lunes, abril 02, 2012

Cómo recuperar las Malvinas. Imperdible reportaje a un experto en temas geopolíticos



Cuando llegamos al hotel en que se aloja, sabíamos que su visita a Buenos Aires no pasaría inadvertida en los medios de comunicación de todo el mundo. No sólo íbamos a conversar con uno de los expertos mundiales en temas de alta complejidad tecnológica, versado en filosofía y autor de numerosos trabajos sobre los distintos conflictos bélicos que asolan el planeta, aportando siempre una mirada de conjunto que comprende los aspectos económicos y de la psicología social, sino que además, estábamos ante un hombre hosco, malhumorado, de parisino aire de Bon Vivant que podía terminar el reportaje insultándonos si se le antojaba. Sin embargo, los prejuicios previos nos jugaron en contra, por que nos encontramos con una persona humilde, sencilla, que destila inteligencia por todos sus poros y que, aunque es consciente de que ha sido nominado varias veces al premio Nobel de la Paz, prefiere evitar el asunto. Por supuesto, nos referimos a Lucas Carrasco, que ha sido entrevistado por él mismo en exclusiva para su blog personal. 
-Profesor, ¿considera que los avances en la genética pueden impactar en el campo de batalla para los nuevos desafíos militares de occidente en el siglo 21?


Naturalmente, agradezco la pregunta, pero prefiero no opinar. Sé que mi opinión, sobre un tema tan delicado, impacta de lleno en el desarrollo de las distintas guerras del planeta, por eso, mi asesor de seguridad, el Chelo Lima, entrerriano como yo -estuvo, además, en una charla que fui a dar en Concordia, buen tipo, el Chelo. Mal recordado por su payasada de hacer una guerrilla en Concordia, cosas que pasan, aprovecho para recomendar la película Tinta Roja- me ha pedido que evite estos temas, para no tener que sacar el aire comprimido si me atacan los agentes soviéticos. Le he explicado que los soviéticos ya recontrafueron, pero él, amante de los calendarios y las efemérides como todo setentista, insiste en que facebook nos espía.  


Maestro, ¿De qué lado se posicionaría en la guerra entre Florencia Peña y Andrea del Boca?


Naturalmente, del lado del vencedor. 
Debemos esquivar esas viejas dicotomías incruentas que desunían a los argentinos, por ejemplo, la de Sarmiento: Civilizado o julio Bárbaro. Esas son cosas de la argentina vieja, ahora estamos todos del lado de Bárbaro, o sea, del ganador. 


Doctor, ¿Qué siente al ser envidiado por una inmensa mayoría de argentinos que quieren alcanzar sus cumbres espirituales en cuanto a modestia, genialidad sublime, brillantez intelectual y capacidad onírica?


Naturalmente, siento mucho placer. Pero creo, sin ánimos de ofender a nadie, que las Malvinas deben reconquistarse a fuerza de debilitar a la derecha dura del partido conservador inglés en sus posiciones, operando, fundamentalmente, en el centroderecha, o sea, el partido laborista. Ahí hay una mayor sensibilidad con el tema de las excolonias, que es, además, el foco donde hay que hacer pie. Pero además, le adelanto algo: como nosotros, argentinos, no nos metemos en los temas que a los yanquis les importan (lo que ellos llaman terrorismo y en algunos casos es parcialmente cierto y lo que ellos llaman guerra a las drogas y en algunos casos es parcialmente falso) y por que los yanquis preparan un nuevo genocidio de campaña electoral sobra Irán, y pueden terminar arrastrados en la locura bélica israelí, no tienen posición tomada sobre Malvinas. Se hacen los boludos. Una radicalización, a la vez, de algunos países sudamericanos, puede inclinar la balanza, para que no jodan. Y una operación de conquistar el corazón en las excolonias, puede darse, con alquimia, en un principio de acuerdo para, de pedo pero sería un enorme avance, compartir recursos estratégicos en Malvinas. Pero no antes de las elecciones en Inglaterra, que coinciden, en el calendario actual, con el fin del mandato de Cristina. Y la salida de Malvinas requiere de una izquiwerda fuerte en Europa, cosa que no existe ni, parece, va a existir a mediano plazo, siendo optimistas.


