Por Ivan Heyn (*)
Virginia Porcella, editora de la revista Fortuna (de editorial Perfil), encontró “curiosa” la definición sobre que el Fondo de Garantía de Sustentabilidad funcionaba como un fondo anticíclico. Para calmar su “curiosidad” vale la pena recordar que éste se conforma con los aportes realizados por los trabajadores al sistema previsional desde el año 1994, año en que se estableció el sistema de Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones.
El funcionamiento del sistema previsional argentino a partir de esa reforma generó que los trabajadores que venían aportando pudieran elegir entre el sistema público y privado, y aquellos nuevos ciudadanos que ingresaban al mercado de trabajo tuvieran que optar por una de las AFJP.
Sin embargo el pago de las jubilaciones en ese período siguió en manos del Estado, y tal vez a la editora le parezca “curioso”, pero como los ingresos iban a manos de las AFJP´s el Estado tuvo que salir a buscar financiamiento y adivine la editora dónde lo hizo?: fueron las mismas AFJP´s las que le prestaron al Estado nacional el dinero de los aportes de los trabajadores para pagar jubilaciones. Un detalle “curioso”: cobraron una importante comisión por la administración de esta “compleja” administración.
Otro “curioso” aspecto fue que no solo era el sector público quien recibía financiamiento con estos fondos, ya que un exclusivo club de empresas también logró colocar emisiones de acciones. Toda esta operatoria nefasta se hizo mientras los miércoles las organizaciones de jubilados pedían aumento de su paupérrimo ingreso mínimo de 150 pesos.
En el marco de la crisis financiera internacional el comportamiento de las AFJP fue recortar pérdidas liquidando sus activos y en ese contexto el P.E.N. envió un proyecto al Congreso Nacional para terminar con este sistema. No sé si a la editora en ese momento le pareció “curioso” o no, pero lo cierto es que el valor de estos activos - que las AFJP´s liquidaban en el mercado - hoy valen el doble que lo que valían cuando se recuperó el control de estos fondos por el estado nacional.
La lógica del sistema previsional actual es totalmente distinta: el sistema solidario se basa en que los trabajadores activos hacen aportes para sostener a la clase pasiva y a estos aportes se suman parte de la recaudación de impuestos para garantizar un ingreso digno que ajusta cada 6 meses a través de un mecanismo votado por el Congreso Nacional. Una economía que crece, se diversifica y genera mayor valor agregado, garantiza mejores puestos de trabajo y por lo tanto mejores remuneraciones que permiten aumentar los aportes de los trabajadores a la ANSES y mejorar las jubilaciones.
Este gran Fondo de Garantía de Sustentabilidad funciona entonces como un fondo anticíclico que en momentos de crisis como entre 2008 y 2009 evitó que la crisis financiera jaquear el funcionamiento de la economía local garantizando su sustentabilidad a través de mantener los niveles de actividad para que no cayera el empleo y la actividad económica.
Pero sabe qué editora? hoy en un contexto de fuerte crecimiento de nuestra economía local, el FGS vuelve a subir en volumen, de forma anticíclica. “Curioso” no?
El funcionamiento del sistema previsional argentino a partir de esa reforma generó que los trabajadores que venían aportando pudieran elegir entre el sistema público y privado, y aquellos nuevos ciudadanos que ingresaban al mercado de trabajo tuvieran que optar por una de las AFJP.
Sin embargo el pago de las jubilaciones en ese período siguió en manos del Estado, y tal vez a la editora le parezca “curioso”, pero como los ingresos iban a manos de las AFJP´s el Estado tuvo que salir a buscar financiamiento y adivine la editora dónde lo hizo?: fueron las mismas AFJP´s las que le prestaron al Estado nacional el dinero de los aportes de los trabajadores para pagar jubilaciones. Un detalle “curioso”: cobraron una importante comisión por la administración de esta “compleja” administración.
Otro “curioso” aspecto fue que no solo era el sector público quien recibía financiamiento con estos fondos, ya que un exclusivo club de empresas también logró colocar emisiones de acciones. Toda esta operatoria nefasta se hizo mientras los miércoles las organizaciones de jubilados pedían aumento de su paupérrimo ingreso mínimo de 150 pesos.
En el marco de la crisis financiera internacional el comportamiento de las AFJP fue recortar pérdidas liquidando sus activos y en ese contexto el P.E.N. envió un proyecto al Congreso Nacional para terminar con este sistema. No sé si a la editora en ese momento le pareció “curioso” o no, pero lo cierto es que el valor de estos activos - que las AFJP´s liquidaban en el mercado - hoy valen el doble que lo que valían cuando se recuperó el control de estos fondos por el estado nacional.
La lógica del sistema previsional actual es totalmente distinta: el sistema solidario se basa en que los trabajadores activos hacen aportes para sostener a la clase pasiva y a estos aportes se suman parte de la recaudación de impuestos para garantizar un ingreso digno que ajusta cada 6 meses a través de un mecanismo votado por el Congreso Nacional. Una economía que crece, se diversifica y genera mayor valor agregado, garantiza mejores puestos de trabajo y por lo tanto mejores remuneraciones que permiten aumentar los aportes de los trabajadores a la ANSES y mejorar las jubilaciones.
Este gran Fondo de Garantía de Sustentabilidad funciona entonces como un fondo anticíclico que en momentos de crisis como entre 2008 y 2009 evitó que la crisis financiera jaquear el funcionamiento de la economía local garantizando su sustentabilidad a través de mantener los niveles de actividad para que no cayera el empleo y la actividad económica.
Pero sabe qué editora? hoy en un contexto de fuerte crecimiento de nuestra economía local, el FGS vuelve a subir en volumen, de forma anticíclica. “Curioso” no?
(*) Iván Heyn es amigo de Lucas Carrasco,entre otras obras publicadas.
Los Fontevecchia no tienen cura (y eso que no soy determinista), por más que les expliques como muy bien lo hacés.
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