Vienen por todo

La clave del devenir sudamericamo está en los años 80; por más que Dilma, Cristina y Evo, por ejemplo, se autoconstruyan épica desde un espejo derrotado setentista; la verdad es que los dilemas de época que encarnan remiten a su formación intelectual, anclada en la década desaparecida, los 80. Conviene no hacer caso a la izquierda sudamericana en torno a los clausurados años ochenta, los que remiten al fracaso estratégico de la socialdemocracia cuando aún existía la dictadura de estado que hizo, con razón, del Marx programático un error, un grotesto, una aventura espantosa en un cuarto de la población mundial. Ojo, sin esa derrota, que golpea tan fuerte la identidad política de la clase obrera, es impensable el actual desarrollo de la crisis militar en sus derivados bancarios donde los sindicatos, por ejemplo, no pinchan ni cortan y donde la intelectualidad progresista está contra las cuerdas. Por eso, alelíes primaverales, es en los años 80 donde están, insinuados, todos los aprendizajes y la formación política de quienes, por sus sueños setentistas, les da cosa situarse en el neodesarrollismo: un desarrollismo de realismo periférico, o sea sin déficit fiscal y sustentado en la suerte mundial del dólar. Que quiere crear, con sus productos primarios, una nueva élite más configurada para el mercado interno. Un sueño tan módico visto desde las furias setentistas....
Queda feo analizar las cosas en serio. Pues siempre son más grises y aburridas de lo que parece.
El asunto, salteando pasos, es que la derecha, flojita de papeles para hablar de la promesa democratizadora-fracasada en cada uno de los pobres que deambulan sudamérica- ; trata de golpear, ahí. Y algo de razón tiene. Es efectivo ese golpe. Para sus auditorios. Chiquitos. Pero que el propio neodesarrollismo hace crecer al crear una nueva clase media. Sólo que, la derecha, qué raro, presta poca atención a la devaluación democrática. Qué raro porque la derecha no está aislada del mundo, la derecha es el mundo. ¿Quién gobierna Europa? ¿Qué es el terrorismo de estado yanqui? ¿Qué promesas de apertura traen los siniestros BIRCS (Brasil, India, Rusia, China y Sudáfrica: quédese tranquila, doña, le cuento, el país menos racista de esos es Rusia, donde te masacran por nacer con la etnia equivocada)? ¿Adónde va la primavera árabe? ¿Cuánto más se está hundiendo África entero? ¿Qué pasa con la tercer generación de narcos, cuando se hacen, como en norte y centro américa, respetables banqueros?
Ahí se conjuga el dilema del Vamos por Todo. Leído, en la derecha tonta, como confesión telonera del caracter dictatorial de las mayorías y leído, en clave del campo nacional y popular, como conjunto de significados programáticos, paso a paso, articulados en un eslabonamiento descifrable, que otorga sentido de conjunto. Nunca menos. Tamaño debate no le importa a nadie, con lo cual, deriva en una columna de Joaquín Morales Solá, sobre un tuit de Abal Medina y la respuesta, también en La Nación, en clave de me descontextualizaron señorita y etcétera. Los diarios -eso que por diferentes vías paga el estado y leen denunciadores y denunciados, hagiografistas y hagiografiados y vendedores y compradores de autos usados y semáforos a estrenar- se divierten con estas cosas. Los políticos, ni te cuento. La gente, que siempre se cree inocente y sólo quiere comprar calefones en cuotas, rehúsa esta clase de debates por que es un poco bruta y no los entiende. Aunque queda bien la demagogia de mentir sobre la gente promedio, no perdamos tiempo. No es necesario. De eso que se encarguen las revistas K, que venden la friolera de 3.500 (sí, amores, tres mil quinietos) ejemplares. Y 2.000 (dos mil) compra el gobierno nacional...Los trabajadores, ultra precarizados gracias a los entongues con el Ministerio de Trabajo del lumpenburguesariado del relato, saben ésto y saben que son las revistas más caras y a pérdida de la historia universal, pero como te echan si hablás, viven atemorizados y hay una degradación tan patética, en fin, acá estamos. Je. Es divertido cómo el lumpenburguesariado del relato va migrando al pimpinelismo. En fin . A mí me importa un carajo, nada de eso va a existir en algunos años, cuando no estén más los generosos de la pauta publicitaria con plata ajena, excepto el principal monopolio de comunicación, que es Telefónica. Que cada vez es más sólido. Y los chupamedias se acomodarán para la próxima redada: a quién habrá que decirle lo lindo, bello, excelso, inteligente y maravilloso que sos, papá. Algún subsecretario. Yo, que los quiero a todos, soy demasiado bocón para ir a ese desfile.
¿Cuál es ese lugar al que vamos y está todo?
En los setenta, existía. No resultó como se lo pintaba. En los ochenta, a la defensiva, se trataba de llevar la democracia a cada rincón estatal o de ausencia del estado, donde aún estaba la lógica devoradora de la dictadura de mercado. Es una gran enseñanza de la historia que no hay más que ideas generales, objetivos macro, a donde recurrir, de cara al horizonte. Pero queda feo decirlo así. Poco grandilocuente. Queda, como la tarea de gobernar, gris. Bajo un foco amarillento y rodeado de expedientes. Entonces se dicen grandes cosas y resulta que ya estaba todo planeado y etcétera. Pero no. No es así. Y en buena hora. Por suerte.
Muchas gracias por su atención, putitos.
Alto, recién leo los diarios, lo del polo audiovisual. Uf, no hay que leer ésto como entrelíneas de eso, y se me fueron las ganas de escribir (son las 6 de la mañana, estoy muy descompuesto, no paro de vomitar y demás efectos, horribles, de la fiebre) pero, corazones alegres, terroncitos de azúcar: en lo del polo se juega la suerte de la televisación en habla hispana a nivel mundial. Hay que mirar Colombia, libre de impuestos, donde si creás un sindicato te asesinan, para hacer tv para el mercado latino dentro y fuera de latinoamérica. Como en Colombia no hay educación pública ni derechos laborales aún no le quitó todo su potencial a la argentina, que está, en cine y tv, en la mejor época de su historia, y es mérito del kirchnerismo. La creación de este polo es un iniciativa de puta madre para disputar con los gánster de Colombia un poco de dignidad para la gente de la cultura y el derecho de los pueblos a la cultura. Alguna vez, en la radio, desarrollamos más fino este tema. Capaz cuando me levanto lo escriba. Bah, a nadie tampoco le importa bocha lo que yo diga, tulipanes blancos y puros como el alma del excelentísimo señor diputado de la nación que hoy nos acompaña, cuénteme, doctor, su proyecto para que todos los seres humanos seamos felices; bueno, yo he presentado un proyecto, señor periodista, que en sus fundamentos dice que...