domingo, febrero 20, 2011
Disparen contra los jóvenes.
Hoy, el suplemento Enfoques del diario editado por el estado y la sociedad de Mitre y Noble, vende en la portada principal una nota sobre lo que llama "la juventud K". Citando a cuarentones en decadencia que intentaron armar la "juventud de Graciela Fernández Meijide" dentro del gobierno más reaccionario de la historia democrática, ahora reconvertidos en "estudiosos", el análisis de la juventud -que adhiere mayoritariamente al kirchnerismo- se centra en los lugares menores a los que acceden la dirigencia de una agrupación, La Cámpora.
Es curioso, porque en esos lugares, no se tomó ninguna decisión seria que afecte de verdad a las corporaciones diversificadas para las que La Nación actúa de portavoz.
Lo de los ex jóvenes delarruistas se puede comprender desde la perspectiva que, para seguir cobrando al pedo con Margarita Stolbizer y descarriar hacia la aventura de una derecha cool con Ernesto Sanz, necesitan recurrentes apariciones en medios que les exigen un nivel de agresión algo más sofisticado que sus fuentes, como putear usando palabras esdrújulas.
Entonces, todos los prejuicios de clase -y además, prejuicios de nabo- confluyen en una síntesis de los miedos históricos que en la oligarquía mojigata han producido los contradictorios (sí, siempre contradictorios) movimientos populares: que el Cuervo Larroque no terminó la secundaria, que hay nuevos ricos -o pendejos desclasados manejando directorios de empresas- hijos del por algo será y el revanchismo, excedidos en las tareas concretas; portadores, a lo sumo sanos, de esta farsa montonera que no es progresista ni peronista sino claramente, pero claramente eh, fascista stalinista neoliberal y del peor peronismo, el primero, pero además de todo eso, es nada, porque están confundidos y descarriados y engañados, detrás, claro está, del Diamante Sangriento.
Tengo varios amigos citados ahí, como Patucho Alvarez y Martín Rodríguez. Al resto, o lo conozco poco o me caen decididamente mal. Ayer hablaba con una ex novia mía-que también es profesional y de clase, señor- de Martín Rodríguez. No sólo porque esta ex no es kirchnerista -más bien lo contrario- sino más que nada porque no toma en serio, ni lee, la cloaca de Perfil o La Política on line -que es la usina de bolazos en bruto, que luego La Nación retoca con una redacción más amena y compleja, citando a Marcos Memento Novaro- cuando le mencioné, al pasar a Martín Rodríguez me preguntó si me refería al poeta, y citó varios obras de Rodríguez. Es el mismo. Que, además, no es Gerente de Contenidos (así que al pedo lo andan tratando bien los periodistas, por debajo, de los medios hegemonicos). Patucho es mi amigo de hace años. Viene de La Pampa, es un militante político formado, sofisticado, culto, y un buen tipo. Que escriba en un blog -bah, últimamente, lo tiene medio abandonado- es más por placer que por los fantasmas que puedan inventarse. Fantasmas que evocan la desverguenza de las cosas que se dijeron sobre los descamisados que, medio siglo atrás, entraban, oh qué escándalo, al Colón, o sobre los escritores y artistas que apoyaban la tiranía peronista, obviamente, por plata.
Hoy, nadie se atrevería a decir que Discépolo, Scalabrini Ortíz, Jauretche o Cooke escribieron e hicieron lo que hicieron por dinero. En su momento, desde las páginas manchadas de sangre de la tribuna de doctrina de Mitre, se dijeron calumnias aún peores. Con el placet de los Pino Solanas que gritaba que la concesión del CIADE y bananitas dolca que se llevaban la mano al pecho por los Gainza Paz y el diario La Prensa. Escribas a sueldo de la defensa de dos familias, emparentadas. Los Noble y los Mitre. ¿O acaso coinciden espontáneamente en los ataques, los descalificativos, la minimización, la soberbia? ¿Tanta coincidencia no puede más que explicarse desde la perspectiva de la disciplina partidaria?
