El aumento de la injerencia estatal en el comercio exterior a partir de complicar las importaciones, hecho de manera tan brusca con la coartada de la crisis internacional, quitando y corrigiendo torpezas (como la falta de medicamentos de marcas más baratas que la producción nacional; ahí, en el negocio de los laboratorios son todos keynesiano) no tuvo el halo dramático que en cierto modo era esperable. Considerando que sobrevive en grandes bolsones de riqueza la cultura menemista. Menos, todavía, quedó planteado como la contracara de las retenciones a la venta de granos al exterior como pretendió la Sociedad Rural cuando despidió la fracasada gestión de Hugo Biolcatti, un pequeño productor de palabras. Si tuviera la cultura extensa como sus tierras y un vocabulario de mayor riqueza como sus especulaciones financieras, quizás también hubiera fracasado en tumbar el gobierno de Cristina pero no resultaría tan desagradable.
Los efectos inmediatos de esta medida son asuntos contables, o sea, como en el caso de los contadores públicos, nadie sabe si es cierto el trabajo que se hacen, uno confía o no. ¿Que se va corrigiendo la balanza comercial afectada por la crisis internacional? Sí, es cierto, pero al terrateniente patriota que tomaba té que en el envase decía que estaba fabricado en Marte y con alianígenas no lo conforma ni lo entiende, por más que tome el mismo té, por que en la caja ahora dice que está fabricado en Misiones.
¿Que es importante cuidar el superávit que va de la mano del desendeudamiento y los puntuales pagos de las deudas de cuando gobernó la oposición? A los más tontos de la Gerencia de Vasitos de Starbucks no les importa: en las filiales del primer mundo hay crisis, la gente no consume y es necesario exprimir a Argentina, ese país que no saben si queda en África o Sudamérica. Es obvio que queda en Asia. O quizás, dado que producimos té, quede en Marte.
Distinto es para quienes recuperan el empleo, quienes lo conservan, quienes lo ganan. En un marco de paritarias libres o, para no enojar al flamante instituto de estadísticas de la TGC de Los Moyano -estadísticas seguramente tan indiscutibles en la prensa como los curiosos ranking de la Revista Forbes- fueron paritarias con doble piso: tenían techo pero le construyeron otro piso. A diferencia de la TGC, la CGT no se mete en polémicas estériles: se consiguieron aumentos por encima de la inflación.
Justamente, el gran punto, el más delicado, con esto de complicar las importaciones es la inflación.
Queda más dramático, para tirios y troyanos, decir que se cerraron las importaciones. Aunque sea, con tanta evidencia inmediata, mentira. Se complicaron. O se cerraron con timidez, parafraseando a Borges. Se tomó las medidas estipuladas en la Organización Mundial del Comercio para prevenirse de los efectos de la crisis mundial, que no generó, ciertamente, la Argentina. Y así como la Unión Europea frenó cargamentos de limones de la Argentina (el principal productor del mundo) con ridiculeces fitosanitarias con el objetivo de demorar las cosas y que cuando se termine el papelerío los limones estén podridos, o en alguna oportunidad objetaron que se maten a las vacas con el método gaucho de un martillazo, este tipo de resoluciones se toman de a miles por día en los países industrializados. Donde no hay uno sino cientos, y super profesionalizados, de Guillermo Polémico Moreno.
Claro que las importaciones es una manera de controlar la inflación. Lo que, por supuesto, requiere no una apertura indiscriminada de la economía como añoran los neoliberales, porque ahí uno se come la inflación importada, como pasa con los alimentos en buena medida, sino, justamente, el control. El control de las importaciones.
La corriente parapsicológica de la economía, los neoliberales, que sólo curan los males inventados y los males reales con su magia los agravan, no logra excitar mayorías con los vasitos de Starbucks o o la falta del té de Marte, que deja sin trabajo a los pobres marcianos. Este es un dato, en cierta medida, cultural. Donde hay que apuntalar que la oposición política orgánica, no se sube al carro. A lo sumo, los radicales hacen un comunicado escrito del bloque de diputados nacionales, que es la manera del radicalismo de decir que el tema les importa tres pepinos. Pepinos made in Argentina. O el FAP manda a alguien marginal tipo Gerardo Milman del marginal grupo de Carrió -que se incorporó al Frente Anti Peronista de Binner sin o con el concurso de Carrió, no queda claro, justamente por que están concursando el lugar de Carrió-. Es decir, la cultura peronista de manejo de la economía, en esta coyuntura de crisis, se expande al resto de los principales partidos políticos. Con la excepción para confirmar la regla del Partido Clarín, llamado por su curiosa vinculación con la Justicia con la abreviatura PRO. Ahí los vasos de Starbucks son un asunto que ofende el espíritu moral de los chetos.
Este aislamiento del Partido Clarín, que puede agravarse si el Jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta se postula a Senador -recordemos que Larreta asumió cuando Durán Barba, prófugo, se fue a cometer delitos a otro país- y por la mayoría o la minoría ingresa como primer Senador PRO, a no ser que Macri vuelva a BsAs o se ponga a trabajar, o las dos cosas juntas; es el principal dato político, en cierta medida, esperable, tras el 54% de CFK.
Pero es justamente un dato cultural por que las políticas impulsadas por Cristina hoy son recogidas por aún más amplios sectores políticos, con representaciones políticas diferentes. Y hacen un combo con la sistemática política de recuperación de Malvinas y de los recursos naturales (el caso, por ejemplo, de YPF) y en un combo nacionalista, pero de un nacionalismo popular, a diferencia de ese nacionalismo oligárquico del terrateniente que toma té de Marte y grita "viva la Patria" cuando tiene que pagar impuestos, como si la escarapela fuera una especie de free pass en la Aduana.
Como se trata de un nacionalismo popular, la inclusión de derechos y de ciudadanía a los derechos es un hecho, como en el caso de las madres solteras, las empleadas domésticas, los peones rurales, los inmigrantes de países hermanos, los homosexuales, los enfermos terminales y un etcétera de cosas por venir en las reformas que se están trabajando en el Código Civil y Penal.
Esas mismas reformas inclusivas de derechos que recogen un apoyo mayor al 54% de los votos que sacó Cristina. Es decir, son parte del paisaje cultural.
Aunque ni siquiera va un año de este mandato de Cristina, en este sentido, ya ha triunfado.
TBA. Otro logro de El Modelo.
ResponderBorrarUSA llega a Marte. En Argentina nadie sabe a quién pertenece el subte, la impresión de los billetes y los trenes chocan. Gracias al Modelo.
ResponderBorrarLa política de Transporte está mejorando, no se crean. Apenas son 35 heridos, seis heridos graves. Ni un solo muerto, pensaría Schiavi.
ResponderBorrarSi mariju hubiera privatizado los ferrocarriles tendrias trenes rapidos y modernos como Alemania.
ResponderBorrarHoy tenemos comunicaciones modernas, no demoran nada en conectarte, internet y celulares. En vez de una ENTEL absolutamente inservible y devoradora de millones de dolares por dia.
Pero, como se parecía al chancho y salió en bolas con un tapado en una revista, a destruirla...
Eso es lo de Argentina, no distinguir los detalles de lo importante. Los temas del momento y los de largo impacto en el tiempo
hola Lucas, que nivel los comentarios loco!! un abrazo.
ResponderBorrarhola Lucas, que nivel los comentarios loco!! un abrazo.
ResponderBorrarMe acuerdo un genial titular de Infobae:
ResponderBorrar"Si se confirma que no hay vida en marte, reanudarán las investigaciones"