Contra la pasión argentina por reivindicar las tragedias -porque ciertamente, este pueblo ha sufrido mucho- que, hasta la restitución estatal de la lógica punitiva por impulso de Néstor Kirchner, no se correspondía con la pasión de juzgar penalmente a los responables; contra esa pasión, un aniversario político donde se saca un billete con la cara de Evita (el único prócer, de todos los billetes y monedas que no está implicado en crueles asesinatos ni guerras, porque, además, se trata del prócer más cercano, lo que habilita las controversias más duras sobre el presente) motiva además, inevitablemente, a discutir la inflación.
La receta ortodoxa de aterrizaje suave, aunque corrigió inequidades creadas por el propio gobierno como los subsidios a los servicios de las zonas más ricas cerca del puerto, y puso en discusión otras de la larga data, como el manejo del subte (en un tema que hace al federalismo de verdad, no de mentirita, ése de los sensibles Mitre) o la restricción a las importaciones y operaciones con dólares (el que quiera ver ahí algo ortodoxo o de izquierda...bueno, delira); no alcanzaron más que a debilitar el crecimiento en algunos casos, corregir desigualdades, pero no a bajar la inflación. Sin embargo. Ya no es la misma inflación. ¿Dónde está el techo de 18% que anunciaron como techo para las paritarias, Los Moyono y sus nuevos amiguitos de la derecha? ¿Es que el aguinaldo de Scioli, acaso, viene con aumento del 18% (en cuotas)? Ni las jubilaciones tuvieron planchas nominales ni los subsidios sociales. Entonces, para el análisis, conviene comenzar a pensar no "la" inflación, sino varias inflaciones. Ahí, entonces, la cosa cambia. En este blog, que no es de los mejores pero está escrito por el mejor y más humilde de todos, siempre jodemos con eso. Específicamente, los alimentos. Un modo, a nuestro juicio, de entender la clase dominante de Argentina, de entender los entramados entre campo, agroindustria, industria, servicios y estado, eslabonados de esa manera (desde que está el kirchnerismo, antes era el estado el principal impulsor de esa cadena, al revés) y escalonados de la manera inversa. Y también de entender la clave del comportamiento de los sectores populares.
Que, a pesar de que el gobierno dejó de hacer campañas contra el trabajo en negro, de hecho, el secretario general de la CGT, Carlos Tomada, se ocupa de huevadas se señora fina como el mínimo no imponible, los sectores populares sí viven del mundo paritario. De lo que derrama. Porque un salario de 2.000 pesos, como cobran los nuevos aliados de Los Moyono (y no en el campo, Doña, ¿cuánto cree uds que ganan en la rotisería? ¿Que los convenios dicen otra cosa? Claro, hay dos con convenio, 8 que se reparten el gris y el negro. Así funciona ésto, Doña) o de 3 mil como es la media del mundo en blanco, o de 1500 que es más o menos la AUH en algunos casos, o sea, el salario mínimo, vital y móvil verdadero, se gastan y derraman en los sectores populares. El efecto derrame, sí, sucede. En la base de la pirámide. El resto es pura joda.
El plan de viviendas, una medida ortodoxa (estoy con ganas de joder a los negados del lenguaje, los economistas) que nadie realizó desde hace medio siglo, y la reestatización de YPF (que debe estar en etapa RAPIÑA DE CARGOS, pues todavía no se ven medidas de "derrame") configuran un nuevo escenario ante las estrategias de debilitar el crecimiento. Debe haber, supongo, por estos motivos, peleas de gabinete. A mí me chupan un huevo.
El resultado, que habría que corroborar en los indicadores estadísticos, es de varias inflaciones. O sea, varios promedios.
Sin una estrategia para controlarlos. Ortodoxia pura, señores marxistas, eh.
¿Ir contra los formadores de precios? Ja, no la veo. Pero además, la cosa me parece más compleja.
¿Entonces?
No sé, la verdad, no sé.
Lo que sí noto es la ausencia de esfuerzos. Las mismas paritarias muestran que en el gobierno no están tan locos como para creerse sus propias mentiras en el INDEC (¿qué lleva a persistir con ésto? Una vez escuché delirios estrambóticos de chicos bienintencionados que desde su militancia invitaron a funcionarios, cercanos a Polémico Moreno en el INDEC, a dar una charla. Me los reservo por que nunca creí que estemos en manos de unos locos. Estos eran rematadamente locos. Pero son funcionarios, por suerte, menores).