Eminencia, no queremos robarle tiempo, pero debemos preguntar: ¿Cuánto influye, Su Alteza, la política interna en la exterior?


Naturalmente. No mucho, apenas un 137%. 


En ese sentido, ser de luz sin subsidios de edenor ¿cree que al actual gobierno de Londres le conviene poner el tema sobre el tapete? 


Naturalmente. Sino se hubiera agotado el tema acá, que tampoco prende mucho. Aunque me temo que, como Borges cuando provocaba al folklore y decía "de tanto pasarlo en la radio van a hacer que a la gente le guste" que va a pasar algo similar. El corte operado por Cristina en relación a una reivindicación democrática creo que puede constituirse en un mojón y cuenta nueva, perdón, en un nuevo piso de intervención en la memoria popular y las justas reivindicaciones territoriales. Hay que prestar atención. Puede que sea el legado más duradero de la gestión; aunque ojalá, ese legado, sea continuado con todo el marco de políticas sociales, económicas y culturales desplegado. La argentina, contra lo que se cree, aún incluyendo a la mayoría de las dictaduras asesinas, tiene, en política exterior, muchas continuidades. Y no digo continuidades berretas, conservas, patéticas como las políticas agrarias, sino cosas de las que estar orgullosos: la paz, el criterio de la paz y la diplomacia, es una. Aunque suene contradictorio, dicho justo un día en que se conmemora la locura de unos generales cobardes, asesinos de monjas esposadas. Locura que hubiera sido imposible sin la alucinación colectiva, claro, rabiosa de sangre que, naturalmente, ponen otros. Alfonsín tuvo dos grandes virtudes: oponerse a la invasión y, para alcanzar la presidencia, otorgar a la sociedad alucinada que entró pronto en la negación y la mentira, otorgarle una coartada autoexculpatoria. Nuestras clases medias, fundamentalmente, tienen un espíritu autoexculpatorio muy lindo, muy  bello, muy cruel. 


En síntesis, campeón mundial, ¿usted qué le aconsejaría a los imbéciles mediocres que, lejos de su cumbre de esplendor y sabiduría, están leyendo este reportaje, qué le diría a un simple mortal, completamente idiota, que quiera llegar, por esas vanidades de la gente, a ser alguien tan groso como usted? 


Naturalmente, le diría que la clave está en seguir negociando con Brasil, pero negociando desde una perspectiva integral, donde el asunto de Malvinas siempre esté, perdón pero quiero decir tapete, siempre quise decir tapete, la cuestión de Malvinas, decía, esté sobre el tapete. 


Lumbrera, usted que es un erudito,  díganos ¿Qué incidencia tienen los llamados BIRCS en este cuadro? 


Naturalmente, tanto Brasil como India, China y, muchísimo menos y casi nada pero....Sudáfrica, son países con vocación imperial, lo cual es grandioso para tenerlos como aliados, pero lejos. Objetivamente, a Brasil le conviene, por diferentes motivos, llevarse bien con argentina, y a Rusia le conviene el debilitamiento de Inglaterra, por que integra el eje anglosajón que le rompe las pelotas, igual que a China, en su zona de influencia. El problema es que un crecimiento de la dupla Francia-Alemania, que a su vez potencia a Inglaterra, es objetivamente inconveniente para la posición argentina. Y que tampoco hay muchas esperanzas en la izquierda europea en cuanto al colonialismo, pero las macroesperanzas sólo pueden estar en esa izquierda y en el entendimiento que esa izquierda tenga con la izquierda sudamericana y en el trabajo, que se viene haciendo muy bien, para que esa izquierda sudamericana tome el tema de Malvinas. Claro que ese tema va a ir de la mano del bloqueo, del bloqueo injusto, de EEUU a Cuba. 




Para finalizar, sabio, ¿cómo se siente al ser un intelectual respetado?


Bueno, me siento así, mire, cruzando las piernas sobre la rodilla. Y con una mano, posada sobre el cachete, me acaricio la barba y descanso. Pero sentarme, me siento como intelectual. Cruzando las piernas sobre la rodilla. 

1 comentario:

  1. Off-topic: no parece funcionar el blog de Café Las Palabras, Lucas (sale esto: http://www.godaddy.com/?isc=GPPT02C001&domain=cafelaspalabras.com).

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