miércoles, febrero 09, 2011

Cortita





Cada vez que entro a un edificio público donde hay una empresa de seguridad privada, doy por sentado -y tengo razón- que el funcionario a cargo es un tipo de derecha.
Cada vez que entro a un edificio con oficinas públicas y privadas donde hay una empresa de seguridad privada, doy por sentado que el funcionario a cargo de la oficina pública es de derecha.
Ojo, no estoy en contra de que haya empresas de seguridad privada en los espacios públicos y en el estado, al contrario, me parecen más eficientes en cuanto a seguridad que las fuerzas públicas, y no tengo nada contra las empresas de seguridad, muy por el contrario, creo que en los tiempos que vivimos son muy necesarias.
Eso sí, yo no me enojo ni me hago el boludo ni el indignadito ni miro para otro lado ni digo que hay cosas más importantes ni que en realidad bla bla bla: yo soy un tipo de derecha. Creo que el estado no debe meterse en áreas donde no es eficiente, como la seguridad, atender un kiosco o barrer.
Si yo fuera un funcionario público con poder de contratación, ni lo dudo: la seguridad, privada, la cantina, privatizada, la limpieza, concesionada. Soy un tipo de derecha coherente. No creo en la expansión del estado ni en la "ausencia" del estado ni en esas boludeces: el estado no es parte de la solución, el estado es parte del problema.
Eso sí, jamás de los jamases sería tan caradura de integrar, un tipo de derecha como yo, un gobierno como el de Cristina cuyos ideales me resultan completamente ajenos y antagónicos. Tendría que ser muy caradura.
En fin.
Ah, antes de que me olvide: feliz día del amigo!

3 comentarios:

  1. Sr. Sincero de Derecha, no me queda claro si el objeto de su ironía es Cobos o el Gobernador de Lepanto.

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  2. Asi es, Carrasco, es lo que me pasa cada vez que entro a la cárcel a llevarle cigarrillos a mi viejo: ¡Si la seguridad en las cárceles fuese privada seguro que no habría tanta demora ni revisaciones!

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