miércoles, agosto 17, 2011

Federal, nacional y popular

Sobre San Martín


Se dio cuenta de que todo estaba perdido. Y allí, seco de tristeza y amargo de pesar, decidió volver a Europa. Su bergantín debía pasar por Buenos Aires, y nuestro hombre no tuvo más remedio que mirar a su tierra desde la banda de un barco con bandera extranjera. Fueron 6 interminables días.

El pusilánime de Lavalle, tratando de apaciguar el galimatías que él mismo había creado y consciente del enorme prestigio de nuestro hombre, trató de congraciarse con el gauchaje y envió un par de misiones al bergantín para tratar de convencerlo de tomar el mando del Ejército Grande. Nuestro hombre sabía que era sólo un paso de comedia en el medio de una vil tragedia.

Hoy no alcanzo a imaginar la pena de nuestro hombre, abrazado a su hija, condenado a no poder pisar la tierra que tanto amaba. En cuanto el silbato del inglesito contramaestre anunció su retorno a Europa, nuestro hombre derramó la que sabía era su última lágrima por esta tierra.

Era tan federal como Rosas, tan popular como Perón y tan idealista como Néstor. 



Más, acá. 

3 comentarios:

  1. che, eso no es un párrafo de la nota nota del blog cartoneros de san telmo?

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  2. justamente, por eso pongo el link, para que se siga leyendo en ese blog, corazón.

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