Escriba, Corazón, haciendo notables esfuerzos por agrandar lo chiquitito, escribe:
Ricardo Alfonsín ha comenzado a demostrar que puede ser un dirigente nacional importante para este país. La Argentina necesita una oposición nacional y el hijo de Raúl le aporta además lo siguiente, me parece:
- No hace seguidismo de Clarín ni de Techint ni de nada. No los va a criticar, pero no hace playback con los sonidos de la calle Tacuarí. Si no fuera así, la UCR no se hubiera ido a buscar un (uh, ¿te acordás?) Ernesto Sanz.
- No le importa que parte de la UCR le diga que es un candidato “viejo”, “ochentoso”, poco competitivo. Va y los saca de la cancha directamente.
- La alianza que negocia con Francisco De Narváez me parece de manual. Otra no le queda, va y la hace. Un poco de pragmatismo aporta a la idea de “tengo ganas de verdad de convertirme en lo que me postulo”.
- Los límites también son importantes a la vez. Al momento de escribir estas líneas no ha hecho alianzas con el PRO de Macri, lo aísla y pone lo que hay que poner para ser candidato, saque lo que saque, al revés que Mauricio.
- Se convierte en competitivo porque no reniega de algunas cosas logradas por el kirchnerismo. Se sube al clima del momento en lugar de hacer oposición absoluta y frontal, lo que puede servirle a algunas corporaciones pero no a un partido político.
- Es un candidato que busca hacer crecer su figura a la par del crecimiento que puede lograr su partido. Se me ocurre como un aporte al sistema político eso.
- ¿Que es tan radical que sólo puede hacer “radicalismo”? ¿Que no puede expresar lo que expresan las mayorías del país en este momento? Sí, claro. Por eso no lo voto. Pero asume que tiene un electorado y que tiene una responsabilidad ante ese electorado, aunque tenga “serio riesgo de perder”. Lo que quiero decir es que sopesa tanto la responsabilidad ante el electorado como cierta responsabilidad ante el país. Se me ocurre que Ricardo no va a decir cualquier cosa por un votito más (“tirar a los Kirchner del tren” -Macri- “la gente nos pide ‘que los derrumben’ -Carrió-).
Mmm, bue, sigue acá.
Escribí varias veces el comentario que le quería dejar en AP, pero me salía siempre algo del tipo palmada en la espalda... tiene razón en la necesidad, pero realmente es chiquitito. Ahora, reconozcamos: mismo así un gigante, un estratega de proporciones, un político de raza y un estadista al lado de los otros, no? Es lo que hay. Abrazo.
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