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Domingo 02 de octubre de 2011 | Publicado en edición impresa
Tensiones con Washington y con Brasil
Washington está votando contra la Argentina en los organismos internacionales de crédito. (¿en cuales? ¿cuándo, qué créditos?) En los últimos meses ha hecho otra cosa menos conocida: obstaculizó todas las gestiones argentinas para refinanciar la deuda en default con el Club de París (ah, ok: no quieren que paguemos la deuda. Bue). Brasil hizo suya la política aduanera de Guillermo Moreno (¿no era mala esa política? Doy por sentado que si lo hace Brasil, para vos pasa a ser bueno), aunque con métodos más previsibles (ah, ajá, ¿pero qué carajo es "métodos previsibles"? ¿No es mejor hablar de los distintos códigos aduaneros, del Mercosur y la jurisprudencia internacional -la OMC, por ejemplo- y las cuestiones de divisas que de "métodos previsibles" que, si uno no sabe todo lo anterior, ni por puta pueden ser previsibles), y decidió frenar las importaciones argentinas en rubros en los que nunca antes había puesto reparos (¿en cuáles? ¿Cómo saber que "nunca antes puso reparos" si no decís cuáles rubros? ¿Y a qué se debe esto, la crisis internacional, por ejemplo, no tiene nada que ver?). Esos son los casos más espectaculares (¿CUÁLESSSSSSSSSSS?) y recientes (¿?) de los problemas externos argentinos, aunque no son los únicos (¿de cuáles?). Cuestiones políticas y económicas influyen en los procedimientos de un mundo que cambia con un ritmo rápido y confuso (¿de verdad? Lo voy a tener en cuenta, no sabía que la política y la economía influían en el mundo, groso!).
Las votaciones de los Estados Unidos contra créditos a la Argentina (dos veces en el Banco Interamericano de Desarrollo y una próxima en el Banco Mundial) (ah, al fin, aunque no digas de qué créditos: bueno, la "próxima" en el Banco Mundial revela, por lo menos, tu fuente: la embajada de EEUU. Ahora bien, suena más bien a apriete que a previsibilidad adelantar un voto que los lectores no sabemos sobre qué es, qué crédito, etc. Y más, no da para pases por alto las normas y procedimientos de estas votaciones, porque sino nos enteraríamos todos que están chamuyando y apretando. Lo que no decís es que EEUU dijo que exeptuaría los créditos "para los más humildes" o sea, que no permitiría la refinanciación de los bonos, de manera tal que junto con el Grupo A contra el Fondo De Desendeudamiento, Argentina no pueda pagar las deudas contraídas por Menem, De La Rúa, Chacho Álvares, Saá y Duhalde) significaron una sorpresa hasta para Cristina Kirchner (mentira, hasta yo lo sabía). Las cosas no venían bien con Washington, pero ningún diplomático argentino advirtió de antemano el endurecimiento de la administración Obama. Una fuente de la poderosa (te gusta...) Secretaría del Tesoro norteamericana calificó como una "crisis en la relación" (ah, re seria la calificación: contales que fuera de la jeringosa de revista femenina, a ellos le bajaron la calificación -la de verdad- de su deuda externa) lo que está sucediendo con la Argentina en los organismos internacionales.
Las gestiones embrionarias que se han iniciado entre ambos países amenazan con no prosperar ("amenazan con no prosperar") si el gobierno argentino dejara de responder a los muchos planteos de Washington (se nota la amenaza...tuya). Por primera vez (¿?), la administración norteamericana les reprocha a los argentinos hasta el singular método de Moreno (¿a Brasil no se lo reprochan?) para trabar las importaciones (yanquis) en la puerta de la Aduana. Hasta ahora, esas inquietudes habían quedado encerradas en conversaciones reservadas entre diplomáticos de ambos países (ah, ahora, te usan a vos de apretador).
