14 de agosto.

De cara a las internas abiertas y obligatorias, el esquema presentado por el Grupo A de generar un clima anti K con las elecciones de Capital federal (primera y segunda vuelta), Santa Fe (primarias y generales provinciales) y Córdoba, que define hoy, tiene el anticuerpo de que, el escenario de ruptura del Acuerdo Cívico del Club Social -va dividido con Binner, el gobernador soviético, El hijo De alfonsín, la Naranja Mesiánica- y el peronismo federico -Saá por un lado, Duhalde por el duhaldismo disidente (el duhaldismo original postula al hijo De alfonsín)- implica que la cantidad de votantes sea decisiva para la interpretación de los votos válidos: ergo, la única fuerza política de alcance nacional, el Frente para la Victoria, con un claro liderazgo, cohesión y perspectiva, resulte beneficiaria.
Resueltas con ruptura las internas del Grupo A, la predisposición de los ciudadanos de Córdoba, Santa Fe y Capital Federal a votar nuevamente, es menor. A diferencia de estos ciudadanos, los indios de la provincia de Buenos Aires, el mayor distrito urbano y de grandes ciudades, votan por primera vez, hay internas reales y disputas concretas a nivel, prioritariamente, de concejales. Súmele, compadre, que la no resuelta pero resuelta interna del Grupo A llevará a ese sector social de alta calidad votística a hacer pelotudeces con la boleta, cortándola tipo salamín con queso, y con este sistema electoral nuevo (que no es un elogiable mamarracho como el de binner y Clarín en Santa Fe, que produjo carradas de votos nulos) hay un porcentaje ínfimo pero mayoritariamente de derecha que quedará perdido en las intenciones del amor, sin copular. Sin consumar el acto. Dice el Código Penal, que es la biblia de los pobres.  A diferencia del Código Civil, que es el Manual de Estilo de la gente bien.
Así es la vida. Así es el amor.
Alcira Argumedo, el hombre que necesita este país, no alcanza el 1,5% de votantes de baja calidad, alta calidad, ISO 9001 ni ningún porcentaje, una pena. Chau. Buenas noches.