lunes, mayo 14, 2012

La Pimpinela




Entre las versiones -en la hegemonía conceptual que redime a la comunicación a un asunto entre privados figura que sobre los movimientos empresariales no hay necesidad social de informarlos- que circulan sobre la posible compra por parte de Cristóbal López de los medios de Daniel Haddad, figura la posibilidad de obturar la candidatura presidencial de Scioli por la agrupación La Pimpinela. Dado que el fascista K Daniel Haddad, por supuesto, está más inclinado a la tilinguería cultural de Daniel Scioli y más si el gobernador bonaerense llegara a volver al estado administrado por sus propios dueños.
Revela, así, también, la estrategia acotada del líder de La Pimpinela. Claro que hay que ver si es cierto ese rumor. Yo le daría cierta entidad, pero la verdad, desconozco los movimientos de palacio, y cómo están los humores con López, un representante del lumperburguesariado.
La Pimpinela no tiene, por ahora, muchas posibilidades de crecer en el territorio, ni siquiera en la provincia de Buenos Aires. El peronólogo no le calza a Scioli, que es capaz de interpretar varios personajes pero como galán de la tele (actuando siempre de sí mismo, más allá de quién o de qué vaya la tira) y, de todos lodos, y de todos modos, el peronólogo es un indisimulable indicador de derrota. La ortodoxia peronista es un lujo de quien fue pasado a planta permanente. Los amagues de diferenciarse que con suerte distinta intentaron varios gobernadores antes de la expropiación de YPF quedaron en orsai por, justamente, la expropiación de YPF. Y el peronismo de la derrota (el que en vez de recitales de la Bersuit hace charlas-debate de nostalgia calendaria) hoy está vacante, hasta el punto que el kirchnerismo a veces no tiene a quién echarle la culpa de las cosas; pero no parece un lugar muy tentador para ocupar.
El verdadero contrapunto (y razón de ser de La Pimpinela al interior del kirchnerismo) es con Macri, porque La Pimpinela, la agrupación de Scioli, ocupa, simbólicamente, el mismo espacio menemista que La Gorra, la agrupación de Mauricio, que es Macri. La única diferencia es que La Pimpinela, contrariamente a La Gorra, no es una agrupación de iletrados. Hay pruebas en Sadaic de esta afirmación, eh. Y los mecanismos financieros para destinar dinero vía municipios y la crisis presupuestaria que afrontan las provincias dado el imperante sistema regresivo que practican (actualizar el sistema regresivo, incluso, motivó la patoteada de Biolcatti, líder de La Campop) configuran un marco que, si se adosan la contraposición de los tiempos institucionales y las histerias corporativas, da como resultado que La Pimpinela sólo puede avanzar con recitales de casino. Ahí donde brillan Cacho Castaña, los Pimpinela y la serie de cantantes serra limadas de los años ochenta que ven en Scioli la oportunidad de redimirse. Los cantantes de casino nunca se van pero viven cantando sobre su vuelta. Parece el marco natural de crecimiento de La Pimpinela. Claro que el problema es que el negocio del juego está, como se sabe, bastante dividido. Pero es para evitar la cartelización.
Que La Pimpinela y La Gorra se sigan disputando los cantantes de casino es lo que irrita las histerias corporativas que señalan que deben unirse contra La Cámpora. Basta, entonces, que La Cámpora administre las dosis de pelea entre La Pimpinela y La Gorra para seguir conduciéndolos, entre zanahorias y chas chás en la colita (no es cuestión de gastar pólvora si alcanzan las balas de sebita) mientras se organiza el cuadro que de estatura para avanzar con la reforma que institucionalice el constitucionalismo social. Y sus liderazgos. Como Cristina, que es Kirchner.
Oportunidad para que también La Gorra avance en la institucionalización del constitucionalismo policial. Y sus liderazgos. Como Macri, que es Mauricio.
Oportunidad para que también La Pimpinela institucionalice su  constitucionalismo de cantantes de casino. Y sus liderazgos. Que es María Marta Serra Lima, la que siempre está volviendo. Con sus Cinco Latinos. O el borracho evangelista centroamericano, cuyo nombre, de verdad, no recuerdo. Pero que trasciende la argentina toda. Es un cantante de casino de Las Vegas. Otro nivel. Mucho más copado. Ludmila Gurchenko, la que se cambia el apellido para esquivar su parentezco con Tomás Abraham -lo que hubiera derivado en la posibilidad de que yo termine siendo pariente de Tomás, para alegría suya. Y mía- los otros días, cuando estábamos planeando por trigésima novena vez nuestra boda, me habló de una luna de miel en Las Vegas. A mí me parece, sinceramente, muy ochentoso. El imperio de lo grasa es hoy Miami. De todos modos después me peleé. La boda tendrá que esperar. Pero se concretará, lo juro. El día que Scioli sea presidente.

6 comentarios:

  1. Lucas, acatador compulsivo de órdenes, no hay nada que quisieras preguntarle a tu Reina?
    #queremospreguntar

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  2. A veces me cuesta seguirte, pero después de la segunda lectura creo que entendí lo que querías transmitir en tu estilo metafórico-retorcido. Lo único que le faltó a tu análisis fue mencionar a "La Traga Batracios", agrupación que conformamos los que votamos y después sufrimos las consecuencias. Votar a un candidato del kirchnerismo ungido por "La Pimpinela" sería un batracio imposible de tragar. En ese caso me deberé unirme a "La Mirá Como No Te Voto" y que se vaya todo a "La Mierda".

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  3. Desconfíe del indec de Sadaic, está manejado por Ariel Ramirez que es el grondona de la música

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  4. La nueva versión de Queremos preguntar:

    http://www.youtube.com/watch?v=JSKo2Untwh0

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  5. Nueva versión de Queremos preguntar!!!!
    http://www.youtube.com/watch?v=JSKo2Untwh0

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  6. "La ortodoxia peronista es un lujo de quien fue pasado a planta permanente." Es una frase magistral... Y "La Gorra" está muy buena, pero como le queda chico a la banda de perversos de Mauricio, que es Macri. Es que son lo indecible, lo insultable...

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