cosa que pensar qué le convenía a él, por ejemplo.

    Hasta donde puedo ver, el kirchnerismo en estos 7 años no pudo organizar nada realmente importante. Salvo algunos movimientos sociales y alguna fuerza sindical, pero creo que es bastante flojo en relación a lo que pueda sospechar alguien que, por ejemplo y desde afuera, vea las despedidas a NK.

    El problema, entiendo, no fue organizativo, más allá de que es evidente que están llenos de inútiles, como los de La Campora. El problema fue político. Y de ahí vienen los problemas organizativos. Por ejemplo, leo en este mismo momento en la página de una organización supuestamente de unidad popular, donde hablan del sostenimiento financiero (ya es algo bastante raro escucharlos hablar de eso) y ponen como principal herramienta para ese sostenimiento los subsidios de las municipalidades. Así no van a construir nada que sea popular.

    Y lo último que digo, en mi vida porque estoy a punto de pegarme un balazo, es que si logran construir algo importante que sea popular en serio, como sospecho pretende hacer más de un kirchnerista, lo más probable es que eso entre en contradicción con el gobierno y con lo que ya está organizado y sostiene, de hecho al gobierno. Ojalá pase así.

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  2. Interesante reflexion, ya que el exitismo y el triunfalismo, asi como la desmedida confianza son las claves de una segura cachetada de la realidad, que siempre posee lados insondeables, oscuros, inesperados.y aún así,más allá de las amenazas, no me cabe duda de que hay una buena base para seguir trabajando, indicadores muy claros de que "la base ssssta", y como sabemos las bases hacen de condición de posibilidad al resto de la construcción, o se es foquista y esto que digo es una pavada. saludos!

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  3. Un despliegue textual para alertar al más común de los sentidos, antes que al análisis sesudo.

    Una manera talentosa de decir
    ¡OJO!

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