Las charlas de Macri con un histórico del PJ para tratar de entender al peronismo
POR SANTIAGO FIORITI
El líder de PRO mantuvo diez encuentros a solas con Julio Bárbaro. Recibió el consejo de ser “más elástico” y terminar con las internas.
En el piso ocho del sencillo departamento en el que Julio Bárbaro pasa sus días, sobre la calle Libertad (sencillo), el teléfono sonaba insistentemente allá por febrero. Cuando el dueño respondió con su típica voz ronca, Mauricio Macri no tuvo necesidad de preguntar quién atendía: - “Te sigo siempre lo que decís en televisión y coincido en la mayoría de las cosas. Si en el peronismo fueran todos como vos sería más fácil. ¿Por qué no nos juntamos a charlar los dos solos? Yo te veo como un profesor de política ”, le dijo el jefe de Gobierno (a un escritor, o sea...).
Unos días después, Bárbaro, un histórico del (Grupo Clarín y Techint) peronismo --cofundador del Grupo Calafate con el que comenzó a edificarse el proyecto presidencial de Néstor Kirchner- se tomó su tiempo para elegir una buena corbata, el formalismo que exige el Jockey Club para sus clientes (el Jockey fue incendiado por peronistas tras el histórico bombardeo a Plaza de Mayo, históricos). Macri lo esperaba en una mesa jugueteando con el teléfono celular. Bárbaro pidió vino blanco. Macri, que no toma alcohol, probó una copita para no desairar a su invitado (un boludo).
Era el inicio de un romance que ya acumula diez citas reservadas , inclusive una en París (otro encuentro en un sencillo departamento).
“Mauricio es un tipo muy respetuoso. Inteligente, sabe escuchar y busca hacer política moderna. Tiene buenas intenciones”, le dijo Bárbaro a un amigo con el que se cruzó a la salida del Jockey. El almuerzo había sido largo. Ambos se sintieron a gusto y quedaron en volver a verse. “La próxima te cocino”, se despidió el escritor.
El encuentro se concretó en el departamento de Scalabrini Ortiz y Las Heras de su hija, que está casada con el periodista Gerardo Rozín. Bárbaro preparó zapallitos rellenos, bocaditos de acelga, matambre y pastel de papas (linda combinación). Macri se animó de nuevo con una copita para brindar (yo por lo menos vine sobrio). El fenómeno del peronismo y la tradición política sobrevolaron toda la conversación (sobrevolaron, o sea, profundidad, nada, ni siquiera superficialidad, no, sobrevolaron, ok).
“El peronismo ya no existe pero no se puede ser antiperonista” , buscó aconsejarlo Bárbaro a Macri (campeón, le explicó peronismo, eso que ya no existe). El conductor del PRO se abrió (encima): le dijo que a veces le costaba entender al partido de Perón y mucho más a Cristina. Su interlocutor respondió con una broma: “Es que en un país de afectos y relaciones mafiosas, de italianos, gallegos y judíos, tu viejo te mandó a estudiar a un colegio inglés ”. Macri se mató de risa (estaba chupado, el chiste es malísimo, más diciéndoselo a la familia Macri).
Un hombre del riñón de jefe de Gobierno contaría luego que Bárbaro le sugirió “enamorarse de la política no sólo como contenido sino como oficio”. Claro, le aconsejó más cosas: que corra al PRO de la derecha, que sea “más elástico”, que se abra, que termine con las internas de su partido (“las promueven los que les alcanza con la intendencia”) y que sus movimientos no sean tan lentos como los del mundo empresario (confirmado, lo trató de boludo).
Las citas siguieron en varios cafés de la Ciudad. Aunque también volvieron a verse para almorzar, la última en el comedor de Bolívar 1. Macri quería presentarle a su asesor estrella, Jaime Durán Barba, y de paso sumó al diputado Federico Pinedo. Al llegar, Bárbaro los sorprendió con una chanza: “Pinedo, es la cara más presentable del PRO y Larreta es la cara más difícil de entender” (risas) . Esta vez el que se mataba de risa era Durán Barba.
“Yo tengo vocación de ser presidente pero no lo vivo como una enfermedad. Si no llego voy a ser feliz igual”, dijo Macri en ese último almuerzo. Bárbaro amagó con decir algo, pero prefirió callarse. No tenía del todo claro si aquello era una virtud o un defecto (confirmado, es un boludo. Macri, volvé a Buenos Aires, que Antonia ya le dice papá a Julio Bárbaro!).
Me parece que Clarin no quiere defenderlo tanto a la expectativa de que surja Super Scioli haciendo el pase de River a Boca.
ResponderBorrarYo entendí todo, Macri le quiso decir: "yo soy millonario, no necesito la plata de los políticos que son todos chorros... Elegí volcarme a la política por el bien del país y de la gente".
ResponderBorrarJulio Bárbaro: "No Mauri, en eso estamos de acuerdo. La corrupción mata. ¿Querés otra copita? Servíte tranquilo, que si te mareás te llevo a tu departamento sencillo, o te llamo un remís"
Lo que Mauricio realmente quisiera saber del peronismo se lo tendría que in a preguntar a Menem.
ResponderBorrarAquí va un tema musical para inspirarlo a Macri así es presidente en 2015.
ResponderBorrarPor otro lado se tiene que cuidar porque maria esunagenia vidal, si llegó tan alto con tan poco, lo puede opacar.
Sin otro particular, lo saludo clarinmiente,
Rodolfo
Lucas, hoy solo pude verte por tv en lo de VHM xque me suspendieron la cuenta.La unica discusion la tuve c MMassaccesi y mario massaccesi creo q me reportaron por spam Difundi y ayudame a q me la restablezcan gracias
ResponderBorrarLucas, mirate este mega morbo:
ResponderBorrarMacri quiere traer canguros a la reserva ecológica :
http://diario2011.blogspot.com.ar/2009/05/macri-traera-canguros-de-australia-para.html
"tiene buenas intenciones", pero qué ternura, casi me dan ganas de votarlo y todo.
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