martes, julio 26, 2011

el voto del campo 5



La Naranja Mesiánica visitó Paraná, ayer por la noche. Mucha gente fue a escucharla -17 personas-. Los candidatos de Carrió en Entre Ríos son los de la Sociedad Rural, ex UCR; y el socialismo. A Victoria Donda, qué pena, la dejaron afuera. Carrió fue a sembrar de bosta a sus aliados entrerrianos.
Sus candidatos a diputado nacional son empresarios primitivos que, de tanto repetir que el campo existe, quizás, se lo crean. La patrona que, por Entre Ríos, la representa en silencio en la Cámara de Diputados de la Nación, es sí, además de empresaria primitiva, del campo: vive en Recoleta.
El empresario primitivo que habla, desgrana qué es el campo. Es, en síntesis, Paraná -la ciudad capital- contra Concordia- segundo distrito electoral, bastión del peronismo, ex distrito industrial (hasta el peronismo de Menem y Busti) ahora, nuestro conurbano entrerriano- es decir, un barniz de geografía conservadora, de mapas escolares, para la vieja disputa de derechas e izquierdas que, por ironías de la historia, se sitúa en el eje peronismo versus republicanismo.
Si el campo existiera, sería la patria. 
Las conjuraciones y los miedos. Cabecitas negras. Un gran cuento de Germán Rozenmacher
En el video, alguien, que no se ve -de acento campestre: bien de la República de Palermo- dice "Concordia fue una potencia". Pino Solanas supo explotar este mito -profundamente reaccionario- que engalanó a la miserable cultura  de la oligarquía. El natural, el buen salvaje, el indigenismo, el criollismo, la ecología anti industrial, el mito de la nación rica empobrecida por la política, requieren de La Hora de la Espada.
“Llevo en mi la patria entera
Que es una dulzura cordial,
Como la miel del panal
Lleva en una gota la pradera”

 Suena contradictorio. No lo es.  El miedo es la "conurbanización". Ese miedo se conjura inventando un campo, que, como sabemos, no existe. El campo es una invención literaria. Y musical. De Ricardo Guiraldes. Una vuelta de rosca de el gran José Hernández. Si "el mundo demanda nuestros alimentos" es, entonces, prueba irrefutable de que el campo existe. Sí. Pero como invención literaria. Es la inversión, la contracara, de El Matadero, de Esteban Etecheverría.  Sombra terrible de Facundo, el campo existe, para evocarte.  En reproducciones de Molina Campos, al lado de las fotos de minas en pelotas, se consigue en los talleres mecánicos. Como en el Segundo Sombra, el campo -un género literario- es fundamentalmente, un asunto Moral. Con mayúsculas. Un contrato. Con minúsculas. Un Pacto, pero republicano. Una joda para Tinelli. 

4 comentarios:

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  3. Exelente.
    El Puto (Barracas)

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  4. De los 17 que fueron, diez eran periodistas!!.¿Que sabes de los yanquis(de asuntos latinoamericanos) que vienen a reunirse a menudo con De Angelis??

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