lunes, abril 30, 2012

Reforma Fiscal.

¿Cómo hacer una reforma fiscal sofisticada, de caracter progresista, sin revertir la cúpula empresaria, desnacionalizada?
La pregunta se recontextualiza con la increíble reestatización de YPF (donde ya casi nadie, incluido yo, que a quién le importa, pero bueno, a mí, y es mi blog; creía que iba a expropiarse, a esta altura del partido) y cuando todo indica que la Cohorte Suprema va a resolver el expediente que viene salvando para Héctor Magnetto. Es, Clarín, una de las principales empresas nacionales concentradas. La "desinversión" (el desarme de monopolios y oligopolios, que nada tienen que ver con los contenidos: no es porque "Clarín miente", que eventualmente puede ser, sino por una norma democratizadora que debe cumplir Clarín, Cristóbal López, Haddad, etc, en el aspecto de la propiedad de medios de comunicación en el espacio público radioeléctrico) se espera, quede en nuevas manos de capitales nacionales. Pero a nadie escapa que los puntales de la AEA -asociación empresaria argentina, por sus siglas en Inglés- es decir, la oligarquía sojera, Techint y Clarín, aglutinan diversas empresas, entremezcladas muchas veces, que representan, en conjunto, los intereses concentrados y, para usar una categoría vieja de fácil comprensión, antinacionales.
Nos topamos acá con el problema de la tesis -yo ya dije que no creo en ella, pero nadie se conmovió mucho que digamos- "de la burguesía nacional" que, en el plano de lo disponible, califica a los rapaces actuales como faltos de voluntad y escenifica la emergencia de otros rapaces más débiles. En esta coordenada ideológica -nunca oculta, siempre especificada y, de un tiempo a esta parte, especialmente por Cristina, conceptualizada (pero yo insisto, la creo errada)- tienen que leerse la mayoría de las decisiones de impacto político como la venta de medios de Haddad a Cristóbal López o la política que por decisión gubernamental aplicaba Schiavi en los transportes, la misma que ahora aplica un oscuro funcionario en la misma área que Schiavi. Pero, también, la estatización de YPF cuando la  misma tesis -que explica a Ezequenazi y, aunque más oculto, también a Brito- falló en su aplicación. Es decir, en eso, el kirchnerismo no se hace muchas ilusiones y propone al estado como el reemplazante natural en esas áreas dónde el lumpenburguesariado -o burguesía nacional- fracasa. Es decir, un Frondizi del año 30, un pinedismo con justicia social, peronismo clásico. Claro que, en tiempos globales, lo que se suple, en parte, con el espíritu regionalizador.
El IVA sigue estando en el 21% y, simplemente, desapareció de la agenda política. El impuesto a la herencia sigue sin reimplantarse, una barbaridad, sin dudas. Las mineras siguen pagando pocos impuestos y brillan, gritan por su ausencia la falta de pagos de impuestos personales. Y, además, los impuestos a los deciles del medio, siguen siendo bajísimos. Por ejemplo, el Impuesto a las Ganancias, es muy bajo. Que em perdone Moyano y esos empresarios que hicieron guita sólo y porque gracias al estado: muchachos gordos, al estado hay que financiarlo. Para que se entienda: las madres que viven de la Asignación Universal por Hijo pagan, de mínimo, 21% de impuestos al consumo. Una barbaridad.  Eso, señores, está mal. Lisa y llanamente, mal. Ninguna de las políticas implementadas sobre alquileres se puso en práctica o fracaso. La especulación financiera en nuestro país -que es la soja, luego la vivienda, siempre la tierra y nunca la Bolsa- tiene de rehenes, directamente, a la gente más pobre, a los trabajadores, a los humildes. La misma política de viviendas populares, una enormidad que realizó el kirchnerismo (superando la política de viviendas de Perón, o sea, las de toda la historia) y que, como ocurrió en sectores por fuera del impacto y producción de los medios de comunicación, se entiende y sabe muy poco. Algún día -iba a poner "cuando tenga tiempo" jaja, días atrás me llamaron de una revista para la que escribí, como trabajo y me dijeron, quejosos "pero queríamos que escribas como en tu blog" y bueno- podría contar la cantidad de anécdotas que sé, que vi, que viví sobre esta política de viviendas. Pero, putitos, esa misma política tuvo que frenarse, en buena medida porque no se afectaron los oligopolios de la provisión de insumos de la construcicón, en otro aparte porque la misma política de empleo e industrialización restó impulso a las cooperativas, pero, básicamente, porque los gobiernos provinciales no avanzaron ni amagaron con acotar la financiarización de la tierra. Luis D Elía ocupó un cargo estratégico, porque Néstor Kirchner, se ve, conocía el paño de las viviendas. Me han contado que al recorrer Santa Cruz uno entiende porqué. No conozco. Pero, si uno siguiera hilando estos temas, cobra ahí dimensión profunda, cercana a la gente, la reforma de la Carta Orgánica del Banco Central. Están, ahora, disponibles, los instrumentos. Un paso gigante. Pero que, necesariamente, requiere de la fuerza política necesaria para llevarlo adelante. Y de la instalación, previamente, de estos temas en agenda. Ninguna pavada.


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