El año que viene, la campaña electoral, tendrá su Zeitgeist (uh, cómo estamos, eh) en los teléfonos. Los teléfonos se les llama, por pura nostalgia, a esos aparatos que, en un futuro próximo, reemplazarán los libros, los diarios, los rollos fotográficos, las tarjetas de crédito, las videos llamadas, los televisores, las cartas, y, encima, a los propios teléfonos.
El trastocamiento de la noción de tiempo (y por tanto de espacio) que produce esta modificación epistemológica (que no es, en mi criterio, un cambio de paradigma civilizatorio sino una aceleración de la modernadidad...sí, ya sé que yo jodo con la palabra posmoderno, pero también jodo con peronismo, con progresismo, palabras que...) es motivo de unas chantadas que estoy escribiendo, tituladas con pomposidad fúnebre, El Antiperiodismo. Muy lindo todo, ayer, hablé con Laura, me propuso dar clases en un centro cultural, muy lindo todo, voy a dar, justamente, este seminario. Con canciones de Pipo Pescador, para alegrar la muchachada. Qué groso era Pipo, pero yo prefería- lo siento- a Pepe Payaso y Ratontito. Ratontito era mejor que el Sapo Pepe.
La campaña electoral de 2013 servirá, en estas pampas húmedas y rabiosas, como anticlímax de la guerra sorda por ganar los teléfonos. Son, los teléfonos, el arsenal que, según Macri, derrotó y derrocó a Kadafi. ¿Se puede ser, para decirlo académicamente, tan pelotudo? Por dios. En la profunda imbecilidad de Macri pueden rastrearse las pistas de porqué transcurre una aceleración de partículas de la modernidad tardía y no un cambio de paradigma civilizatorio. La guerra sigue siendo el motor de la economía, el modo de producción, también, principal.
El teléfono rojo, ése que decidía la guerra y la paz, ese de vital importancia, ocurre, en la metáfora elegida, como suplemento, como soporte, de la aceleración, comunicacional, de las partículas. Parece que estoy diciendo puros bolazos. Y es cierto, señores.
Blogger va, junto con Android, el negocio de Google, a esa dirección. También, Facebook, también Twitter y Hotmail. O las empresas de Microsoft. La Nación ya tiene el mejor dispositivo para teléfonos. Y Clarín, mejoró su diseño, en esta dirección y tiene también su plataforma descargable. Por otra parte, en Argentina ya se producen los teléfonos más avanzados. Y es la crema del mercado en sudamérica (también Brasil, por escala) Y el año 2013, más allá de cómo devenga la crisis internacional, seguramente será un año de crecimiento alto, por las elecciones, por la modalidad kirchnerista.
El trastocamiento de la noción de tiempo (y por tanto de espacio) que produce esta modificación epistemológica (que no es, en mi criterio, un cambio de paradigma civilizatorio sino una aceleración de la modernadidad...sí, ya sé que yo jodo con la palabra posmoderno, pero también jodo con peronismo, con progresismo, palabras que...) es motivo de unas chantadas que estoy escribiendo, tituladas con pomposidad fúnebre, El Antiperiodismo. Muy lindo todo, ayer, hablé con Laura, me propuso dar clases en un centro cultural, muy lindo todo, voy a dar, justamente, este seminario. Con canciones de Pipo Pescador, para alegrar la muchachada. Qué groso era Pipo, pero yo prefería- lo siento- a Pepe Payaso y Ratontito. Ratontito era mejor que el Sapo Pepe.
La campaña electoral de 2013 servirá, en estas pampas húmedas y rabiosas, como anticlímax de la guerra sorda por ganar los teléfonos. Son, los teléfonos, el arsenal que, según Macri, derrotó y derrocó a Kadafi. ¿Se puede ser, para decirlo académicamente, tan pelotudo? Por dios. En la profunda imbecilidad de Macri pueden rastrearse las pistas de porqué transcurre una aceleración de partículas de la modernidad tardía y no un cambio de paradigma civilizatorio. La guerra sigue siendo el motor de la economía, el modo de producción, también, principal.
El teléfono rojo, ése que decidía la guerra y la paz, ese de vital importancia, ocurre, en la metáfora elegida, como suplemento, como soporte, de la aceleración, comunicacional, de las partículas. Parece que estoy diciendo puros bolazos. Y es cierto, señores.
Blogger va, junto con Android, el negocio de Google, a esa dirección. También, Facebook, también Twitter y Hotmail. O las empresas de Microsoft. La Nación ya tiene el mejor dispositivo para teléfonos. Y Clarín, mejoró su diseño, en esta dirección y tiene también su plataforma descargable. Por otra parte, en Argentina ya se producen los teléfonos más avanzados. Y es la crema del mercado en sudamérica (también Brasil, por escala) Y el año 2013, más allá de cómo devenga la crisis internacional, seguramente será un año de crecimiento alto, por las elecciones, por la modalidad kirchnerista.
Es más claro adónde va derivando el negocio de fabricar computadoras. Sus formatos, diseños. Cada vez más transportables. Y las tabletas. Y qué buenas que están Sofi y Luli, Sofi es más linda que Luli, pero en ese mundo mágico, todo es posible. Y Argentina tiene una política de estado de que cada alumno tenga una computadora de máximo nivel. Adaptable, para la escuela. Pero el kirchnerismo, además, tiene su base etaria principal entre los más jóvenes. Para el 2013, a pesar de la corte suprema de pollo, va a estar resuelta la impunidad judicial de los monopolios comunicacionales. Avanzada la digitalización de los canales. Resuelto lo de Papel Prensa. Traducido: Clarín se muda a la Web, ahí seguirá la batalla.
La gallina Turuleca, señores.
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