Por Hugo Pressman
Otras muletillas muy frecuentes cuyo uso intensivo parece una subestimación del interlocutor, son las que al final de cada frase se les agrega: “¿Me entendés?” ( de uso intensivo por Jorge Lanata) “¿Me siguen?” (interrogación permanente de Elisa Carrió) o cierta inseguridad cuando permanentemente se pregunta:“¿No es cierto?”(muletilla insistente de Magdalena Ruiz Guiñazú). Otra expresión generalizada es en medio del discurso agregar reiteradamente la palabra “digo”, de lo cual nadie puede dudar. O concluir cada frase con un tono interrogativo a través del ¿Sí? o ¿ No?
Algunos ante una pregunta, buscan tiempo para contestar y entonces acuden al latiguillo “ a ver”, que da cierto aire de persona reflexiva. El ex jefe de gobierno Aníbal Ibarra fue el que hizo uso y abuso de este artilugio.
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A los intelectuales nos gusta (jua!) les gusta molestar. No es otro el motivo por el cual a Huguito se le ocurre meterse con Ernesto "boludo" Guevara. ¡ Más respeto, Che !
ResponderBorrarLo que importa es el uso que hacemos de la palabra y el significado de lo que queremos decir... muchos bien hablados son mal nacidos... muchos mal hablados son hermanos de alma... los profesionales de las palabras, politicos, periodistas y comunicadores, tendrían que tener más responsabilidad....PARA CUANDO LA MALA PRAXIS PERIODISTICA???..
ResponderBorrarQue eufemismo podés usar para decir videla es un hijo de puta, que no sea videla es un hijo de puta...salvo cambiar mil por re mil (como hugo bien dimensiona la potenciación del significado)....
Fijate si no como los jode, a los garcas, que usemos ESCLAVOS o ESCLAVITUD, en vez de trabajadores golondrinas, estacionales, migratorios o incluso reducción a la servidumbre... y las palabras correctas deberian ser esos esclavistas hijos de puta explotan como ESCLAVOS a sus hermanos.... y NO SERÍA un insulto, sino una DEFINICIÓN...
abrazo y que no decaiga..