Anoche, terminé de escribir un artículo medio serio sobre Alberto Moravia, tipo 6 de la mañana. Mi vecina -la tierna atorrante- volvía vaya uno a saber de dónde, a esa hora, y recién la encontré en la despensa y me cuenta que al volver me escuchó reírme a las carcajadas y escuchar esta canción delirante. Fue cuando entré al blog de Matías, la canción me hace acordar tanto a una historia, algo larga, que jamás contaré. Permanece oculta en el pasado incendiario del adolescente loco que fui. Ay, corazón.
jueves, junio 02, 2011
Viva el amor!
Anoche, terminé de escribir un artículo medio serio sobre Alberto Moravia, tipo 6 de la mañana. Mi vecina -la tierna atorrante- volvía vaya uno a saber de dónde, a esa hora, y recién la encontré en la despensa y me cuenta que al volver me escuchó reírme a las carcajadas y escuchar esta canción delirante. Fue cuando entré al blog de Matías, la canción me hace acordar tanto a una historia, algo larga, que jamás contaré. Permanece oculta en el pasado incendiario del adolescente loco que fui. Ay, corazón.
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