Massa va, Massa viene los muchachos se entretienen

Resultó, para variar, una operación de prensa del embajador de Miami en Argentina, el kirchnerista Daniel Haddad: Giustozzi rompió con Massa, no es que Massa se fue al Frente para la Victoria.
Con lo que, recuerda, cuando ya estaba anestesiado el asunto, que Massa junto a otros intendentes abandonaron el Frente Para la Victoria. Durmiendo a Scioli y durmiendo, de paso, la reelección de Cristina. Que sin embargo, tiene una nueva oportunidad a partir del Carancho.  Habrá que ver si da esa batalla. El kirchnerismo parece desganado, harto de la política y muy metido dentro del televisor. Pero tiene las de ganar. Por que, en este caso, tiene razón. Por que el contendiente estratégico se metió con pocas armas al chiquero de lo político, donde no se puede defender los privilegios de manera seca, a puro poder, porongueando. Por que la política tiene tres temporalidades: el pasado en disputa, que atenaza las historias de poder entre Cristina y lorenzetti pero más a Lorenzetti (después de todo, Cristina fue votada por el pueblo, el Carancho, no) y esto libera a ambos de ese pasado en disputa, el presente, donde el Carancho gana sin sujeto social, pura abstracción, a guantazos, digamos; y el mediano plazo: para 2015 o Cristina se lo lleva pues,to o un opositor le cobra su pasado. Por la mala imagen del Poder Tribunal. Por su porongueada sin sujeto social.
Mientras, el Carancho apuesta a un debilitamiento del kirchnerismo en lo electoral, que seguramente se verifique (con contundencia) pero eso no significa ganancia para él, que tiene, lo dijimos ya, su pasado atenazado, su presente porongueando y el mediano plazo, sostenido en la precariedad del Partido Clarín en pleno chiquero político, muy comprometido.
Aún cuando el kirchnerismo quede más debilitado tras esta elección, donde renacerán los líderes territoriales sin boleta unificada para que luego les lideren el triunfo, je.