miércoles, abril 11, 2012

Por cuatro días locos

El tipo que jugaba con botoncitos y a desarmar relojes que después los rearmaba perfectos. Excepto por un pár de piezas que, inevitablemente, quedaban afuera. 

Blogger , una empresa de google, en su pelea monopólica -cachafacez esbirros que juegan, claro, a otro nivel- contra otro monopolio, Microsoft, le acaba de asestar un golpe certero. No se trata de duopolios, Microsoft y Google se reparten los componentes del saber, el ocio, la educación y la comunicación, en todas sus esferas digitales; capturando mercados monopólicos. Intenté cambiar la imposibilidad de que a mi mail me lleguen los comentarios sin poder moderarlos desde ahí, teniendo que ir sí o sí a blogger, mi mail es de Hotmail (soy una antiguedad resplandeciente) y bueno, se borraron unos mil comentarios. Una maravilla.
Las agencias que trabajan para Macri y Clarín, como la Ese, de Souto, tienen sus robots mandando pelotudeces todo el día. Pero además, en las páginas independientes de este blog más posicionadas en determinadas palabras que les interesan a algunas empresas chinas, el bombardeo de spam es constante. E ingenioso. Prácticamente imposible de detectar los IP, por ejemplo. El asunto es que no puedo dejar de moderar los comentarios. Y eso me quita mucho tiempo. Al pedo. Cuando en realidad, los comentarios de los blogs migraron a las sobrevaloradísimas "redes sociales"; ese lugar donde conviven chicos ingeniosos con políticos superficiales y carradas de boludos que tienen UNA OPINIÓN  sobre cada programa de televisión existente en el mundo. 
Mamita.
Si ud se fija, no quedó en pie ningún comentario. Pido disculpas. Pero se puede seguir comentando, ya está arreglado, mis amores.

La chica que soñaba con un fósforo y un bidón de gasolina

El síndico Reposo (perdón por la ironía) es un hombre, justamente, de las "redes sociales" pero para pasar papelones. Tenía, hasta hace unas horas, por biografía que era "amante del golf", diosito santo. Después a no sorprenderse con estos voraces arribistas, que suelen mostrar, como perfil de vida, una superficialidad aplastante. Como todos los que, nos vamos enterando, rodean el novelón de la impresión de billetes, ex potestad soberana. Hoy los esbirros de Página 12 muestran al cachafaz del abogado de Boudou como uno que ya no quiere ayudar, debe ser la mafia del blackberry, ese mercado monopólico de la idiotez. El kirchnerismo se divide entre los que temen terminar como Boudou y los que tememos terminar como Rafecas.
Es probable que mañana, jueves, haya anuncios importantes sobre YPF. Puede que se trate, además, de una táctica de comunicación. Pero ese es irrelevante. Lo relevante es que un avance nacional sobre YPF garantiza el crecimiento argentino y sería un paso en dos direcciones centrales y definitivas: la nacionalización de las cúpulas empresarias y un mayor papel del estado en estas mismas cúpulas. Como dijo el Doctor Clarín pretenden quedarse con YPF con la plata de los jubilados, correcto. Pero con algunos detalles. Es la plata de los que administraban la plata de los trabajadores. Y se quedaban con la compra y el vuelto. Hoy Clarín, con estas cosas, parece un personaje de Roberto Arlt, el Rufián Melancólico. Puede, sí, asegurarse que habrá recortes jubilatorios si el estado avanza en YPF. Pero en las jubilaciones de España. Ya puede López Murphi sensibilizarse y sumar su bigote a la Cuarta Internacional. Sería un aporte más a esa tribu de locos, agencia de viajes Cuarta Internacional.

Informe de situación

Tensa Calma, reina la normalidad, 9 años de kirchnerismo lograron que el país madure. Ya estamos como para que vengan los radicales y hagan mierda todo en dos años. Los bares, según informa el Barómetro de Carasco, siguen llenos de chicas lindas y familias de clase media alta. Los supermercados chinos siguen ampliando territorio, para usar metáforas de esa paranoia urbana que es el racismo (la servilleta Libre y la serie El Puntero fracasaron por que el racismo es algo muy sofisticado, para tipos con talento como Daniel Hadad). Los indicadores económicos de la megacrisis siguen dando bien, el país crece. Quizás 5%, según las brujas de la brújula. O las brújulas de la bruja, no sé cómo les dicen a esos chantas de las consultoras. Es una bocha. Menos de lo acostumbrado. En 2009 crecimos 1% y el kirchnerismo perdió las elecciones. Bajará un poco el alza de precios. Que no es lo mismo que decir que bajarán los precios. Y habrá los conflictos sindicales de una mitad de un alto crecimiento. De un mundo que se desarticula, quizás yendo a la nueva fase del capitalismo, cosa que no creo sea mejor que ésta. Los pesimistas, a la larga o a la corta, tenemos razón.
Si Moyano logra ser reelecto es esperable menor confrontación desde la CGT, ámbito de articulaciones de intereses diversos. Si no es reelegido, acorralado en su gremio y su ámbito patronal, es esperable mayor conflictividad. Un dilema de hierro. Si sigue al frente de la CGT será tomado como "un signo de debilidad" y, además, al interior de ese tinglado cultural de enquilombados conejos al escabeche que es el kirchnerismo, podría, además, tomarse así, claro.
Facundo Moyano espera, parece, los acontecimientos. Es, el Wachiturro, el integrante familiar más divertido, el más cercano culturalmente, un corte generacional que aparece en las peores circunstancias. En el 2007 la rompía. Bueno, ahora la está rompiendo, a las pelotas. No, mentira, que nadie se enoje, que siga reinando en el pueblo el amor y la igualdad. De todos modos, los melones siguen sin acomodarse. La realidad es, a veces, exagerada.


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