Luz:
Articulo de Nestornautas:
Articulo de Nestornautas:
RECLAMAN LA VUELTA DEL ESTADO BOBO
En la edición de la corneta de hoy destacan la visita de funcionarios del gobierno nacional a la planta de Siderar, la empresa principal del Grupo Techint en la Argentina, y que hace un tiempo fuera eje de la disputa entre el gobierno y la multinacional del acero, ante la negativa de ésta a permitir la participación de directores en representación del Estado; que cuenta con aproximadamente el 26 % del capital de la sociedad, a través del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS), que maneja la Anses.
La discusión no era -como lo planteaban los medios hegemónicos- para conseguirle conchabo a un par de muchachos de La Cámpora, sino algo más profundo: aprovechar la participación estatal en un conjunto de empresas que tienen posiciones dominantes en sectores estratégicos de la economía (y vaya si la fabricación de acero lo es), para orientar sus actividades en beneficio del país en su conjunto, y no sólo en virtud de los planes empresarios, mas cuando son firmas multinacionales; como sucede en el caso de Techint.
En ese contexto se inscribe la discusión por la distribución o no de más de 6500 millones de pesos de utilidades de Siderar provenientes de ejercicios anteriores; es decir si se reparten entre los accionistas, se capitalizan o se reinverten para expandir la capacidad instalada de la empresa y su producción.
De allí el interés del gobierno por forzar la producción (vía Siderar, empresa dominante en el rubro del acero en el país) de acero inoxidable: no es sólo un capricho de ama de casa de Cristina por ver con qué se fabrican las ollas de coina, tiene que ver con una idea estratégica de país: con desarrollo industrial, fabricante y proveedor de insumos extendidos (utilizados por otras industrias), y de paso, sustituir importaciones y ahorrar divisas, agregando valor a la producción.
En un punto es comprensible que Clarín no entienda esto: al igual que su socio en la AEA, el Grupo resiste la ingerencia del Estado socio, como se puede ver con conflicto permanente que plantea junto a La Nación en Papel Prensa; llegando al extremo de pretender impedir la actuación de los directores en representación del Estado argentino, aunque éste tenga el 28 % del capital accionario de la sociedad.
Y el hecho está relacionado (en cuanto a la perspectiva que tienen Clarín y otros grupos económicos del rol del Estado) con esta otra noticia:
Es claro que el decreto que dictó Cristina el pasado miércoles (aunque minimizado originariamente en sus efectos) ha pisado algunos callos, y los afectados empiezan a hacer lobby para sus intereses: cuentan para ello con la benevolencia de los grandes medios, que tienen además intereses empresariales bien concretos.
Y cuentan también con las usinas del pensamiento neoliberal que están entre las principales responsables de la crisis financiera internacional: las famosas "calificadoras de riesgo".
Hablábamos antes de Papel Prensa, y el caso del decreto que impone a petroleras y mineras la obligación de liquidar todas sus divisas provenientes de exportaciones en el país tiene similitudes con el de la papelera.
Cuando las empresas comprendidas en la medida señalan que con ella se incrementa la capacidad del Estado de aumentar su potencial de controlar el mercado de divisas, están diciendo "a contrario sensu" que antes eran ellas las que tenían cierta capacidad de control allí (haciendo escasear las divisas liquidadas acá, podían incidir en la cotización del dólar).
Lo mismo que dicen Clarín y La Nación cuando resisten la ingerencia del gobierno en Papel Prensa con el sincericidio de decir que el gobierno quiere controlar el papel, porque el que lo controla, controla la información. Confesión palmaria de que ahora la controlan ellos.
Cámara:
Segundo artículo, acá
DESESPERADOS POR UNA DEVALUACIÓN
Por A.C.
En la edición de Clarin del 27/10/2011, se dedican cinco páginas completas con diversas notas, a una supuesta situación de corrida cambiaria incontenible por la inminente explosión del precio del dólar.
Desde el editorial de página 2, titulado con gran estilo periodístico "Dólar, aprietes y futuro" , el editorialista Ricardo Roa, concluye que " La aplastante victoria de Cristina no logró desarmar expectativas que vienen de antes . El Central ha perdido reservas todos los meses del año y se han fugado hasta setiembre unos US$18.000 millones. Más que con aprietes, la respuesta está en las decisiones económicas pendientes , como un tipo de cambio muy por detrás de la inflación."
El hombre pide devaluar a los gritos para evitar la fuga de divisas. Pero se queda corto con la fuga.
Corto porque el mismo día 27, y en otra nota, un tal Daniel Fernandez sube la apuesta y dice que "El supuesto atraso del dólar, si es que existe, no tendría una magnitud tan importante para explicar la salida de US$ 20.000 millones en un año.". Pero alguien supera su apuesta.
En el mismo diario, y también el mismo día, en la nota titulada "Claves", un apostador anónimo vuelve a subir la apuesta a la fuga y dice que "La demanda de dólares se aceleró en los últimos meses. La fuga trepa a 21.000 millones en el año y ni siquiera el triunfo electoral de Cristina Kirchner cambió la tendencia."
