Para leer al Pato Donald

Ya aburren. Hay que estar un poco alienado para entender, con su connotación negativa, que está mal que la Subsecretaría de Fortalecimiento para la Democracia, donde está mi amigo Franco Vitali, no puede organizar un juego educativo SÍSÍSÍ CON TRASFONDO POLÍTICOOOOOOOOOO y regalar a los estudiantes secundarios El Eternauta, por que, digamos, es político. ¿Por qué es político (y bienvenido que lo sea)? Incluso, más allá de las desgracias criminales que en diario donde hace muy poco que a la dictadura se la llama dictadura y a Videla , el que les cedió Papel Prensa, se le dice dictador; que en ese diario se omiten, las desgracias que tuvieron que soportar los autores, es político,  El Eternauta, porque plantea que el héroe es colectivo. A diferencia del héroe solitario, individual tipo Superman, representante del sueño americano. Y por lo tanto, políticamente acorde a lo que cree, cada vez de manera más vergonzante, el diario de la oligarquía patricia y los terratenientes.
¿O habría algún problema si esa misma dependencia estatal -manejada por un militante de La Cámpora, oh! y ultrakirchnerista, oh! ¿porqué CFK no gana las elecciones y pone después a la oposición a gobernar con el programa derrotado? Por que es autoritaria, gritan, histéricos, los marginales de la ultraderecha- repartiera, entre los puros estudiantes secundarios que no vienen a hacer política sino a aprender (la referencia a las propagandas de la dictadura militar, que desapareció los cuerpos de tantos, entre ellos de uno de los creadores del Eternauta), si repartiera estupideces sobre Superman?
Los marginales de la ultraderecha, que antes compraban el suplemento de calumnias e injurias de Perfil, Libre, ahora, obviamente, miran a su ídolo, el columnista de Libre (que naturalmente, se fundió y dejó un tendal de pendejos desocupados) Lanata, festejan estos descubrimientos que les llegan cuando se presentan en el Colegio Nacional. Cuando se hacen en las escuelas populares, como desde hace, sino me equivoco, más de un año, ni se enteran. Viven tan aislados de la realidad. Tan alienados. Tan, de paso, tan en contra de los jóvenes. El Colegio Nacional es el que tiene más desaparecidos. Sumale, a eso, que El Eternauta no tiene la política del suplemento de Countrys de La Nación ni la del Pato Donald - un libro aún recomendable, ante tanto sentido común que quieren instalar los marginales de la ultraderecha, un libro del chileno Ariel Dorfman y el belga Armand Mattelart- y que son jóvenes y, oh horror, están al lado de funcionarios de este gobierno maldito y con lo más maldito de lo maldito, La Cámpora. Listo. Luego, mirar una información de Télam, pasar por alto quién es Franco Vitali (eso implicaría hacer periodismo, cosa para lo cual están un poco negados; si alcanza con gritos histéricos) y dar, a la marginalidad, tan minoritaria, de la ultraderecha, su alimento diario. Su pucherito. Su revelación de que el mundo está copado por los zurdos. Su interpretación de que Videla ganó la guera militar, pero no la psicológica.
¿O es que, estos Miky Vainilla, policía ideológicos, son tan nabos que no se dan cuenta?
Sí, se dan cuenta. Dan de comer el pucherito indignado a la mersa de la ultraderecha. Y bue.

Disculpenmé pero hay que ser muy pero muy boludo para tomar en serio a estos marginales de la ultraderecha.