miércoles, junio 01, 2011

Si tu corazón tiene agujeritos, juntos lo podemos ayudar, vamos a curarlo con mimitos, y con mucho amor...socialdemócrata!



Binner peregrina por el Grupo Clarín -no tiene necesidad de explicar los cortes de ruta en la ciudad de Santa fe por parte de los mocovíes ni cómo explicaba la paupérrima situación de los indígenas en Rosario: "los traen en camiones desde el Chaco"; ésas sensibilidades preciosistas son para gobernadores aliados al kirchnerismo y freaks de la República de Palermo en tránsito bondadoso hacia una excursión a los indios ranqueles- narrando la novela de por qué no cierra ya con El Hijo De alfonsín.
Cuenta una refinada novela de valores morales que pocos santafesinos tuvieron en cuenta, por que nunca se explicitó, antes de las elecciones internas, en las que dejó claro que venció él. Y por si quería salir a festejar algo su pollito Bonfatti, a menos de 24 horas ya le destruyó el armado con que venció internamente. Y con mucho amor e ideología, puso una bomba en el armado de su partido -comandado vía intervenciones a distritos por Rubén Giustiniani- y tensó a un punto de no retorno la relación con los radicales que él mismo sumó como candidatos junto a Bonfatti.
Un encanto, ideológico, que tiene sus compradores, por supuesto. Gente de "centroizquierda" a control remoto, que tiene más ganas de comerse un pancho con un semáforo adentro que de entender la realidad.
Binner busca lugares legislativos para comandar un bloque que le de visibilidad de acá a cuatro años. Tiene el socialismo 6 diputados y renueva 5, y los radicales de Santa Fe (y de Córdoba y Entre Ríos, y sobre todo, los de Buenos Aires, la provincia: El Hijo De alfonsín ni más ni menos) quieren pararle el carro en el reparto de bancas, por que todos juegan a perdedor en las elecciones presidenciales.
El Gobernador de Santa Fe, Hermes Binner, y el Congresal del Comité Nacional de la UCR, El Hijo De alfonsín, sin embargo, según las crónicas, se reúnen para hacer disquisiciones sobre socialdemocracia y tercera vía. Poco importa la sutileza de que esos menesteres ideológicos hoy comanden el ajuste del FMI en los países serios, que anden cagando a palos trabajadores e indignados y que sufran la bancarrota moral e ideológica que, en sudamérica, puede de muestra ponerse al botoncito del Hijo De alfonsín pero más que nada al divertido Alan García.
No, de esas sutilezas, nada.
La novela de las reuniones ideológicas -entre un conservador popular que tiene cargos en el estado desde el regreso de la democracia, y es un bicho del podr (en buena hora) y un burócrata partidario hijo del acuerdo radical bonaerense con Duhalde- tiene el condimento de que sucede antes del cierre de listas. Y que tiene un supuesto plan b (sin reuniones noveladas para discurrir acerca del devenir de la socialdemocracia que pretenden Clarín y Techint en la muy socialdemócrata AEA) en el que el bueno de Binner se quedaría sin agrandar su bloque, pero quizás con 4 nuevos diputados por Santa fe (perdiendo en Santa Fe, por que implicaría dinamitar todo el armado electoral para Bonfatti: ojo, puede ser, que nadie le haga sombra a Binner es un horizonte necesario...para Binner) y ayudando además a que ingresen o renueven en la cámara a los de probada lealtad partidaria como la kirchnerista Victoria Donda, el ibarrista Claudio Lozano o la juecista Checha Merchán o la delarruista Margarita Stolbizer.
Contate otra.
Lástima que en mi barrio esas cosas no se consigan.
En mi barrio, cuando hay cierres de listas, hay quilombos, operaciones, gritos, amagues de ir por afuera, planteos grandilocuentes sobre los padres fundadores, aportes en money, repartos de toma y daca, reuniones secretas, punteos del padrón, etcétera. Y es que los inmorales, corazón, somos así.


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