jueves, julio 05, 2012

Endrogaditos



El diputado del PRO, financiado por el narcotráfico colombiano, resulta que considera, sin conocerlo, a Máximo Kirchner, "drogadicto".
El imbécil, violentamente imbécil, se arrepintió. 
Macri, a quien la Corte Suprema de Menem salvó de ir preso por traficante, o De Narváez, le habrán informado que no lo tienen, a Máximo, en el listado de compradores. O quizás lo asesinó Calamaro. Vaya uno a saber. Deleuze recordaba que el último Foucault -el ala semianalfabeta del PRO ya puede dejar de leer, ésto no es de su incumbencia- consideraba que la sociedad del castigo mutaba, a los tiempos de hoy, a la sociedad del control. No hacía falta el encierro, bastaba con la estigmatización. Lo digo yo, que por lo menos vine sobrio.


12 comentarios:

  1. Loco, por una vez que viniste sobrio, tanto escándalo...

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  2. Seguís con raptos de lucidez. A mi me viene menos seguido. Un abrazo

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  4. Quien es Maximo? Dijo algo? Alguien lo conoce? Ocupa algun cargo, lo eligieron para algo?
    Tanto lio por el opa que en su puta vida laburo?
    No creo que haya mucha diferencia en entre los niños bien Mauri y Maxi.

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  5. Justamente Daniel, ¿tanto problema por alguien que, según vos, nunca laburó?

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  6. No se que hara el pibe, pero los pone nerviosos mal.
    Y laburar labura, obvio, no en el puerto como daniel.

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  7. a veces la forma q encuentran las personas para q hablen de ellas es hablando (mal) de otros; el caso es que a quién carajo le importa? los que se manejan con "etiquetas" son candidatos a que le cambien el vino de botella... hablando de vino, qué lástima que el huevón de dante? no me acuerdo el nombre, te interrumpiera, me interesaba lo q decías y escuchar a dónde querías llegar... el tipo no es malo, ni bueno, es su actitud, terriblemente inoportuno y eso que hizo con vos, ya lo hizo otras veces, y es muy molesto para el que habla y para el q escucha...pasa q la arrogancia molesta

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  8. verdad no me importan nada ni Narvaez ni Maximo y me parecen muy aventuradas y atravidas tanto decir "drogadicto" como "financiado por el narcotrafico colombiano" y los que lo dicen, bajarían el copete ante un juez que le pida ratificarlo.

    Mucho más interesante es lo de Deleuze y Foucault :) aunque discrepo con lo del escrache... de hecho es un estadío más de los castigos de Vigilar y Castigar: donde se aplica el castigo: en el cuerpo, en el alma, en los otros...

    Tengo la revista Ajo Blanco con esa entrevista, si quieren se las presto.

    La sociedad disciplinaria tenia lugares de encierro y una jerarquia que vigilaba: casa de familia-padre, colegio-preceptores, colimba-guardia, fabrica-capataz etc etc. boliche-patova, telo-srdeltelefono, iglesia-cura, etc etc

    Con la aparición de la electrónica pasamos a una sociedad de control, sin lugares de encierro, pero donde estamos MAS controlados que antes

    De hecho la visibilidad del poder se invirtió: antes la arquitectura planteaba que la masa anónima mire al poder en el palacio o la catedral... hoy el poder vive en una oficina oscurita y gris pero te mira a vos y sabe todo de vos (side, afip, DGR, carpetas, datos...)

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  9. Claudius: la inversión del régimen de visibilidad en la economía del poder se da (según Foucault en vigilar y castigar) como puente de paso desde las monarquías feudales a los estados burgueses. Ese proceso ya se dio hace 300 años, con la aparición de los expedientes, los legajos, los documentos de identidad, las historias clínicas. Las masas invisibles son constituidas en sujetos de derecho individuales. El ejemplo del que parte el libro es el régimen penal, la economía de la punición. La espectacularidad de los suplicios coronados con que un representante del soberano (el verdugo) se traba en una lucha muy desigual con el reo, hasta que finalmente lo somete (las posibilidades de defensa son mínimas, conveniente y razonadamente limitadas en el propio ejercicio del poder) es puesto a consideración de una multitud invisibilizada que asume la escena como edificante. Así castiga el régimen monárquico. El régimen burgués es más austero, más "pudoroso", y más razonadamente eficiente. Economiza fuerzas. aparecen los códigos penales modernos, con su discreción procedimental administrativa, en que el proceso es opaco, etc.
    Quiero decir con esto que ese hecho trascendente en términos históricos (la inversión del régimen de visibilidad) puede prescindir tranquilamente de la electrónica. Y podríamos pensar en cuánto la electrónica modifica realmente ese régimen, o lo reafirma. Y a partir de eso empezar a responder si la modernidad se muere, o si nuestra época es menos interesante de lo que suponemos y asistimos apenas a un reforzamiento de la modernidad, donde el poder se ejerce de un modo similar pero con herramientas un poco más sofisticadas.
    Saludos