La pregunta, central, es dónde está el poder. ¿En el mercado, solamente? Entonces, debemos acordar que el kirchnerismo, que se proponía ser estatista, fracasó. No, no fracasó. Avanzó muchísimo. ¿Cuánto más avanzará? Yo tengo cierta esperanza. Conozco el paño, creo que hay un norte. Que nadie, por supuesto, explicita. ¿Para qué; si de todos modos, se trata del inasible futuro? Eso no equivale, más vale, a dar ningún cheque en blanco. Yo, por lo menos, no lo doy. Al contrario.
Bueno, mis amores, flores de invierno, salames de exportación, bienvenidos, le he dicho al mundo que ahora, en Argentina, se debe hablar de Las Inflaciones.
No creo que funcione.
Tengo que encontrarle un buen apodo al concepto. El problema es que es importante llamar a las cosas por su nombre. Por ejemplo, decirle ring al timbre. Llamar pan, al pan y al vine, sobrio.
¿Por qué las calles, en Buenos Aires, tienen espónsor? ¿Para que se distraigan los automovilistas (dado que la altura de los carteles y su visibilidad está pensada para ellos) cachafaces?
Polémico, eh.
El estado nacional tiene, por primera vez de manera sostenida y recurrente, políticas para disminuir los "accidentes" de tránsito. Es un hecho poco recorrido. Pero que va, indispensablemente, de la mano de otra política estratégica como la automotriz. Una política que deshace la tradicional organización (lo mismo sucede con el ensamblaje, tan denostado -por derecha- de Tierra del Fuego) del puerto hacia el resto, y es, además de en otros sentidos más obvios (y ortodoxos) una política espacial de crecimiento del mercado interno. Espacial en el sentido de espacialidad. De geografía radical. En tiempos que aún, notoria y estúpidamente, predomina la espacialidad de la geografía militar. Seres humanos básicos y prepotentes que sólo sirven para una guerra. O sea, en la Argentina K, están al pedo. Habría que pensar también en darles alguna tarea a estos prepotentes ñoquis. Y ya que estamos, al Club de la Impunidad, la Iglesia Católica de Estado, Esa verguenza que arrastramos.
Bueno, ya he solucionado el mundo.
Me voy a comer un pancho.
La receta ortodoxa de aterrizaje suave, aunque corrigió inequidades creadas por el propio gobierno como los subsidios a los servicios de las zonas más ricas cerca del puerto, y puso en discusión otras de la larga data, como el manejo del subte (en un tema que hace al federalismo de verdad, no de mentirita, ése de los sensibles Mitre) o la restricción a las importaciones y operaciones con dólares (el que quiera ver ahí algo ortodoxo o de izquierda...bueno, delira); no alcanzaron más que a debilitar el crecimiento en algunos casos, corregir desigualdades, pero no a bajar la inflación. Sin embargo. Ya no es la misma inflación. ¿Dónde está el techo de 18% que anunciaron como techo para las paritarias, Los Moyono y sus nuevos amiguitos de la derecha? ¿Es que el aguinaldo de Scioli, acaso, viene con aumento del 18% (en cuotas)? Ni las jubilaciones tuvieron planchas nominales ni los subsidios sociales. Entonces, para el análisis, conviene comenzar a pensar no "la" inflación, sino varias inflaciones. Ahí, entonces, la cosa cambia. En este blog, que no es de los mejores pero está escrito por el mejor y más humilde de todos, siempre jodemos con eso. Específicamente, los alimentos. Un modo, a nuestro juicio, de entender la clase dominante de Argentina, de entender los entramados entre campo, agroindustria, industria, servicios y estado, eslabonados de esa manera (desde que está el kirchnerismo, antes era el estado el principal impulsor de esa cadena, al revés) y escalonados de la manera inversa. Y también de entender la clave del comportamiento de los sectores populares.
Que, a pesar de que el gobierno dejó de hacer campañas contra el trabajo en negro, de hecho, el secretario general de la CGT, Carlos Tomada, se ocupa de huevadas se señora fina como el mínimo no imponible, los sectores populares sí viven del mundo paritario. De lo que derrama. Porque un salario de 2.000 pesos, como cobran los nuevos aliados de Los Moyono (y no en el campo, Doña, ¿cuánto cree uds que ganan en la rotisería? ¿Que los convenios dicen otra cosa? Claro, hay dos con convenio, 8 que se reparten el gris y el negro. Así funciona ésto, Doña) o de 3 mil como es la media del mundo en blanco, o de 1500 que es más o menos la AUH en algunos casos, o sea, el salario mínimo, vital y móvil verdadero, se gastan y derraman en los sectores populares. El efecto derrame, sí, sucede. En la base de la pirámide. El resto es pura joda.
