martes, junio 21, 2011

el pucherito por que en el mundo no reina el amor


Binner tiene la característica de ser astero en adjetivos y poner cara de barco, lo cual hace que se disimula la cantidad de puras boludeces que dice. En la traducción antipolítica, lo escueto, la incapacidad de construcción sintáctica, la pobreza argumentativa y la increíble narrativa histórica plagada de errores de escuela primaria, pasa, para nuestra derecha venida a menos, por "estadista". Boludez, esa del "estadista", que no quiere decir nada. O quiere decir su equivalente a la nada: "políticas de estado para el largo plazo sobre la base de grandes acuerdos" Nada. Por dos razones: los que dicen esas supinas gansadas nunca saben rastrear las políticas de estado realmente existentes ni en el mediano o largo plazo hacia atrás y, segunda razón, los que dicen esas supinas gansadas tienen más de 60 años y ninguna prueba propia de haber construido algo de eso que dicen que van a construir. Corazón, es como que yo a los 33 años diga que existe el amor eterno....siempre y cuando no mire para atrás, sino para adelante, para no abrir las heridas del pasado.
Binner puede confundirse con Macri en la tendencia obsesiva al pucherito. Pero ojo, el pucherito ante el fantasma negro y desconocido de la barbarie es una corriente de opinión -la derecha, corazón, eso es la derecha- que se remonta a cuando nacieron estos partidos herederos de los galeritas que abominaban de la "política criolla".
Ahora, Binner, cuando la presidenta ya no está, se queja por que él no quiso hablar en el acto de la bandera. La cobardía nunca es bien vista, así que en el pucherismo ideológico, la cobardía se hace pasar por algo así como el institucionalismo, donde según parece el gobernador en su ciudad -Rosario- es más importante que la presidenta de la nación. Boludeces.
Binner no quiso hablar en el mismo lugar que hace 3 años, el monumento a la bandera, la intendencia socialista y la gobernación socialista, les prestó y sufragó los gastos a la oligarquía para que hiciera un acto de clase, por meros intereses económicos de su clase -y en defensa de la exportación sin impuestos internos- rodeados sí que de banderas argentinas. Por que para la oligarquía el que no piensa como ellos no es argentino.
Binner prestó la casa de gobierno de la provincia para que esa misma oligarquía anuncie el desabastecimiento y corte de rutas "por tiempo indeterminado"; un paro del capital expresamente prohibido por nuestra constitución y por cualquier constitución democrática del mundo. Ahí, Binner, le contó a la prensa porteña que él tampoco -como ayer- "quiso hablar". Miente. O por lo menos, no es lo que relató la prensa santafesina: los cuatro mosqueteros de la oligarquía le pidieron a él que no hable, y Binner, obedeció.
¿Acaso las autoridades democráticas son menos que las autoridades de las gremiales patronales de un sector que viola sistemáticamente y de la peor forma los derechos laborales, que hace de la delincuencia impositiva su modus operandi, que ha vivido históricamente de golpes de estado y golpes institucionales para manejar su rentabilidad extraordinaria, acaso eso figura en los manuales de institucionalismo?
Por favor, señores, son gente grande.
Si parten con la estrategia del pucherismo ilustrado por que tienen miedo a hablar en un acto, cómo mierda, pero cómo mierda pretenden gobernar un país. Somos grandes, Binner, volvé al voley. Por que para subir el dólar y bajar las retenciones, desfinanciando los gastos sociales, de modo de hacer como en Santa Fe -donde no hay clientelismo porque se universalizó la ausencia de políticas sociales- vas a tener que volver a cagar a palos a la gente, como hiciste con Reutemann el 20 de diciembre de 2001, bajo la atenta conducción de De La Rúa, de quien no fuiste vice porque Chacho Álvarez te cagó. 

1 comentario:

  1. se ve que no tenía nada importante pa decirnos ... o porai consideró que no éramos taaan importantes los que estábamos ahí ... o capaz que las dos cosas

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