jueves, diciembre 09, 2010

Cómo estamos hoy, ehhhhh, con fuertes críticas al gobierno, seguro.




La extensión del kirchnerismo -entendiendo por esto, querido, el ensanchamiento de su base electoral y el cambio de clima (el viento de cola) en la opinión pública, más favorable al gobierno- va abroquelando a los intereses corporativos y su escueto electorado cautivo, principalmente, los más visibles intereses corporativos que se expresan en las empresas de comunicación.
Un paulatino pero ya a esta altura acentuado desacople con las mayorías. Mirar y contar un mundo, Geraldinho, que no existe. Operaciones de prensa que duran un suspiro, o menos. El fracaso que se tapa con una nueva ilusión de escandalito fugaz y cada vez más berreta. Qué pasa?
Nada: groso modo, hay un tercio del electorado que es amigable al kirchnerismo (y tiene un líder y un proyecto y está cohesionado detrás de una razón histórica de existencia) un tercio que es flotante (que votó con las diversas oposiciones en junio/09 y que hoy, en su mayoría a interior de ese tercio, vuelve como en el 2007, a expresarse junto el primer tercio y un tercer tercio, para completar la saga de los tres tristes tercios de tergopol, que es rabiosamente -por razones variadas pero concurrentes (en la agenda comunicacional)- anti K. A ese público le hablan las corproaciones de negocios con poderosos medios de comunicación.
¿Han, entonces, renunciado a la disputa por el tercio del medio, el que define los tantos? No, señora. Simplemente, resisten contra las cuerdas esperando un mejor escenario.
Es factible pensar que la actual situación no se prolongará en el tiempo, no por ninguna teoría macaneadora sobre el efecto luto, o pluto, sino porque la realidad va y viene y a seguro se lo llevaron preso, pero cayó en el juzgado de Carbone que lo liberó, porque seguro trabajó en Clarín, los últimos 27 años.  Y seguro, ya sabemos, entra por una puerta y sale por la otra. Culpa de los garantistas, supongo, pero no estoy seguro.  El que sabe de eso es Mendieta, que vio cuando a seguro se lo llevaban preso. Pero, volviendo al punto: hoy el tiempo está a favor de los pequeños, por la asignación universal y porque de prolongarse, en el día a día, la actual situación política, se dificulta enormente en la política formal de la derecha, la construcción de un candidato alternativo. Excepto, claro está, Pino Solanas, que mide bien, dice el Escriba, en Catamarca. Casi por encima de Francisco Manrique, que esta vez, es cierto, no se presenta a las elecciones y capaz que por eso no mide nada, como Pino Solanas en donde hay minas, minitashhh. Pero bue, es un dato. Conmovedor. Y con fuertes críticas al gobierno, por supuesto, cómo que no.

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