El caso de Patucho es una síntesis -desconocida por quienes hacen la nota- porque tiene mayor formación cultural que la media entre los periodistas, tiene mayor creatividad que la media entre quienes intervienen en la acción política, y porque le chupa un huevo -me consta- los denuestos a los que son tan afectos en los ámbitos políticos, periodísticos sobre todo, y culturales en general: minimizarte.No sólo desde las corporaciones, sino desde el propio kirchnerismo.
El arte de la humillación tiene su pelotazo en contra: la neurosis que explota cuando al humillado le rebota. A Patucho le rebota. Ya quisiera yo (y lo he pensado, en serio, muchas veces) tener esa grandeza. Y es una síntesis porque es quien está detrás de muchas acciones políticas poniéndole una impronta novedosa, jugada.
Y porque, como recién se desliza en el último párrafo, la pregunta del desvelo para la derecha es ésta:
"¿Podrían sobrevivir los jóvenes K sin Cristina en el poder? Esa parece ser la pregunta del millón, y la mayoría de los analistas y protagonistas de la política se inclinan por el no. Aunque en la Argentina nunca se sabe".
Dìas atrás, el experto en almuerzos de Mirtha Legrand, Pablo Sirven, receteaba una nota cargada del mismo odio en torno a la muerte de Néstor Kirchner. La bronca de los ex jovenes a sueldo del estrepitoso fracaso de Graciela Fernández Meijide, del diario manchado en sangre de La Nación y de Sirven tienen la misma histeria: Kirchner está muerto, Cristina muy probablemente sea reelecta, pero hay algo peor: toda una generación les toma el pelo, les resultan, a esta generación más feliz y deshinibida, indiferentes sus oropeles, caminan por el costado, piensan otras cosas, ganan en autonomía, mejoran, sí, millones de jóvenes mejoran materiamente sus vidas y sienten una causa, muchas causas que confluyen en un rostro, como propia.
En la calle San Martín cortada, Los Mimosos de La Paternal cantaron anoche una canción a Nestor y Cristina, el público, entusiasta, bailaba. A media cuadra había una fiesta, de un montón de pibes que recién salían de lo secundaria. Cuando se cortaba la cumbia, Cobos era el hit.
¿Sabe algo de esto mi amigo Iván Hein? No sé, y supongo que no.
Pero lo cuento para que el miedo a la Casa Tomada sea más extenso, perdurable, desesperante: hay para rato, doctores. Las ilusiones, los sueños, la alegría, las esperanzas, están más allá de palcos y escenarios, de avances y retrocesos, de sapos y princesas. En el camino, algunos intocables se sienten visibilizados, algunos chantas -las dos familias emparentadas- ven recortado su poder ilegal, algunos amigos de La Nación están presos a cadena perpetua, los ex armadores juveniles de Fernandez Meijide se reciclan del ostracismo del fracaso con fracesitas de viejas chotas, y Los Mimosos de La Paternal hacen bailar las familias que cortan las calles.
Las notas sobre Una Excursión a los Indios Ranqueles tienen esa desesperación que Gilles Deleuze y Félix Guattari detestaban en Mil Mesetas.
Y punto.
Yo de pedo terminé la secundaria, con los años (no soy joven ni quiero volver a serlo) fui aprendiendo que los intelectuales orgánicos de la derecha son certeros: no los alivia la muerte de Kirchner, no les preocupan las corbatas de la dirigencia de La Cámpora, se resignan, incluso, a un nuevo mandato de Cristina -aunque no resignarán la pelea- y ya no atacan a donde se concentran las cajas verdaderas del estado, las que hasta hace algunos años coimeaban a toda la corporación periodística (¿hace falta nombrar las cajas? Puede ser, pero en otra ocasión, para el caso lo que importa es que ninguno de los mencionados en la nota maneja esas áreas que fueron un festival de coimas a periodistas durante el menemismo y el ministerio del cuñado de Graciela Fernández Meijide) sino que les molesta el legado rizomático (por eso golpean a diestra y siniestra), los miles y miles, los millones de pibes que ya crecieron políticamente sin comer pescado podrido y, encima! sin tragarse los sapos tamaño elefante de tanto chanta desvelado por saber cuánto le va a durar la terapia.