¿Qué pasó? ¿Por qué Washington decidió inaugurar una ofensiva contra la Argentina en lugares donde podría afectarla seriamente (ehhhh, me perdí algún párrafo, cuál es la OFENSIVA?)? La primera versión norteamericana (y la única) es que un fuerte lobby de empresas y tenedores de bonos en default presionó sobre el Congreso (y sobre vos), que en Washington es un importante factor de poder (¿cómo, es una escribanía de tenedores de bonos? Qué feo eso!) . El Congreso norteamericano está ahora bajo la decisiva influencia del ala más conservadora del opositor Partido Republicano. Obama tiene muchas razones propias para pelearse con los republicanos como para pelearse también por la Argentina , dijeron en Washington (¿No murió Washington, o es que todos los habitantes de esa ciudad te dijeron lo mismo? Guarda con la factura telefónica, Joaco)
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El eficaz lobby contra la Argentina (muy eficaz, sí: lleva unos siete años fracasando) es impulsado por la empresa eléctrica Azurix Corp., una ex concesionaria en la provincia de Buenos Aires a la que le cancelaron el contrato anticipadamente (ah...¿y porqué le "cancelaron" el contrato? ¿No da para contar ese detallecito?). Inició un juicio en el tribunal internacional del Ciadi (por cláusulas menemistas en el contrato, otro detallecito), que ganó. La Argentina nunca pagó el resarcimiento estipulado por el tribunal (porque justamente para pagar debía la empresa no acudir al CIADI: ¿o estás en contra de eso también, Joaco?). Los bonistas en default, un grupo belicoso y activo, está formado por los tenedores de deuda argentina en default que no quisieron entrar en los canjes de 2005 y de 2010. Los congresistas republicanos que militan en el derechista Tea Party son buenos receptores de la presión de empresarios y bonistas (qué lindo).
Hasta aquí las razones que muestra el gobierno de Obama (no,que mostrás vos, Joaco). Son ciertas, sin duda (juaz!). Pero ¿tiene voluntad el Ejecutivo norteamericano de hacerle más fáciles las cosas a la Argentina? (¿Debería tenerla?) El episodio (delictivo) del avión norteamericano en Ezeiza, detenido y decomisado en febrero pasado, había provocado ya una fuerte gestión de Washington para obligar a la Argentina a cumplir con todos los requisitos para una refinanciación de su deuda con el Club de París (ahhhhh, ¿entonces, para que nos permitan pagar la deuda con el Club de París hay que permitirles entrar drogas y armas sin declarar? ¿Esa es la previsibilidad que a vos te gusta, la de los cargamentos clandestinos, las tropas extranjeras, las armas sin declarar, las drogas, ésa era, Joaco?). La posición de Washington es clave: el gobierno argentino está reclamando una solución heterodoxa, que los norteamericanos rechazan.Lo que sucedió con el avión fue una agresión que nadie, ni Hugo Chávez, nos había hecho antes , aseguró un funcionario de Washington (un toque exagerado, teniendo en cuenta que a esos aviones del ejército yanqui en otros países los reciben a bombazos, pero sí es cierto que no están acostumbrados a que un país les haga respetar su soberanía, sus leyes y las leyes internacionales).
El avión militar norteamericano llegó a Ezeiza en el marco de un convenio bilateral de cooperación para entrenar a la Policía Federal. El canciller Héctor Timerman participó personalmente del decomiso de la mercadería. Las valijas se abrieron con un enorme alicate delante de los fotógrafos. Dentro de ellas estaban las claves secretas del Pentágono, que debieron ser cambiadas de inmediato (y drogas y armas ilegales y la negativa a abrir los containers: ¿eso figuraba en los convenios? ¿No te gusta que se respeten los convenios bilaterales, como corresponde?).
Funcionarios argentinos aseveran que la Presidenta sabía que se revisaría el avión. Cristina no sería Cristina si hubiera desconocido semejante decisión de su gobierno (muy cierto, Joaco). Sin embargo, esos funcionarios aseguran que ella desconocía que Timerman haría la gestión personalmente (¿en qué quedamos? No puedo parar de reírme con tu capacidad de fabular....). La presencia del canciller en Ezeiza le puso dramatismo a la situación (ah, ajá: yo pensé que jerarquizaba el operativo y por tanto el respeto al convenio bilateral) y convirtió en inverosímil cualquier explicación posterior (la de los yanquis fue inverosímil, Joaco). Un mes después, la justicia argentina decidió archivar el caso porque no encontró ningún delito de parte de los norteamericanos (No es así, Joaco: el caso derivó en la justicia por la negativa yanqui a mostrar sus equipamientos militares. Una barbaridad, Joaco, pasa que a sos un cipayo de pocos sesos, o te garpa la embajada y sos muy mercenario). Washington no olvidó lo que calificó como una "trampa" argentina.
Los reglamentos del Club de París indican que los países que aspiran a refinanciar una deuda deben tener una relación normal con el Fondo Monetario. La Argentina no quiere someterse a la revisión anual a la están obligados todos los países miembros del Fondo (a vos te encantaría, decilo). Amado Boudou entrevió que el cumplimiento de ese requisito es inevitable. Viene prometiendo un acuerdo con el Club de París desde que asumió la conducción económica, porque su proyecto consiste en que la Argentina retorne cuanto antes al crédito internacional (¿de dónde sacaste eso?). Siempre choca con el Fondo y con los Kirchner (no choca, corazón, con "los Kirchner", sucede que es ministro de Cristina).
