Sa-Sa-Sarlo!

Hay un Beatríz Sarlo una omisión, quién sabe si deliberada: la presidenta, Cristina, planteó que no se debería evocar Malvinas el 2 de abril, día de la "invasión" -esa palabra es discutible, más bien día de la guerra contra Inglaterra a partir de un reclamo de soberanía sobre Malvinas- sino otra fecha. Esa omisión es importante, porque la posición de Cristina al respecto no es, como pretenden equiparar algunos (Lanata, sobre todo) la misma que la de Galtieri o las dictaduras militares sino, y aunque suene feo decirlo, la de las cancillerías del período democrático. Es más parecida a la de, por ejemplo, Alfonsín, Menem incluso y etc, de lo que se quiere reconocer: lo que cambió es el énfasis, la precisión conceptual (un agregado con la marca de Cristina) y el contexto diplomático en el que se inserta: Mercosur, Unasur, distanciamiento en los temas que nos importan a los argentinos en la relación con EEUU y acercamiento en los temas que les importan a los yanquis (terrorismo, pero terrorismo de verdad: el que hizo dos atentados criminales contra argentinos civiles; y drogas, en el marco de la defensa del narcotráfico que impulsa EEUU y que argentina sin chistar adopta -con la venia de Bielsa, que es progresista- a pesar de un muy serio estudio encargado por ele entonces Jefe de Gabinete Aníbal Fernández contra el narcotráfico y a favor de la despenalización del consumo); distanciamiento con los organismos de crédito internacional, renegociación de la deuda externa y alejamiento de las directivas de la Organización Mundial del Comercio. Y, además, equiparar deseos -¿cómo saber los deseos de los colonos malvinenses, los psicoanalizamos?- con derechos es una boludez inemnsa, pero bue, ponele que lo dijo en el contexto de un reportaje (bien hecho, y respetuoso) el punto es la supuesto autodeterminación de quienes no se pretenden un país ni reclaman su soberanía, o sea, es un bolazo. Que de paso denosta el caro concepto de autodeterminación, que tiene implicancias jurídicas y políticas.


 Por último, el rencor la lleva a descalificar a 678, (en realidad es el rencor del diario La Nación, Sarlo no pone el énfasis ahí, sino La Nación que insiste en su derrota) cuando en su último libro, dice todo lo contrario. Libro que se vendió gracias a 678 aunque, claro, sus lectores -antikirchneristas enceguecidos- se habrán decepcionado: ahí Sarlo les cuenta porqué van a perder las elecciones y sacar el 2% de Carrió. Entre otras cosas, dice Sarlo, por la existencia de 678.
Pero siempre es un gusto escuchar voces inteligentes ante el torpe panorama de una oposición rendida a los pies de cuatro histéricos que gritan en los micrófonos y victimizándose ante la SIP y ADEPA. Hay muchas reflexiones inteligentes y profundas de Sarlo en este reportaje, que hay que entender y pensar y discutir, mis amores.
Y para el final "1.000 páginas cada uno" dice que uh, jajaja, y Rozín que le tira "me dijo Iván, que es un colaborador tuyo" o sea, es el que lee libros y le sopla al analfabeto funcional de Macri. Muy divertido, Mauricio es inculto, estúpido y le sale por los poros su espíritu de clase. La serie de estupideces que le hicieron aprender de memoria a Macri -que recuerda que el primer libro que leyó hablaba de Gandhi, la historia de India y el colonialismo inglés- lo lleva a contar que leyó su primer libro A LOS DIECISIETE AÑOS.
No es por joder a Sarlo lo de poner los dos videos, sino que aparecen en los relacionados de youtube, pero viene a cuento para notar el contraste: da gusto escucharla a Sarlo, pero más gusto después de semejante estúpido como Mauricio Macri. Listo, lo saco, si hay algo más divertido luego, me lo cuentan, chau.