Contesta Barragán:
La vida es sorprendente. Beatriz Sarlo para criticar a Randazzo y defender a Joaquín Morales Solá y a la gran prensa independiente argentina donde ella publica sus escritos breves y difunde sus análisis en proclamas sonoras tomó como caso testigo a Tinta Roja, un pequeñísimo programa que va de 13:00 a 14:00 en Radio Nacional con Cynthia Ottaviano, Thelma Luzzani, Mariana Moyano, la muy esporádica participación de Artemio López y la mía. Aunque eligió agarrársela con Ottaviano y conmigo.
Las críticas de la crítica literaria fueron básicamente las mismas que recibe 678 o cualquier medio simpatizante del gobierno: que nosotros mentimos cuando denunciamos operaciones de prensa porque la realidad es que La Nación y Clarín hacen todo bien. No me voy a extender en esto porque me voy a permitir ocuparme sólo de la parte que Sarlo me dedicó particularmente. No por mí, sino porque creo que implica una avanzada que va del plano de la discusión al de la impugnación.
Sarlo de manera resumida y muy prolija dio su definición sobre qué es Tinta Roja y quiénes lo hacen. Cuando llega mi turno Sarlo dice (y es sic) “…está Barragán haciendo sus chascarrillos habituales, o sea que hace doble turno, Barragán. Parece uno de esos inmigrantes de comienzos de siglo que trabajan las 24 horas haciendo lo mismo, porque hace doble turno con 678 a la noche.”
Sarlo de manera resumida y muy prolija dio su definición sobre qué es Tinta Roja y quiénes lo hacen. Cuando llega mi turno Sarlo dice (y es sic) “…está Barragán haciendo sus chascarrillos habituales, o sea que hace doble turno, Barragán. Parece uno de esos inmigrantes de comienzos de siglo que trabajan las 24 horas haciendo lo mismo, porque hace doble turno con 678 a la noche.”
INMIGRANTE DOBLE TURNO
Gonzalo llegó de España alrededor del año 1933, era mi abuelo Gonzalo González, (porque mi nombre legal es Carlos Adolfo González Barragán, pero por esos misterios desde primer grado todo el mundo decidió llamarme sencillamente Barragán, el de mi madre, descartando el resto). Gonzalo venía de Préjano, un pueblito de montaña en el centro de la Rioja española. Había trabajado en las minas de carbón desde los 11 años, porque el tamaño de los niños era el ideal para pasar por aquellos túneles estrechos y profundos que dejaban pesadillas de por vida a sus sobrevivientes. Fue un inmigrante de principios de siglo que apenas llegó se fue a Balcarce a la cosecha de papas; me contó más de un vez -más de varias, como hacen los viejos- que la cosa consistía en colgarse una bolsa a la cintura, agacharse y escarbar el suelo para depositar las papas en la bolsa. Llenar la bolsa y descargarla en un carretón, y anotar la carga porque cada una sumaba los centavos que se convertirían en los pocos pesos que eran la paga del inmigrante. Mi abuelo Gonzalo debió haber trabajado doble turno en aquellos tiempos. Supongo eso porque a pesar de haber sido un pibe de 16 años él recordaba muy bien cómo le dolía todo el cuerpo cuando llegaba la noche y se iba a dormir en alguna tienda de campaña, o debajo de las grandes y altas carretas que transportaban la riqueza de la tierra.
Gonzalo llegó de España alrededor del año 1933, era mi abuelo Gonzalo González, (porque mi nombre legal es Carlos Adolfo González Barragán, pero por esos misterios desde primer grado todo el mundo decidió llamarme sencillamente Barragán, el de mi madre, descartando el resto). Gonzalo venía de Préjano, un pueblito de montaña en el centro de la Rioja española. Había trabajado en las minas de carbón desde los 11 años, porque el tamaño de los niños era el ideal para pasar por aquellos túneles estrechos y profundos que dejaban pesadillas de por vida a sus sobrevivientes. Fue un inmigrante de principios de siglo que apenas llegó se fue a Balcarce a la cosecha de papas; me contó más de un vez -más de varias, como hacen los viejos- que la cosa consistía en colgarse una bolsa a la cintura, agacharse y escarbar el suelo para depositar las papas en la bolsa. Llenar la bolsa y descargarla en un carretón, y anotar la carga porque cada una sumaba los centavos que se convertirían en los pocos pesos que eran la paga del inmigrante. Mi abuelo Gonzalo debió haber trabajado doble turno en aquellos tiempos. Supongo eso porque a pesar de haber sido un pibe de 16 años él recordaba muy bien cómo le dolía todo el cuerpo cuando llegaba la noche y se iba a dormir en alguna tienda de campaña, o debajo de las grandes y altas carretas que transportaban la riqueza de la tierra.
vieja turrraaa!!!
ResponderBorrarMarcela
las botas tienen que ser nehgras sarlo
ResponderBorrarNo se la puede llamar Yegua, es una mula vieja chota y empacada.
ResponderBorrarViste que yo siempre te lo decía?! La gente de muy izquierda es jodida jodida, che...
ResponderBorrarCreo que Sarlo ya no es de la UBA desde hace algunos años. Lo penso mejor. En LA UBA hy unos mangos pero nunca tantos como con sus nuevos jefes.
