La política estadounidense de "guerra" contra las drogas fue, es y será un previsible fracaso. El problema es el daño que la paranoia mesiánica por el control social por parte del principal estado terrorista ha provocado en el resto del mundo. El nivel de violencia que los Estados Unidos han generado en el mundo con su política de castigar a los países productores de la sustancias que los yanquis consumen es, quizás, y sólo quizás, reversible a largo plazo, bajo condición no ya de legalizar las drogas blandas o naturales o si se quiere todas las drogas, hoy día, quizás, eso ni siquiera alcance para desenredar la violencia organizada que generaron los Estados Unidos. Más aún, es tal la gravedad que una eventual legalización en los Estados Unidos provocaría espirales de violencia sanguinaria en los países productores, en su lucha por el monopolio de la exportación.
El comportamiento regularmente ilegal de las oligarquías basadas en los comoditties de los países pobres -como en nuestro país por parte de la Mesa de Enlace- es más violento cuando la materia prima que exportan al "centro del mundo" es ilegal en ese centro. El Vandorismo rural- mezcla de Vandor y de Bandido- tiene en nuestro país el mismo consenso que la Mesa de Enlace mexicana o Colombiana -allá los llaman Cárteles- pero niveles de violencia que ni cuando la Sociedad Rural festejaba la carnicería de Videla.
Muy probablemente, el mundo vaya resolviendo de manera alternativa el uso de recursos naturales para la energía -las paparruchadas sobre que "vienen por el agua" es sólo una arista de la reconversión posmoderna de la derecha hacia el ecologismo- y la disputa geopolítica, con su carga de violencia regulada a través de la ilegalización, se centre en la producción de materias primas para fabricar drogas-que jamás en los consumidores, que son los viejitos europeos y los gorditos yanquis, atontados e inocentes de las carnicerías que desparraman por el mundo- y la situación hoy día es tan compleja que la legalización de estas sustancias puede, incluso, profundizar, no sólo la violencia, sino la pobreza de los países productores.
Si los yanquis pueden drogarse legalmente - algo esperable dado que las clases bajas (afroamericanas) ya no son el enemigo interno, sino las religiones mesiánicas de oriente que, por su fanatismo, se alejan de estas sustancias- no es esperable un futuro venturoso para países que viven del narcotráfico como Bolivia, Afganistan, Colombia, México, Perú, etc, dado que la historia económica enseña que más allá de los fluctuantes términos de intercambio, la división internacional del trabajo se profundiza cuando de un lado están los proveedores de materia prima y del otro los que agregan valor. Para decirlo en criollo: si las drogas fueran legales en EEUU, los Bart Simpons alienados no fumarían marihuana sino que se clavarían un ácido u otras drogas de diseño junto a una botella de agua mineral de marca Duff.
El quilombo es grande. Más vale que es preferible la legalización, pero ojo, que pueden quedar los residuos -el paco, la merca con paracetamol- para los más pobres- y la potencialidad industrial para los más ricos.
Así que, no sé.
Bueno, tampoco pienso muy en serio todo lo que acabo de escribir, pero matizado y complejizado sí, es más o menos, me parece, así.
Muy bueno.
ResponderBorrarMirá este documental, donde un Ex agente del FBI, actualmente periodista, hace entre otras cosas una denuncia contra la CIA, la cual dice que trafica droga (y se ve un video donde increpa en un simposio a un directivo de la CIA sobre este tema)
ResponderBorrarEEUU, no desea acabar con la droga, desde que llegaron a Afganistán, a subido el cultivo de Opio, (un país donde los yanquis controlan el espacio aéreo, esto no se puede explicar).
¿qué pasaría si los 50 millones de adictos, en EEUU, no pidieran conseguir droga, o no pudieran comprar por un precio demasiado elevado?
http://www.peliculas4.com/ver-collapse-online-9-1644.html