Muchos, muchos años de terapia.
Venimos a romperles las pelotas, doctores.
Por eso nos tienen tanta bronca, tanto desprecio, por eso apelan a la deslegitimación, al pensamiento binario: no pueden contra la murga que llaman la turba, no pueden abarcar, representar, acotar, un fenómeno político que les vuelca todas las estanterías con las que, en los 90, hasta uds, los doctores, se doctoraron en progresistas.
¿Irán, como ha festejado el diario La Nación a lo largo de la historia, detrás de arrasar de nuevo a una generación entera? ¿Es ése el objetivo? No creo. No tienen las condiciones. Van al núcleo de la subversión: el pensamiento, la cultura, la alegría vívida, las ganas, las luchas y sus estandartes. Aprendieron bien. Contra eso; hay que divertirse, burlarse, festejar, pedir más.Sobre todo, pedir más.
Estoy, aunque no parezca, escribiendo a varias puntas. Sé que hay muchos que me consideran un perfecto idiota a sueldo, de un lado, y del otro, un perfecto idiota útil. No me importa mucho.
Siempre sueño con que una chica hermosa -rubia y de vestido estampado en flores- sepa leer entre líneas y me encuentre al doblar una esquina y me inscriba un beso así, de callado. Sino tuviera este desprestigio que defender, contaría que algo así ha sucedido.
Anoche dormí lo más bien a pesar de la intervención al Indec, pero yo también tengo mis fuertes críticas al gobierno. Sólo que, equivocado o no, entiendo cuál es el prado desde donde puedo disputar, dónde mis ideas pueden resultar plausibles, y en cuál campo sembrado mis ideas serían funcionales a un silo que especula con bajar el precio del avance de las capacidades estatales.
No importa lo que digan, todavía hay miles y miles de compatriotas que duermen en las calles, todavía hay jubilados que se las rebuscan, un elitismo espantoso en el acceso a la educación de calidad, una pésima distribución regional del ingreso, falta un país integrado para desde ahí pensar la integración sudamericana, todavía hay que industrialziar más y más, crear trabajo digno para los jóvenes, todavía falta mucho, muchísimo, como para distraerse en tres o cuatro histéricos que temen que, los del otro lado de la Casa Tomada, los negros de mierda, se queden a vivir a para siempre. Terapia, doctores, muchos años de terapia.
La Casa Tomada no es temida por los escritorios, por los expedientes, por los CBU, sino por esta batalla cultural que, sin darnos cuenta y leyendo a la derecha, nos vamos percatando (que fea palabra, corazón) que sino está ganada, por los menos, ellos, los doctores, están cagadísimos en las patas por el miedo a perderla.
Los intelectuales orgánicos de la derecha están, resultante de tantas dictaduras, un poco magullados y a la deriva. Los Dioses, Hombrecitos y Policías sólo pueden producir poesía de la mala y temerosa de una avalancha cultural que los esquiva a lo pavote.
Si yo fuera su terapeuta, doctores, les advertiría: no es para tanto.
Pero como soy su indigno (y pequeñísimo) adversario, aprovecho las boleadoras para pegar a varias puntas y, ya que estamos y mientras tomo un café, largarme una lenta y duradera carcajada. Que no es más que la prolongación resignificada de la larga risa de todos estos años.
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Si los que nombras estan crispados, creo que estamos en el buen camino.
ResponderBorrarComo siempre es un gusto leerte.
Abrazo
@enridesalta
que buena nota!
ResponderBorrarSo el Jorge Asis del Kirchnerismo
ResponderBorrarGRACIAS por esto q escribiste!Salú compañero!
ResponderBorrarLucas:creo que no falta nada para que te considere "un imprescindible"
ResponderBorrarCon "jóvenes argentinos" como vos, ellos seguirán pedaleando en el aire y yo renuevo mi esperanza.
Gracias !