ResponderBorrarComo bolacear no causa dolores en el cuerpo, salvo que somatice la culpa, Barragan puede hacer doble turno de bolazos y boludeces sin consecuencias físicas(y siempre pagado por el Estado). Lindo curro!
ResponderBorrarUno diría, de mal pensado nomás, que ciertas mujeres, a cierta edad, no debieran trasladar sus carencias (propias de solteronas desatendidas - peor si es simple desatención) al análisis político.
ResponderBorrarNo es lo mismo, además, cómo no ser solidario con Barragán, que parece más bueno que el pan de hoy, maltratado por este especímen. Uno mira a la jovata, y listo, la imagen explica todo.
No, pará Gaucho. La "gente de muy de izquierda"... no. esta sinverguenza, mercenaria de la escritura, querrás decir. Esta sinverguenza aposta al que mejor le paga, ya se sabe esto desde sus épocas de "moza", cuando se paseaba con una tremenda cruz por la universidad y era afin a Guardia de Hierro-Dimitris. Después paso por el PCR, aunque cueste creer, fue la primera en hablar públicamente de los desaparecidos hacia el fin de la dictadura. Ahora es difícil imaginar a alguien que se autodegrade a niveles tan bajos y sucios como esta mujer. Hacer la apología del Joaco es ya revolcarse en la cloaca de la represión genocida, sin pudor, sin valores morales. Hay un libro muy bueno escrito por un académico canadiense y una militante argentina que la desnuda de cabo a rabo: "La significación omitida".
ResponderBorrarMiren bien, es un curvo, hasta el pico le está creciendo.
Barra, te bancamos todos, no aflojes ni "debajo del agua".
El Puto de Barracas (hijo de militantes del PRT)
Uno puede ser cinico, cretino e inteligente, una cosa no quita la otra.
ResponderBorrarClaramente no es el caso de Beatriz Sarlo.
"Los medios de comunicación no influyen tanto" - Beatriz Sarlo
Que profundidad propia de un investigador de la UBA !!
De donde salio esta pelotuda ? UBA querida !! Como te desacreditan !!
N.-
Barra se rebaja mucho al contestarle a este esperpento de prestigio caduco.
ResponderBorrarY se murió León Rozitchner, gente. Lo tuvimos 87 años con nosotros y fue poco... si dios existe (coincidiendo con Riddick) es un hijo de puta. Tambien era docente en la UBA (¿con los impuestos de quien más a a ser, corazón?)
LUCAS: Llamarla "la Mirtha Legrand de la UBA" a BS es un hallazgo admirable. Te felicito. Jose Pablo Feinmann la había llamado "la Victoria Ocampo del siglo 21", lo cual es ingenioso pero lo tuyo le gana por lejos.
ResponderBorrarUn abrazo
Eddie
No Gaucho, no, la gente de muy de izquierda no, ESTA MINA LO ES. Una mercenaria de la escritura, una sinverguenza desfachatada que se vende al mejor postor sin escrupulos. Allegada a Guardia de Hierro, pasó al PCR y de ahi a varios lugares más. ¿De izquierda???? nunca fue de izquierda esta mina, miraba de reojo para la izquierda cuando ser de izquierda era "in", cuando las papas quemaban se metió debajo de la cama... pero siempre estuvo en la derecha. Como intelectual es mediocre, relamida, mala escritora que se limita a resumir lo que otros ya han dicho. Ahora, en el presente, es difícil imaginar a alguien que se rebaje a niveles tan bajos como hacer la apología de Morales Solá, el relator del Operativo Independencia en Tucumán, cómplice del genocidio y hasta fotografiado en la entrada de una campo de concentración rodeado de milicos. Eso es esta mina, esta mercenaria, Beatriz Sarlo (apologista de López Rega).
ResponderBorrarEl Puto de Barracas (hijo de militantes del PRT - dale Lucas, lindo, poneme este post))
Más bien: La gente de muy Izquierda...no puede decir que es de derecha. Aplica los textos de izquierda...los complejiza para que nadie entienda un carajo y a partir de ahí él se establece como juez. Agarra el izquierdómetro y empieza a calificar...Entonces, ahora nos empezamos a dar cuenta que esta mina de izquierda lo único que puede tener es la mano de su calle.
ResponderBorrarQuè vieja de mierda
ResponderBorrarBueno, aclaremos algo. Esta dama tampoco es de mi agrado. Siempre pensé que era una típica burguesa amante de las revoluciones sin dolor y los obreros sin olor. Pero solterona no es, ¿OK? Está en pareja -ignoro si formalmente casada- desde hace casi 30 años con Rafael Filippelli.
ResponderBorrarEddie
LUCAS:
ResponderBorrarA mi también me dolió la muerte de León. En mi blog dejé una breve nota como recuerdo.
Eddie
me parece q hay lugar para todos en las formas del pensamiento,,,y aunque yo no concuerdo con Sarlo no significa q no pueda escuchar o leer lo q dice,,,no tenemos porq desmerecer las ideologias q no concuerdan con las nuestras,,,si todos pensaramos igual no habria libertad de expresion!!! me parece q destilar odio porq es gratuito, no conduce a nada,,,q cada uno sostenga lo q piensa sin descalificar me parece un paso fundamental para seguir creciendo como democracia...sino miren al pasado. Saludos
ResponderBorrarMartin...Estudiante de Cs de la Comunicacion UBA