La idiosingracia La Cámpora

                                      Carta Abierta, desde República de Vaca Muerta, algún día de las vacaciones invernales para los que no pagan impuestos y se viven  quejando de su falta de independencia: los niños y los jueces. 

Querido Pepe Ottavis:
Tu despacho

Ciertamente, yo tampoco podría justiciar mi patrimonio pero en el campo de las exnovias que he acumulado. Todas legalmente verificadas por los peritos del Poder Judicial, que en este caso no será nombrado como Poder Tribunal. Aunque me he gastado todo mi crédito y patrimonio. Pero en mi haber y para no ser menos, o sea, no dejar de ser más, je, también figuran mis exenemigovios de La Cámpora, llamados, acá, en la República de Vaca Muerta, como Centro de Estudiantes del Conurbano. Cuando les soportaba las patrulladas de Hernán Reibel, un saludo, es un buen tipo con un pésimo trabajo, al revés, digamos, de vos, Pepe, esto se llamaba República Unida de la Soja. Y había que escribir en jeringozanenagoza académica para que los suboficiales, o gente como vos, Pepe, poco estudiada, que pueblan los ministerios sin nada que hacer, no se den cuenta del proceso global de degradación, ahora, librados a la suerte de un dios que no existe, no nos vamos a achicar con los nombres. De paso te cuento que lo poco cogible que había en La Cámpera, ya había sido parte de mis estudios de campo, no hay más nada que hacer ahí, la vida está en otra parte. Perdón por hablarte, eso sí, de esos seres inmundos que pueblan el planeta, que merece, según vos, una paliza. Claro que a vos después te cuida la policía, la SIDE y ahora también el Ejército. Decía, ahora se llama República de Vaca Muerta. Me gustaba, también, Los Simióticos Azules, tenía más poesía (es algo que...bueno, después te explico) pero estamos en campiña.
A troscósito de eso, mis amigos de la izquierda con impotencia sexual, los caídos del catre del kirchnerismo y los de La Massa (sin cantera), Mareados Populares o Narcosocialistas (no tengo amigos narcosciolistas, vos, claro, sí: siempre los tuviste) me reprochan que al fin de cuentas no deje de votar al Frente Para la ¿Victoria?; pero es que voto en Entre Ríos, donde también hay Pepes como vos, pero no van de candidatos como en todo el país.
Con la humildad de los grandes que yo carezco por petiso y vos por millonario, hoy estuve leyendo el portal que han lanzado, seguramente diseñado por Patucho Álvarez, dado que está en worpress, que es lo que mejor maneja (uno de los que mejor maneja del país, por lo menos en saberes integrales; los diseñadores que no entienden la cultura y la política no sirven para ésto, así como los que no entienden el periodismo no sirven para la guerra simiótica y así, sucesivamente). Con apenas días de vida, como Néstor Ivan, el portal creo recordar, es una vieja idea de Máximo, que tiene la humildad de los grandes y la panza de los deportistas, pero no estoy seguro.
Fiel a su idiosingracia  no se pueden hacer comentarios. De manera que para insultar, seguirán concurriendo a este blog, lamentablemente para ustedes, para mí, es genial. Voy a llegar a las 50 mil visitas diarias cuando se caliente la campaña. Y como siempre, dado que soy una máquina de defraudar pues digo lo que pienso y siento, trataré de sostener esas visitas luego. Como vengo haciendo desde hace 6 años en este blog. Pegando el salto, aguantando el nubarrón, sosteniendo el piso, aburriéndome, pegando otro salto (cada vez, como las sustancias ilegales y el alcohol que tus amigos Brancatelli y Dante Palma, me achacan con certeza que desde acá les confirmo; cada vez se requiere de un salto mayor).
Yendo al punto, me alegra que hayan inaugurado este portal. Voy a tener con quien discutir, les van a habilitar a que puedan volver a escribir los funcionarios, va a enriquecer todo esto. Es genial. Los felicito.
El campo nacional y popular, que es amplio (va desde vos a mí, imaginate, Pepe) necesita debates. Con calidad, con acidez, con convicciones y el portal que han lanzado, va as cuenta de eso.
Ojalá que ganemos las elecciones. Y ojalá que no puedas matarme. Y yo sí a vos, Pepe.
Si leés esto en tu super celular, tratá de que no haya fotógrafos atrás.
Atte,

Hasta con Victoria, Siempre.

Posdata: todavía me deben mucha plata, por trabajar en negro, encima.