Chubut

Cuando supo que la elección, a contramano de sus propios y extendidos preanuncios, venía reñida, Mario Das Neves dijo dos cosas muy locas:
1) en plena campaña, aseguró que si su partido Modelo Chubut, desde el que aspira a competir en una suerte de interna con Duhalde y Rodríguez Saá, perdía las elecciones, "se retiraba de la política". Raro, tratándose de quien se reivindica como peronista con el adjetivo de federal: tras 17 años de proscripción, dictaduras, cárceles y exilios, los militantes peronistas no renunciaron a la política. En plena democracia y por perder una elección, renunciar a la política -donde se ganan y se pierden elecciones- suena a una tontería. O una mentira, a lo Duhalde.

2) Ya en el sospechoso y demorado conteo de votos -que maneja la provincia- Das Neves declaró que la elección de volvió muy pareja porque "se nacionalizó". Rara, tratándose de un precandidato a presidente. Si eso no es tirar la toalla...

La cuñada de Liliana Barrionuevo, la estratégica diputada del Grupo A Graciela Camaño viajó a Chubut, se supone que en calidad de candidata a gobernadora de Buenos Aires por el sector interno de Duhalde, es decir, el opuesto al eventual partido que formen junto a Saá para competir en las presidenciales. Al lado estaba el desdibujado diputado con Un Plan aún no aplicado, Francisco De Narváez, que aspira al mismo cargo que Graciela Barrionuevo pero desde otro partido. Y al lado, Felipe Solá, que aspira a la presidencia desde otro partido diferente al de Saá, Das Neves, Duhalde.
Aparentemente, ganaron por medio punto. Falta, igual, y el escrutinio resultó más que sospechoso.
El radicalismo hizo una elección patética.
El Frente para la Victoria, está cerca o en el podio en las dos elecciones del año: Catamarca y Chubut (se pueden sumar las internas del radicalismo rionegrino, donde perdieron los del Grupo A y ganó el radicalismo K) en cambio, la suerte del radicalismo es despareja y fragmentada, y lo mismo la del Modelo Chubut.

Das Neves tiene la opción de ser el nuevo Sobich y sacar menos votos que el PO en las elecciones nacionales, o someterse a ser batido de manera humillante en una interna en un partido a conformarse junto a Duhalde y Saá, o probar el desierto.

Jugaron a nada en Catamarca y Chubut columnistas televisivos como Pino Solanas, Elisa Carrió, Mauricio Macri y El Hijo De alfonsín.

Los análisis que subestimen la proporción electoral de ambas provincias pasan por alto la lectura constitucional, institucional y republicana: ¿cómo, un eventual presidente del conservadurismo peronista o del radicalismo, podría tener disciplina de bloque y mayorías en el congreso? La saraza del diálogo no está pautada en ninguna norma: en el congreso hay tres senadores por provincia, tres diputados nacionales de piso, bloques, comisiones y votaciones.
Que las corporaciones de la Asociación Empresaria Argentina los hayan unido esporádicamente en el Grupo Ahh fue posible por tres factores: 1) la clase política que se les subordina y aprende el guión necesitaba escenificar una victoria electoral que no fue; 2) no es menor para unificar bloques pequeños y legisladores provinciales la caja de las cámaras legislativas; 3) ninguno pertenecía, sea por votos o por traición al electorado, al oficialismo en el ejecutivo. Otro cantar sería si hubiera un presidente conservador, sea radical o peronista.

Las elecciones provinciales por venir seguirán marcando el rumbo, falta mucho, lo sabe Aldo, pero es pertinente marcar cómo la narrativa dominante que subestimaba el liderazgo nacional del kirchnerismo se cae a pedazos con los hechos.

La lectura más fina de la realidad, con su inestimable contundencia, produce ahora desconcierto entre la prensa militante que responde a la Asociación Empresaria Argentina, voceros y guionistas de esta dura disputa política, con la novedad de que la derecha va mostrando los dientes en escena . Pero, bueno, ya le encontrarán la vuelta, supongo. Es mucho lo que está en juego.