María Eugenia Vidal, en manos de ella está la Provincia del Puerto.

Eva Duarte, la que abrió caminos

26-07-12 00:00 Homenaje a Evita. Por María Eugenia Vidal. 

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María Eugenia Vidal, Vicejefa de Gobierno y Presidenta de la Legislatura Ciudad Autónoma de Bs. As.

Evita fue una mujer de todos los tiempos y de todos los argentinos. Pero, sobre todo, fue una mujer (como cualquier otra que nace con ese sexo, entonces. Lo de ser "de todos los tiempos -bueno, sí, era muy querida en el siglo IX y XIV- y de todos los argentinos" está por debajo del sexo, que está sobre todo: o sea, todo es todo, no tiene méritos de ninguna clase por encima de ser mujer, ah).

Eso significa que compartió una identidad con todas las mujeres que vivimos antes y después de ella. Además, se dedicó a la política (además, ah), algo que la hace todavía más cercana con quienes elegimos este camino (hasta ahora es más o menos como Margaret Tacher, Isabel Perón o Mariú Vidal, esta tilinga).

En esta época que nos toca vivir (cambiando de tema) hay muchas mujeres de nuestro país que trabajan (la mayoría en forma silenciosa y anónima)  (el paréntesis para decir ESA BOLUDEZ es del original) por una sociedad más equitativa  (¿qué? La mayoría de las mujeres y los hombres trabaja para cobrar a fin de mes nomás) y donde no queden vestigios de discriminación. También a ellas hay que rendir homenaje (valen lo mismo que Evita...no es demagogia, es ignorancia para el razonamiento complejo).

Yo también soy mujer  (dato) y desde muy joven elegí el compromiso con la política y la tarea social (ah, ¿y?). Por eso conozco la importancia de aquellas que abrieron sendas en épocas más difíciles (ah). Hoy nosotras (cambiando de tema), y antes ellas, todas trabajamos para que nuestras hijas tengan el camino más allanado hacia adelante (acabás de decir la boludez más machista posible).

En este 60º aniversario del fallecimiento de Eva Duarte de Perón (razonando con Mariú, una premisa, deriva en otra premisa, luego otra premisa, y así sucesivamente: es tonta, sencillamente. No tiene que ver con el sexo ni el género: la tontería toca su varita mágica en ciertas personas haraganas para el estudio), tenemos que recordar que ella dio el paso más grande para las mujeres de su tiempo. No sólo se instituyó el voto femenino (septiembre de 1947) (ay, ay) , sino que además las mujeres llegaron al Congreso en 1951, crearon sus agrupaciones partidarias (no, ya existían, Boluda), intensificaron su participación en organizaciones sindicales o comunitarias. Empezaron a tener voz, voto y acción propia (no, sólo voto) en una sociedad que antes las había mantenido relegadas a roles secundarios (como aún sucedió y sucede en buena medida).

Hasta ese entonces, a la mujer argentina sólo se le permitía participar en algunos ámbitos de la cultura o la filantropía (oh, sí, el 1,01 % de las mujeres estaban en la "cultura y la filantropía" y odiaban a Evita, Tonta). Esos eran los únicos lugares fuera del hogar asignados a lo que se considerada ‘el sexo débil’ (tu nivel cultural da verguenza).

Ella fue también la primera mujer que hizo proselitismo a la par del hombre (no, la relegaron como candidata vicepresidenta y en las elecciones donde Perón ganó la presidencia los historiadores, seamos amplios, discuten su rol. Pero a la par, ni la propia Evita en ninguno de sus tantos discursos, se puso, de Perón. Bruta) y muchas veces lo superó. Evita actuaba fuerte (era actriz, sinónimo de puta, para las mujeres de la cultura y la filantropía) y decidida en política y en acción en una sociedad con fuertes rasgos machistas.

Leyendo algunos de sus discursos, me quedo con una frase: “Ha llegado la hora de la mujer argentina, íntegramente mujer en el goce paralelo de deberes y derechos comunes a todo ser humano que trabaja, y ha muerto la hora de la mujer compañera ocasional y colaboradora ínfima (no leíste ningún discurso o no entendiste un carajo, en google esa frase aparece primera en Monografías.com un sitio demasiado sutil -es para que alumnos de secundaria se copien en el examen- para tu poco sofisticado y desordenado sistema de ideas, por llamarlas de algún modo).”