El plan de viviendas, una medida ortodoxa (estoy con ganas de joder a los negados del lenguaje, los economistas) que nadie realizó desde hace medio siglo, y la reestatización de YPF (que debe estar en etapa RAPIÑA DE CARGOS, pues todavía no se ven medidas de "derrame") configuran un nuevo escenario ante las estrategias de debilitar el crecimiento. Debe haber, supongo, por estos motivos, peleas de gabinete. A mí me chupan un huevo.
El resultado, que habría que corroborar en los indicadores estadísticos, es de varias inflaciones. O sea, varios promedios.
Sin una estrategia para controlarlos. Ortodoxia pura, señores marxistas, eh.
¿Ir contra los formadores de precios? Ja, no la veo. Pero además, la cosa me parece más compleja.
¿Entonces?
No sé, la verdad, no sé.
Lo que sí noto es la ausencia de esfuerzos. Las mismas paritarias muestran que en el gobierno no están tan locos como para creerse sus propias mentiras en el INDEC (¿qué lleva a persistir con ésto? Una vez escuché delirios estrambóticos de chicos bienintencionados que desde su militancia invitaron a funcionarios, cercanos a Polémico Moreno en el INDEC, a dar una charla. Me los reservo por que nunca creí que estemos en manos de unos locos. Estos eran rematadamente locos. Pero son funcionarios, por suerte, menores).
La pregunta, central, es dónde está el poder. ¿En el mercado, solamente? Entonces, debemos acordar que el kirchnerismo, que se proponía ser estatista, fracasó. No, no fracasó. Avanzó muchísimo. ¿Cuánto más avanzará? Yo tengo cierta esperanza. Conozco el paño, creo que hay un norte. Que nadie, por supuesto, explicita. ¿Para qué; si de todos modos, se trata del inasible futuro? Eso no equivale, más vale, a dar ningún cheque en blanco. Yo, por lo menos, no lo doy. Al contrario.
Bueno, mis amores, flores de invierno, salames de exportación, bienvenidos, le he dicho al mundo que ahora, en Argentina, se debe hablar de Las Inflaciones.
No creo que funcione.
Tengo que encontrarle un buen apodo al concepto. El problema es que es importante llamar a las cosas por su nombre. Por ejemplo, decirle ring al timbre. Llamar pan, al pan y al vine, sobrio.
¿Por qué las calles, en Buenos Aires, tienen espónsor? ¿Para que se distraigan los automovilistas (dado que la altura de los carteles y su visibilidad está pensada para ellos) cachafaces?
Polémico, eh.
El estado nacional tiene, por primera vez de manera sostenida y recurrente, políticas para disminuir los "accidentes" de tránsito. Es un hecho poco recorrido. Pero que va, indispensablemente, de la mano de otra política estratégica como la automotriz. Una política que deshace la tradicional organización (lo mismo sucede con el ensamblaje, tan denostado -por derecha- de Tierra del Fuego) del puerto hacia el resto, y es, además de en otros sentidos más obvios (y ortodoxos) una política espacial de crecimiento del mercado interno. Espacial en el sentido de espacialidad. De geografía radical. En tiempos que aún, notoria y estúpidamente, predomina la espacialidad de la geografía militar. Seres humanos básicos y prepotentes que sólo sirven para una guerra. O sea, en la Argentina K, están al pedo. Habría que pensar también en darles alguna tarea a estos prepotentes ñoquis. Y ya que estamos, al Club de la Impunidad, la Iglesia Católica de Estado, Esa verguenza que arrastramos.
Bueno, ya he solucionado el mundo.
Me voy a comer un pancho.
Volveré y seré Ciccones. De cien.
ResponderBorrarChe será cierto que el patilla construyo más casas, que en esta etapa...Rodo
ResponderBorrarMire, yo no vine sobrio, así que no me tome en serio. Me preocupa la impotencia frente al alza de precios, especialmente en los alimentos. Ya me explicaron que dada la alta concentración (monopolios por rama de la industria) en una fase donde la capacidad productiva llegó a su límite, las empresas capturan mayores ingresos aumentado precios por unidad de producto y no ampliando la oferta porque se niegan a invertir. Ahora bien, ¿por qué este gobierno tan corajudo a la hora de sostener combates decisivos (juicio a los genocidas, quita de la deuda, 125, estatización fondos previsionales, recuperación YPF) vacila a la hora de constituir un instrumento transparente para controlar los aumentos injustificados de precios? No cuestiono la honestidad ni el compromiso ni el activismo de Moreno pero su fracaso no se puede consentir más. Saludos.