Ha vuelto a chocar en los últimos días. Boudou estuvo en Washington en días recientes y mantuvo algunas reuniones reservadas con directivos del Fondo. La Presidenta se interpuso (y quebró cualquier acercamiento) con un duro discurso público, en el que llamó "terco" y "necio" al Fondo (bueno, lo mismo le dicen en casi toda Europa, y también la Tía Party yanqui de la que estás enamorada). Cristina y su ministro no siempre piensan lo mismo.
Es cierto, como dijo Cristina Kirchner, que el Fondo suele mezclar ajuste y recesión, y que esa fórmula no dio resultados hasta ahora (pero insiste con esa fórmula, Joaco: a eso en mi barrio le dicen necedad y terquedad. Bah, le dicen guacho pistola). La propuesta de ajustarle el cinturón a un cuerpo famélico terminó por voltear a un gobierno democrático argentino en 2001. El problema es cómo y dónde lo dice (ahhhh, todo un tema, jajaja). Esas palabras de ruptura (no, Joaco:integramos el FMI, aunque hayamos saldado la deuda de Videla, Alfonsín, Menem, De La Rúa, Chacho Álvarez, Saá y Duhalde) las pronunció en una tribuna electoral en Mendoza. La Argentina es miembro del G-20 y podría llevar allí sus consejos y su experiencia (ya lo hizo, Joaco: y la propuesta fue aceptada).
Sea como sea (?????), Boudou estuvo más cerca de la posición norteamericana. Washington acaba de explicar sus votaciones contra la Argentina también en la relación irregular del país con el Fondo Monetario. No quiere soluciones heterodoxas argentinas sobre la deuda con el Club de París.
Varios países venían siendo muy críticos de la Argentina en los foros internacionales por su política aduanera. El conflicto ahí no se refiere a la existencia de buenas o de malas reglas, sino a la inexistencia de reglas. Washington lo acaba de subrayar en las explicaciones sobre sus ásperas votaciones. Nunca antes había hablado en público de la Aduana de Moreno (ni lo hizo ahora: vos lo decís basado en una cobarde-si existe- "fuente de Guayintong").
En ese mismo camino, Brasil acaba de anunciar que demorará casi sin plazos las importaciones argentinas de golosinas y galletas, rubros que nunca había cuestionado antes (al fin el dato! Bueno, es una boludez grande como tu pelada: preguntale a ARCOR si "nunca había cuestionado antes". Ahora, si Brasil lo hace está bien, si Argentina lo hace, está mal: ja) . La devaluación del real es ya un cambio importante en las condiciones de las exportaciones argentinas a su principal vecino y socio comercial. También mermó significativamente la venta de automóviles en el mercado brasileño, que antes había promovido el incesante crecimiento de la industria automovilística argentina (¿también es culpa de Moreno el bajo crecimiento del mercado interno del Brasil? Mierda que tiene poder Guillermo Polémico, eh).
Algunas cosas deben interpretarse como represalias de los empresarios brasileños por el imprevisible autoritarismo de Moreno (ah, claro, son seres sensibles: yo pensé que buscaban vender ellos sus productos y por eso frenar las importaciones...). Camiones brasileños cargados de huevos de Pascua no pudieron entrar en la Argentina en abril pasado (oración de antología: Mordisquito, ¿qué dirías sobre semejante pelotudo?). Ahora existe un reclamo brasileño porque la Argentina impide la importación de zapatos.
Otras cosas son las consecuencias de un mundo en crisis, cuando los países tienden a encerrarse en el viejo proteccionismo (ah, que nada tienen que ver con las políticas de Guillermo Polémico, ¿no?). La Argentina perdió el derecho a quejarse (ahhhhhhhhhhhhhhhhhh, bueno: ¿pero entonces no deberíamos llamar a la SIP, ADEPA y FOPEA?), porque echó mano antes que nadie a esa agresiva herramienta (¿¿¿?????). El mundo y sus normas, la economía y sus vaivenes son los límites tangibles para el paraíso político que habita el kirchnerismo (chau, Joaco, seguí participando).
Así que nadie les había hecho nunca algo parecido a lo del avión? ¿Y el avioncito espía que cayó en territorio chino y les devolvieron prolijamente embalado, separado pieza por pieza?
ResponderBorrarMe gustó la frase de los huevitos de Pascua. Hermosa.
Marcelo, el gaucho
Es "apriete" Lucas, ya se que suena medio mal pero bueh.
ResponderBorrarAprieto
Aprietas
Aprieta
Apretamos
Apretáis
Aprietan
Pierde la i en esas 2 conjugaciones. raro
http://goo.gl/PbuEY
Por favor borrá este comentario después de leerlo. ;)
Gracias, Víctor. Ahora lo corrijo.
ResponderBorrarseguí cavando joaco, así te agachás más cómodo
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