miércoles, marzo 23, 2011

El barro del barrio donde siempre estamos solos

Hay un gran poeta que se llama Marcelo Faure y escribe cosas así:

Los peloteros y los celulares no existían
El pavimento “dormía el sueño de los justos”
Nuestros eran los árboles y los refugios
Que nos acercaban cada vez más
Al Minotauro

El Barro de ese Barrio
Simiente caudalosa Centro antiguo
Ahí donde los Ojos vuelven
Orgullosos clandestinos
Como Hijos pródigos
Ausentes.


Recién con Marcelo chateábamos en Facebook, y me decía, además de que dos músicos del norte entrerriano como Cacho Miño y Pichuco Martínez, dos músicos comprometidos y creativos del folklore, me mandaban saludos, estas cosas. Que, ególatra como soy, transcribo. A veces me divierte, no tanto, aunque parezca poco, decir que hay gente que me da bola, sino provocar con que hay otra cultura, más fuerte, sólida y dura, más nuestra, más real, menos volátil, más afectuosa, menos engolonada, menos chiflada, menos pretensionsa, hay algo, detrás de esos muros de bosques y penumbras, hay algo: 



Denunciar · 01:19
te mandó saludos Cacho miño - y Pituco martinez

Denunciar · 01:19
mandales saludos
mañana voy con Anabel a Paraná
nos quedamos unos días
La paz queda lejos pero...

Denunciar · 01:20
ahhh
yo voy el jueves de mañana a Bs As
y vuelvo
al mediodia
capaz vuelvo el sab
o domingo a buscar a felicitas

Denunciar · 01:21
bueno, llamame y nos vemos

Denunciar · 01:24
está bueno eso de "el relato del kirchnerismo" 
desde los márgenes también
con una pluma fina
que no trabaja para el poder 
sino que se escurre
en los margenes.
En el gauchito gil
en las mesas sucias
las vertientes, el chamamé
esas plumas
son odiadas por LAS plumas
porque no acumulan subjetividad
no condensan en teorías pagas
sino que se escurren
desparraman
escurren
distribuyen
simbolicamente
 Un abrazo.


Y cuando volví de la cocina, Marcelo estaba desconectado.

2 comentarios:

  1. Ese Marcelo Faure es un personaje maravilloso. Hace una semana me contactó por twitter y luego de un par de días me llamó por teléfono a casa.
    Me sorprendió gratamente el escucharlo, con esa tonada muy entrerriana y hablándome con mucho respeto. Ese respeto que siempre tenemos los del interior para con las personas a las que no conocemos personalmente, pero que nos caen bien, a la vez que sabemos que tenemos parecidos ideales.
    Desconocía en Marcelo esta veta de vate soñador pero me reconforta darme cuenta de que no me equivoqué con lo que pensé de él luego de aquella linda charla, en la que vislumbré que es un chango lleno de sueños e ilusiones.
    Me gustaría poder leer mas cosas suyas.
    Esto me sabe a poco pues me dejó con ganas de pedir varios bises.

    Un abrazo con mucho afecto para los tres (Metralleta sabe a quién me refiero) y espero que podamos encontrarnos pronto donde esta vida disponga.
    @enridesalta

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  2. Hermosa poesía.

    "Ahí donde los Ojos vuelven"

    los ojos con mayúscula, qué otros?

    Salutes

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