Durante una ceremonia protocolar de pesaje de esos chicos con cara asustada que se pelean arbitrariamente y le llaman box, el flamante secretario de deportes de Paraná, mi amigo hiperkinético Mariano Kohan, con cordones flúo (una nueva adquisición, extraña, sí, pero bueno, combina con la nueva situación política eso de usar zapatillas) asiste, cómplice, al asunto.
Estoy en Buenos Aires, no me voy este fin de semana a Paraná porque mañana voy a La Plata al recital de Zambayonny. Pero me dieron ganas de ir al recibir esta fuerte denuncia de mis amigos del periodismo (militante seguramente, bah, periodismo atorrante, más bien) que, sin mayores elementos que estas fotos, denuncian que Mariano se habría puesto, efectivamente, a trabajar. ¿Dónde quedaron nuestros sueños, las ganas de no hacer nada, los interminables asados para resolver, de a poco, en su medida y armoniosamente, la vida de cada ser humano que habita este planeta, además de las focas, los pinguinos y los osos pandas?
Carrere que está por abrir un centro cultural -como si esas cosas se atendieran solas- y Luciana que anda de sindicalista en el Diario de Paraná y, la última noticia, que a mí me costó creer (pensé que era una joda, no, era verdad, lo supe cuando Mariano ya se estaba quejando del sueldo) pero bue, eso fue el domingo pasado. Donde contaba, el nuevo funcionario -primer trabajo estatal, abrumador entusiasmo, de esos que tienen los que vienen de la parte privada (cuando empiezan a ver el panorama de empleados arruinados roncando en el escritorio, se les pasa o se van) como Kohan, que vendiendo un auto ya ganaba lo mismo que ahora en todo un mes; con la pequeña diferencia de que ahora tiene que trabajar todo un mes: no es un asunto de economía monetaria, sino de economía temporal; o sea, Blanquita, no le subas el sueldo pero acortale el mes!- todo su entusiasmo. Es también el encargado de la parte cultural de La Cámpora de Entre Ríos. Y, habrá que ver si le sale, ojalá que sí, va a tratar de meterle una mirada social al deporte. Supongo que lo denunciarán por zurdo y esas cosas, tan amables, del provincianismo conservadurismo clerical que campean en las cuatro manzanas coloniales del centro de mi ciudad. Encima, amigo de Lucas Carrasco. Lo delata, en esa amistad, la panza. Y las ojeras. Y un par de anécdotas que mejor reservar para los asados. Si es que, tal como vienen las cosas, no están todos ocupados y alguna vez, en los ratos libres, volvamos a la vieja vagancia.
Ya vamos a ir con Juan Penas a bajar el asqueroso promedio de productividad laborar y poner las cosas en orden.
Me pidieron que le de mas visibilidad a la figura del Subsecretario y por eso me compre los cordones. Con esa simple maniobra descoloque a la prensa hostil local que me critica porque todavia no se aviva que hay un monton de gente que ejerce ilegalmente la oncologia, pese a no haber tenido nunca cancer (historias sobre el cancer obvio que venden mas que el pronostico de una gestion desastrosa a los nuevos funcionarios K).
ResponderBorrarEl Subsecretario
Escrito desde mi Blackberri de CTI
Entre otras cosas, Ella no es abogada. miente: http://www.elojodigital.com/contenido/8783-confirmado-la-presidente-cristina-fernandez-de-kirchner-nunca-se-recibio-de-abogada
ResponderBorrarche entrerriano surubí apoyarias una huelga provinciana contra macri? osea todos los que laburan en capital que se queden en su casa por un dia. para mostrar como es el asunto ciudad y los que usan los impuestos de los porteños. Mi novia es de corrientes y labura 12 horas en la casa de la moneda por 4 milpesos en una tercerisada. Y la mina me habla de los porteños y se pasa.ajjaja
ResponderBorrarTenemos épica, tenemos huevo, tenemos aguante. Pero nada de competitividad
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