viernes, abril 22, 2011

La Cámpera, a full

Manolo, sobre Martín Caparrós y La Cámpora: 



Caparros, y la Campora como Doppelgänger del Viejo y la M.

¿Por qué nos aborrecen?, se pregunta la pendejada.
Lo del Establishment es comprensible; les disputan los espacios, ¡y los recursos!, que siempre asumieron como irrenunciables.
Lo de la Izquierda menemista, nieta de los Ghioldi Reformistas y Estalinistas, hija de la Patota Cultural de los 80 y 90; también entra dentro de lo lógico.
Sus Enemigos de Clase, la Sindical, tienen un acuerdo estratégico a largo plazo con la C.
Y en caso de “repliegue”, porque se pierden la elecciones o por un golpe Institucional; muchos de sus miembros se “acovacharan” en sus estructuras, en lugar de hacerlo en los partidos de Izquierda.
Lo que no tiene gollete, es la reacción de los del palo setentista; los tratan peor que a la Coordinadora, o los mismos de la M, que fueron el entorno del Turco en sus años de gloria.
Justifican su fracaso generacional en la incomprensión y/o traición del Viejo; hay bibliotecas enteras donde tratan el tema para los perejiles.
Se entiende, desde lo psicológico, que vivan tratando de matar a un Muerto; que lo esta desde hace mas de 2 generaciones, para huir de su propia responsabilidad personal y política.
¿Pero por que aborrecen a la C?, que no existía hace un quinquenio, y recién tomo preeminencia luego del 28J.
La explicación es literaria, y esta en un cuento de Poe; William Wilson.


Y sigue acá.
Imperdible, más que nada para que, tipos como Caparrós, dejen de robar, de una vez por todas, con los setenta.

2 comentarios:

  1. No estoy muy de acuerdo con esto de la M. No fue LA M quien rodeó al tocur durante "sus años de gloria". Fueron ALGUNOS que pertenecieron a la M lo que lo hicieron. La inmensa mayoria, Lucas, siguió coherente con sus postulados, laburando en proyectos silenciosos y silenciados. Frimenich-Galimberti... nah... son los íconos malos y demonios que te tira por la cabeza la historia oficial y que sirve para desmovilizar. Son los íconos malos que te tiran las "señoras progres ofendidas", como con justeza las llamás vos. El corolario de esta exhibición de los Firme y los Galimbas como la representación acabada de la M es: "¿ven como terminaron?" "¿ven para qué sirve "meterse"?" "¿ven como forrearon a toda una generación?" "¿ven como los llevaron de las narices?".
    Cuando en realidad esos nombres que hacen punta en el discurso de la historia oficial sólo son nombres, sin ellos los 70 igual hubieran sido lo que fueron. Estos tipos traicionaron a miles QUE SABIAN EXACTAMENTE LO QUE HACIAN que creyeron en un proyecto que fue vencido. Ojo, no los traicionaron rodeando al turco, no, la traición se consumó años antes, cuando se fueron (acertadamente en tanto conducción)y los abandonaron a su suerte habiendo recursos suficientes para salvarlos, sacándolos del país, como hizo el PRT - ERP que los sacó uno a uno y los que no sacó fue porque quedaron totalmente descolgados y no fue posible conectarlos. Se fueron, los dejaron solos pero ellos, Lucas, eso sí, ellos se paseaban por el mundo sonriendo en las fotos; aquí en el territorio era el infierno.
    No Lucas, no. La autocrítica está hecha, nadie la esquiva pero tampoco es cuestion ni de asumir los dos demonios, ni de transigir con tal de recibir una palmadita de los "progres y limpitos", los "yo no fui" "yo no estaba de acuerdo con la violencia" "violencia... NOOOOOO!!" pero que en realidad fueron unos cagones que se metieron debajo de la cama para salir cuando el bolonqui había terminado, para adueñarse de la palabra y de la construcción del relato apoyados por los medios y los centros de poder (las universidades alfonsinistas, para señalar con el dedo acusador a "los malos de los 70". Por suerte hay quienes se oponen a esta estrategia y construyen la otra versión de la historia rescatando la militancia revolucionaria y combatiente de los 70 y las identidades que la forjaron.
    El Puto

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  2. Y vuelvo tra vez, de rompepelotas que soy nomás. "Juan del Gualeyan" recurrió a una metáfora para definir el "honestismo": "Es como entregarle un arma al enemigo".
    Era eso lo que yo quería decir en mi comentario anterior, Lucas, y este Juan lo expresó magistralmente mejor que yo con mi palabrerío.
    El Puto

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