En la medida que uno avanza en la lectura del diario, la fuga de divisas va aumentando (18, 20, 21 mil millones), y es lógico, porque el tiempo va transcurriendo entre página y página, y por lo tanto, la necesidad de devaluación también crece.
Acción:
El escenario quedó montado desde el mismo día en que las ninguneadas elecciones primarias, con la combinación de una alta movilización ciudadana y un lapidario plebiscito a favor de 8 años de gobierno, organizó las instituciones democráticas restando poder a las corporaciones.
Desde entonces, con más o menos talento o, lo que ya casi es lo mismo, con más o menos rabia, con más o menos majulización, el grado de aislamiento con la realidad tocó su punto más histérico: una cosa, decía Clarín, es la economía, que se mueve A PESAR de las decisiones del gobierno, por el viento de cola del mundo, y que llevó al triunfo de Cristina, A PESAR de que la economía del mundo está hecha mierda y como un viento de cola negativo después de las elecciones haría mierda todo. Los deseos convertidos en análisis políticos es una costumbre del Grupo Clarín desde el alzamiento de la oligarquía a esta parte: y lo hacen desde el timón de la AEA, dónde junto a Techint y la Mesa de Enlace cortan el bacalao de la economía argentina.
Que la economía está aislada de la política, es una brutal zoncera que pretende hacerse carne en la gente desde tiempos inmemoriales, y por eso el triunfo fue planteado como algo económico y no político, amén de resguardarse para los aspectos políticos -lo que ellos llaman "el ruido político"- que afecte sus intereses.
Es decir, toda medida que avance en la democratización de la propiedad de los medios, como manda la ley, o en la democratización de los monopolios y la concentración de mercado.
Nos tratan de boludos.
Es este mismo razonamiento -desplegado desde la conciencia de su propia derrota y sabiendo, el Grupo Clarín, que ahora sólo puede discutir desde dentro del Frente para la Victoria, o sea, cuáles razones fueron las centrales para el triunfo- se plantea la estrategia de disputar el dólar para reorganizar el frente neoduhaldista (en el 2002 encarnado por Alfonsín, Chacho Álvarez, De Mendiguren y Duhalde aportando los saqueos y las balas, en el 2011 la esperanza blanca del duhaldismo disidente se hundió patéticamente con Alfonsín y ahora, el neodualdhismo, vencedor en la República de Palermo, Recoleta y Barrio Binner, debería actuar de mano de obra, con perdón del término para viejas conchudas pero de manos manicuradas, en la nueva estrategia del pánico: salir a comprar dólares y, créame señora, perder guita. Por mera sobreabundancia de ideología) en conjunto con la Sociedad Rural, Techint y los devaluacionistas, acompañados de ser posible por cacerolazos ávidos de dólares.
Al mismo tiempo que, en ese estado psicótico, se puede plantear la verdad de las premisas: Cristina ganó por la economía a pesar de la política, pero la economía resultó inflada y era todo mentira.
No está mal el plan, es bastante típico en nuestra historia y tiene la factura de políticos que siempre escriben en Clarín y están a sueldo de Techint y han colaborado, patróticamente, en hundir el gobierno de Alfonsín, salvar la ropa del de Menem, enaltecer a De La Rúa para luego voltearlo y poner de cabeza a Duhalde, para luego enfurecerse con Kirchner porque "no quiere dialogar" cuando le llevaron el programa de gobierno.
Los depósitos en pesos siguen teniendo mayor rendimiento que los depósitos en dólares -que han ido creciendo, al ritmo (aunque menor) a la "fuga"- aunque la pérdida del sentido de realidad puede hacer que los grandes medios de comunicación, asesorados por ex presidentes del Banco Central y un fugazministro de economía convertido en payaso de chimentos, hayan apostado al dólar porque la crisis internacional llevaría a que luego de las elecciones, el dólar suba bastante.
Si en breve escasea la aparición mediática de los que pagan a chimenteros para que los retraten con Luciana Salazar o Juanita Viale no será sólo porque las urnas les dieron un baño de realidad; sino porque estafaron a estas mismas empresas con sus consejos financieros para ganar plata dulce.
Después de todo lo que está pasando, aún le dan bola a las calificadoras de riesgo como lo quiere hacer creer iecco? a mí no me importa, pero pienso que muchos las toman en serio y no solo la gilada; más en serio que los discursos de la presi, seguro. La puja por el control es el punto verdadero y está bueno remarcarlo porque de tan obvio se pasa por alto.
ResponderBorrarSe necesita capital y sería un desperdicio ir a buscarlo afuera teniéndolo acá, cualquier empresario lo pensaría de la misma forma. El asunto es que los objetivos de los socios no son los mismos y tampoco toman nota de las experiencias previas de la misma manera. El gobierno sí lo hizo con la crisis del negocio sojero, y tuvo que avanzar a ritmo más lento, y modificar las formas, que, se vé, sí importan. La opo verdadera, para la cual la política es un mal innecesario, sigue en su unidimensión económica, pues su naturaleza no le permite otra cosa. Lo que no pertenece a la naturaleza económica es la vagancia y la especulación y ahí es donde nace la imperiosa necesidad de un estado bobo y un gobierno corrupto y a falta de éstos, entran a marcar agenda: pobre el jubilado que quiso comprar dólares hoy y no pudo.