ResponderBorrar"el único prócer, de todos los billetes y monedas que no está implicado en crueles asesinatos ni guerras"
ResponderBorrarBoludísimo... ¿y Belgrano? ¿a vos te gustaría ser colonia? ¿juntar, ahorrar, acumular, trabajar, para que despues todo se vaya a España a gastarlo en palacios y jodas?
Perón cuando estatizó los ferrocarriles ¡que nombre les puso?
ResponderBorrarSan Martin, Sarmiento, Mitre y Roca
pero claro, seguro que era un garca y un boludo.
los únicos progresistas y lúcidos son los jovencitos sabeloto de ahora
"El estado nacional tiene, por primera vez de manera sostenida y recurrente, políticas para disminuir los "accidentes" de tránsito. "
ResponderBorrar¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡!!!!!!¿¿¿???
Hace décadas se estudió el tema y se concluyó que la muerte en accidente de tránsito se debe al CHOQUE FRONTAL por lo tanto inventaron algo que se llama AUTOPISTA para evitar el choque frontal, para evitar la muerte.
Argentina tiene 30 muertos por día por choque frontal en la ruta
PORQUE HACER AUTOPISTAS EN LAS RUTAS DE LA MUERTE CUESTA CARO
Entonces prefieren hablar boludeces, que la educación vial en las escuelas, que no se sabe manejar, que la latita de cerveza, que controlar a los choferes
mentira, basura, bullshit, complices de la muerte
AU-TO-PIS-TAS
y deja de haber 30 muertos por dia
Argentina: campeón mundial en muerte en la ruta por choque de frente por no hacer autopistas
¡que políticas hay? distracción para que siga habiendo 30 muertos por dia y no gastemos en autopistas
total, controlar la latita de cerveza, o que el chofer duerma 8 horas es mas toraba
Sanín, el que te explicó eso te explicó una boludez.
ResponderBorrarte tomó de boludo.
el que te explicó eso sabe muy bien por qué aumentan los precios, pero prefiere contrate un cuentito
¡cual es el monopolio por rama en la carne con miles de productores que llevan sus productos al mercado? y en las verduras más todavia? y por que en el resto de los países no pasan? ¿y cuando estaba el turco no habia monopoliio por rama? porque la inflacion fue 0 durante muchos años
Vos pensás que si aumentás la cantidad de billetes 40% por año no pasa nada?
"Iglesia Católica de Estado, esa verguenza que arrastramos"
ResponderBorrarAndá vos a limpiarle el culo a cada rato durante toda la vida a los viejos de los asilos a los del cotolengo, a los deformes, a los abandonados
O que en vez de curas y monjas vaya un funcionario nacional y popular... eso si no hay horario, es dedicación plena
"(militares) Seres humanos básicos y prepotentes que sólo sirven para una guerra... en la Argentina K, están al pedo. Habría que pensar también en darles alguna tarea a estos prepotentes ñoquis"
ResponderBorrarQue hagan desfiles a toda orquesta con los uniformes y las bandas los 25 de mayo y 9 de julio.
Que se recontrarmen y trabajen en coordinación con prefectura y gendarmeria para que no pase un gramo de cocaína y caputarar y torpedear los barcos que se adentren a pescar sin los permisos pertinentes
Coincido, Sanín.
ResponderBorrarNo me extraña que coincidas.
ResponderBorrarEl poder genera discurso de verdad.
Vos tenés el poder en este blog, podes ver las IP de donde viene cada mensaje, podrias orientar el debate, anulando ciertos comentarios y respuestas y otros no.
Afortunadamente sos un hombre de bien y no lo hacés.
Pero tené en cuenta, al coincidir en algo objetivamente falso con Sanín, que el poder genera discurso de verdad. Tenés el poder de la situación y segregás discurso de verdad (al margen de lo que la realidad sea, por supuesto)
El precio es lo máximo que el otro está dispuesto a pagar. Yo vendí cosas en mi vida, en un momento me dedicaba a eso y el precio era lo máximo que el otro estaba dispuesto a pagar, chupándome esta los costos, el margen razonable y lo que sea. El precio de lo que sea, del trabajo, del dinero, de los productos es lo máximo que el otro está dispuesto a pagar
Anónimo anterior, cuanto tengo que aguantar sin comer para que me bajen los precios?
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