Fito Páez

Fito Páez escribió esto.  Los infaltables estrategas de la nada -ver el caso de Ibarra y Cerruti que tienen la clave para una buena campaña del Frente Para La Victoria: básicamente, que ellos nunca hubieran gobernado, así Cristina no tiene que cargar con ese muerto (perdón por la metáfora)- salen con el compás y la regla a explicar cómo se deberían hacer las cosas. Nunca faltan. Son los que se callan la boca cuando hay que morder, y en el momento menos oportuno, generalmente preparando el desbande hacia el próximo puerto "del progresismo", ése que reparte bancas con un partido y un pasado nuevo cada dos años -pionera fue Graciela Ocaña en encontrarle "progresismo" a De Nárvaez-.
Fito Páez expresa la extrañeza de un cambio que tiene reflejos institucionales: el pasaje del radicalismo de un partido atrapatodo a esta derecha pueril, mersa, vulgar que expresa la comparsa de los globitos y las frases huecas de Macri, Alfonsín, De Narváez, Giudice, Agua, Benedetti, Barletta, Morales, Sanz, Cobos, la Mesa de Enlace. Fito verbaliza la misma verguenza que sienten la mayoría de las personas que se alegran con el triunfo de Macri: la verguenza de verbalizarlo, la verguenza social, puritana, culposa, de ser, sencillamente, eso. ESO. Con globos, cantitos, actitudes de pendeviejos, nabos, irremediablemente nabos. No son, claro,eso. Son Clarín, son la Mesa de Enlace, son el reemplazo del Partido Militar, son la bosta, el campo, las torres gigantescas, la tilinguería de Puerto Madero, la nada sutil bobería de Las Cañitas, son la derecha. Y les da verguenza.
Es verdaderamente muy divertido todo esto.
En serio.
Es muy divertido.