Este es el show de Xuxa y los saluda con amor

Hola, bajitos.
Hay saqueos, especulaciones sobre los ayatolás que leen el corán republicano y la suerte monopólica del Partido Clarín, un trasfondo de pobreza y brutal y violenta desigualdad social, jóvenes que en su presencia peligrosa desandan el relato autocomplaciente de la juvenillia militante, cortazarianos de la primera hora, la de Casa Tomada, cabecitas negras, operaciones de rumores (los comentarios anónimos en este blog son una bella prueba) sindicalistas mafiosos,
patrones de estancia sacados de nervios, ay, amores, esto es ma-ra-vi-llo-so. Falta Marat para que sea maratvilloso.
Los narcosocialistas en Santa Fe alentaron los saqueos, en complicidad con el playmóvil de ATE, seccional Miami, Pablo Michelli, y Hugo Moyano de la CGT Plasma, y se les fue tanto la mano  que después pidieron ayuda al gobierno nacional con gendarmes. Reconociendo que los dealers de la policía narcosocialista sólo sirven para echar nafta sobre la bomba nuclear que el playmóvil había prometido.
Al mismo tiempo, Casal, el Ministro de Torturas de Scioli salía a anunciar que le sacaban los francos a la bonaerense, cosa de que estén más cansados y sobrepasados y terminen matando a alguien. Obviamente, no fue decisión del Minsitro de Torturas ni de Scioli, que en ese momento estaba metiéndole los cuernos a Los Pimpinela con Julio Iglesias, sino que la propia bonaerense decidió eso para hacer caja coimeándo supermercados chinos y se lo comunicó al Ministro de Torturas.
Al gobierno nacional no se le cae ninguna idea que no esté adecuadamente rodeada de Gendarmes - las políticas sociales, juveniles, etcétera brillan por su ausencia: déjennos a nosotros hacer periodismo y ustedes mientras, gobiernen, que lo hacen bien- y el país feliz se anoticia de que hay una brutal desigualdad social, que posibilita que conspiradores de cuarta como Moyano, o empresarios del lumpenaje como Humberto Tumini y el playmóvil Michelli, enciendan la mecha de un gran quilombo social, en vísperas del cumpleaños del pobre más famoso y pelotudamente pacífico: ese tal Jesucristo, que ha creado las peores masacres en su nombre en los últimos 2.000 años pero que viene a traernos la buena nueva, para las malas lo manda a Berni, que ahora se disfrazó de estado, con los ex malos, los Gendarmes.
Entrenados en ese amor televisado que es el fútbol, lúmpenes aplican sus tácticas barrabravas al alquiler de cualquier desestabilizador. Lindo momento, queridos bajitos, para pasarle en los entretiempos del fútbol para todos, en vez de clases semióticas, canciones de Xuxa que les calmen los ánimos. La argentina necesita fumarse un porro.
Hablando más en serio, o el gobierno usa el fútbol para todos como gran escuela de aprendizaje e inclusión de jóvenes o tarde o temprano estos episodios se repetirán, todo el mundo está feliz, pero todo el mundo pide bis, muy feliz. Y no deja de saquear. Haciendo palmas. Gritando un grito.
Así como la escolarización masiva vino de la mano de la asignación universal por hijo y el gran paliativo de las juventudes pobres y excluidas culturalmente vino de la mano de la universalización de las jubilaciones (la mayoría de los pibes viven o manguean a sus abuelos, y es que la memoria social en la Argentina peronista tiene un anclaje muy fuerte culturalmente). El gobierno está estudiando un masivo plan dental que, esto es opinión mía, va a operar más sobre la integración social de la juventud y los viejos que las boludeces culturales y palermitanas que a mí, por caso, me encantan.
 La mano así, arriba, chingolelé. Nunca entendí qué mierda quería decir Xuxa pero qué buena que estaba.
El gobierno nacional tiene la virtud de tener enormes enemigos que operan con estrategias desestabilizadoras. Y estas cosas, amores míos, se pagan. Por ejemplo, con estos sucesos. Sobre el teatro de operaciones que el neoliberalismo salvaje construyó durante décadas remontar la cuesta se hace difícil y lento, y son pocos los años de bienestar de los que lograron, en los últimos años zafar, como para proveerse de una horizonte a futuro que traiga calma social. Falta, falta mucho. Pero el rumbo está claro y es correcto aunque quizás haya que apretar el acelerador social. El drama popular requiere de más audacia, de esa astucia combinada con audacia que es la marca de fábrica del kirchnerismo y que aplicó en territorios sombríos donde ningún gobierno quería meter la mano. Eso mismo, a lo social, a los jóvenes de los sectores populares, es urgente.
Aunque quizás lo más urgente sea coordinar las acciones para defender a un gobierno que está siendo acosado, y acá, pajerónomos, nadie es ingenuo, que está siendo acosado por derecha con las bandas de lúmpenes que está siempre predispuestos al quilombo.
La base social de la derecha fascista está ocupada haciendo pelota las tarjetas de crédito pero nosotros tenemos que garantizar una navidad para los sectores populares que son nuestra razón de ser ideológica. Los méritos al kirchnerismo no se les niegan en estos sectores. Pero sí se le está pidiendo más. Y es lógico. Bien mirado es lógico.
En estos años salieron de la miseria muchos, pero al mismo tiempo, el supermercado de la esquina se forró de plata. Se puede poner, en el medio de la bronca que los separa, un genderme, temporalmente, pero el único camino de convivencia social, así sea por mero oportunismo, es una distribución más justa.
Naturalmente, no es fácil, cuando las bandas de lúmpenes están siendo usados justamente para los objetivos contrarios: una distribución más regresiva, volver a fojas cero el kirchnerismo. Tal como quieren los Barriodepie de Humberto Tumini o los Barrionuevo de Graciela Camaño. Que después de tantos desencuentros, finalmente, se reencontraron en una unidad en acción, con la cara pintada. Como en los viejos tiempos.