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  10. Carrasco, la otra noche te ví en la esquina de Uriarte y SantaFé.
    Yo estaba esperando el 55, quise saludarte y agradecerte la difusión que le diste a "Por que estoy Harta" (dolarturros), pero no lo hice por dos cosas:

    1) Llegó mi bondi y tenía un viaje largo por delante, con dos combinaciones.

    2) Creo que estabas esperando a alguien, por que se te veía ansioso y expectante y mirando de aquí a acullá. Y no quise joder.

    Te aproximo mi última creación, a Tono con Tonelli (valga la redundancia).

    http://www.youtube.com/watch?v=qBMF00OHQIo

    Te banco.

    Abrazo grande,
    Daniel.

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  11. Como es de público conocimiento, el día viernes se dio sentencia final al juicio desarrollado por las causas de apropiación ilegítima de bebes nacidos en cautiverio; Jorge Rafael Videla fue el centro de gravedad de una sentencia ejemplificadora. Sin embargo, paralelamente se desarrolló una especie de filosofía analítica de la cibernética que tomó forma para cubrir el esperado acontecimiento.

    Así, aparecen, una vez más, quienes creen estar denunciando objetivamente al “multimedio monopolístico” de operar contra el gobierno, contrastando la tapa a toda plana de la sentencia a Videla -que se mostró en Tiempo Argentino y Pagina 12- con la pequeña plana de la misma información en la tapa de Clarín.

    Por lo visto por este modesto observador en las últimas horas, algunas personas parecen no advertir que en éstos diarios, que operan la "información Videla" a toda plana, de algún modo ocultan una realidad hoy, como lo hiciera Clarín ayer, cuando era amigo del poder de turno.

    En la actualidad, Tiempo Argentino y Pagina12 no son sino un par de operetas que intentan distraer la agenda de una realidad que ha comenzado a corroer desde adentro a un gobierno que los mantiene con respirador artificial (sin las transferencias de la actual administración esos diarios son inviables). Sin ser demasiado duros, podemos indicar que esas tapas de la sentencia a Videla y sus secuaces son el “fulbito pa la tribuna” con el que distraen un problema de candente presencia...

    La noticia de la sentencia no es una revelación inédita que toque a un poder actual, sino una confirmación predecible que apuntala un biombo mediático, tras el cual se esconden ya demasiadas miserias.

    Los muertos hoy no son a manos del “terrorismo de estado” sino de su desidia; ahí están, silenciosos para estos medios, llenando de sensaciones las estadísticas.

    "¡Víctimas de la desidia de estado!" sería un copete aceptable para un periodismo maduro.

    Hoy, Los negocios espurios desde el poder no se montan sobre gorras de plato verde oliva y cocardas en el pecho, sino en pañuelos blancos y ponchos colorados.



    Miles de millones de respaldos financieros se transforman en nuevos exiliados que descansan al sol en paraísos fiscales, mientras pobres y silenciosas masas de miserables pauperizados, son quemados por el sol a la vera de un arroyo contaminado, y curtidos por la noche, van montando un carro anclado en las costillas de un famélico equino que desfallece entregando sus últimos servicios.

    Y así, la predecible y reconfirmada sentencia al genocida en primera plana, es hoy nuestra justicia hecha carne.

    Los nuevos engañados, perciben en esas tapas a cartón lleno, la redención final de una sociedad que despega y, alabándolas, creen bajar el martillo que impugna una miseria histórica.

    En ellas ven venir cabalgando, rauda, toda la hidalguía de un pensamiento nacional, popular y comprometido…

    ¿Tan miserable es lo pensado y cortas las ambiciones que no se permiten advertir que aquello que parece una suculenta cena es tan solo un modesto festín?

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