Primera vez que comento: pero tu nota, la verdad, contienen muchos subtextos de una sutileza que revela mucha inteligencia estratégica. Te felicito por eso. Pero también tengo que decirte que se nota que hay cosas que te estás guardando de decir y eso, a diferencia de otros escritos tuyos, le quita, a mi gusto, un poco de sustancia. No es el Carrasco que más me gusta ese que juega tácticamente.
ResponderBorrarIgualmente, te admiro mucho. Te leo desde hace años desde Córdoba.
Sergio Arévalo.
La verdad, Carrasco: ¿Usted relaciona a algunos personajes citados en su nota con "Los Mimosos de La Paternal"?
ResponderBorrarDéjeme decirle que está meando fuera del tarro. "Los Mimosos" tienen una claridad conceptual y una honestidad intelectual a toda prueba.
la murga, en todo caso, está en otro lado.
Saludos carnavalescos !
Muy buen posteo. Que Saguier & su troupe de patológicos liberales cavernícolas no le apunten a los pibes...me piantan al enano fascista y me dan ganas de invitarte a que me acompañes con la metra ...
ResponderBorrarAbrazo.
De puta madre!( lo de los intertextos que menciona Sergio Arévalo. es verdad, lo que te falta sustancia.... para nada - perdón Sergio, pero no coincido)
ResponderBorrarOmar (Canadá)
bravo compañero!! se agradecen la lucidez y la elocuencia –si tuviera un vestido con flores, ese beso te lo estampo yo.
ResponderBorrarTodo muy lindo Carrasco, pero la famosa sigo siendo SHOOOOO!!!
ResponderBorrarNo, en serio, te acordás que conté que Julián Alvarez puso un pibe down ahi donde sacó a una señora por gorda y fea? No me dejó ponerlo en la nota que salió ayer en el Ni a palos(por pura nobleza). Por eso insisto en difundirlo por estos canales...
Espectacular.
ResponderBorrarUn abrazo (de admiración y un poco de envidia también, para qué te voy a mentir)
respecto de este tema, la nota de ayer a Julián Alvarez,comienza así:"En la batalla estos nombres deben desgastarse todo cuanto sea posible. La estrategia de los grandes medios y de las corporaciones políticas y económicas es mancillar a los futuros dirigentes, justamente aquellos que están técnica e ideológicamente preparados para complicarles la vida por 20 o 30 años más. Si Néstor Kirchner pudo arruinarlos en algunos meses, y sólo interrumpió su tarea para morir, no hay límite al daño que pueda causarles una generación con tantos años por delante. Por eso, bastó con que nombraran a Julián Álvarez (29) en la Secretaria de Justicia para que salieran con los tapones de punta. En sólo una semana lo acusaron de operar con Oyarbide y de echar de sus oficinas a una señora por fea. El objetivo, claro, es presentar a una juventud deshonesta y frívola. Álvarez no almorzó con Oyarbide ni echó a nadie. Pero la realidad no importa. El asunto es atacar anticipadamente a los herederos, a aquellos que son la garantía de la continuidad del modelo".
ResponderBorrarEl encabezado me salió bueno porque es una paráfrasis a un post del blog de Fede vazquez. Hay que decirlo...
Lo que les molesta es la risa.
ResponderBorrarQue creamos que es posible cambiar la cuadra, la esquina, el mundo.
Son mezquinos porque no tienen el tiempo que nosotros tenemos. Por eso nuestra victoria. Soñaban con bustos y placas, ya nadie llevara flores a su entierro ni en las pantallas habra luto. Nadie los va a despedir. Terminaran sus dias rodeados de abogados y farsas. Con la imagen de su reino despedazado.
Donde ellos plantaron miedo sembraremos alegría. Donde no habia futuro naceran niños. Diremos la verdad en sus biografias. Le quitamos el sueño al verdugo.
Abrazo
Excelente entrada la verdad compañero!
ResponderBorrarAbrazo grande y a continuar con este nivel de discurso que definitivamente es el mejor arma que tenemos para ganar esta, ya casi interminable, batalla...
Batalla contra la mentira, contra el volver a los 90, y contra quienes son adoradores de mantener a la gente sumida en la ignorancia en vez de incentivarlos a abrir los ojos.
Abrazos compañero!