Ilusiones

En mi adoelscencia leí Ilusiones, de Richard Bach. Decía: "Vive de manera tal que nunca te avergüences si se divulga por todo el mundo lo que haces o dices. Aunque lo que se divulgue no sea cierto." El planteo filosófico del libro, andando el tiempo lo supe, es discutible. No es el punto.
Hay una ilusión, insostenible, en la parte, aún mayoritaria, del campo nacional y popular que permanece del lado de lo que conduce Cristina. Y vive de ilusiones.
En 2011, por las mismas razones que hasta hace 5 minutos, Cristina ganó con el 54%. De pronto, las comparaciones válidas, para el próximo test electoral, eran 2009. Por que sí. Por que los diputados y senadores, los 10 años de gestión y desgaste (¿y la Década Ganada?) por el fuerte embate de Clarín (¿cuál? ¿algo distinto a lo sufrido en 20011? Respuesta: sí. Se conocieron las denuncias de corrupción, con lo cual, el asunto pasó a ser de fe, creer o no creer, como si todo fuera tan simple...No lo fue, no era simple, era una ilusión) y se llega a este punto. El último error. El que suena a definitivo. 
¿Opaca, la ley de medios, suplanta, el resultado electoral adverso? Pareciera, en algunos errados festejos, que sí. Es, lo siento, una pura ilusión.
El terreno de aplicación, sus tiempos, la posibilidad de mostrar sus efectos benéficos, caducó. Ahora el desafío es otro: es contra Clarín y contra el gobierno, para quienes queremos la aplicación plena de la ley.
La agenda por que la que perdió el gobierno, es otra. 
La historia, escrita por Martín Sivak, de Clarín, agrega complejidad a un situación de guerra bastante mentirosa.
Las narrativas para la hinchada, que hoy se hacen mayormente por guita, tienen el inconveniente de estar forzadas y últimamente carecer de hinchadas.
El domingo, tarde, me junté con varios amigos de por esas zonas digitales. Con los que compartimos muchas de las lecturas de la batalla por la ley de medios. Lecturas y escrituras.
Uno arriesgó qué iba a decir el cristinismo estúpido, personificado en el acomodaticio Gerardo Fernández. Eran 20 tipos riéndose de lo previsible que resultaba saber qué iba a decir ese núcleo de mariscales de la derrota, que djirige mi graaaaaaannn amigo Hernán Reibel, con sus profundos conocimientos de medios de comunicación. Je.
Y el mismo que había anticipado qué diría le dio 48 horas para volver contra Clarín, a los mismos que van con la escupidera a TN, en este negocio del país dividido que acaba de perder las elecciones.
Bueno, Lorenzetti hizo que se tarde menos tiempo.

La lucha por el poder, del poder por el poder mismo, es descarnada, y así hay que contarla: lo que está sucediendo no le conviene en nada al campo nacional y popular.
El último coloquio de IDEA, con alcahuetes cristinistas bien pagados tratando de quedar bien con los bancos, fue financiado por Cristóbal López. El más flagrante delincuente en relación a la ley de medios. Rentista de casinos, testaferro. Y elegido para el cumplimiento, vaya paradoja, de la ley de medios.
Supongamos que pudiera.
Sucedería lo que con Mitre y Radio 10. Pero supongamos que no. Eso acercaría a los Con Votos a la tropa de Sin Votos que rodea a Cristina, por decisión pura y exclusiva de Cristina.
¿Ahora, en qué parte, en qué aspecto, este nuevo Clarín, fundado no en ideas desarrollistas sino ideas rentísticas,  acomodaticias, pero en actividades tan socialmente artificiales como los casinos, la soja y los hoteles; convenir al campo nacional y popular?
¿Es, acaso, C5N, ese fascismo con derechos humanos, algo positivo (aún quitando que viola la ley de medios) en el panorama actual?
No.
Pero, entonces, ¿hay que dejar todo como está?
Tampoco.
No hay fuerza social para hacer cumplir la ley. Ni condiciones de mercado, copado por mafias. Al igual que los tres poderes del estado. Ningún medio es rentable, los empresarios van alegremente a perder plata. El que no quiera entender eso...
¿Entonces?

Entonces, hay que apostar al cumplimiento de la ley, en el marco de la pelea entre facciones profundamente iguales -como sabe todo trabajador de prensa que no sea un gordo burócrata, como la mayoría de los que hoy quedaron como mercenarios a sueldo de alguna de las dos viudas herederas- para que la propiedad se diversifique, tal como sucedió con la oligarquía. Pero es una lucha estratégica la reimplantación del impuesto a la herencia. Y a las grandes fortunas. Y el fortalecimiento de los derechos laborales al interior del periodismo. Materia donde el gobierno es el peor y más reaccionario que haya tenido la historia democrática.
Todo lo demás, es hinchar por alguna familia de las dos viudas que quieren repartirse el relato: Cristina y Ernestina. Y ambos club de fans son, en ese aspecto, reaccionarios.
Y ambos fueron derrotados en las urnas. Y tratarán, por vía de la negociación de los grandes intereses comerciales, de recomponer la oligarquía del relato. El cruce entre oligarquía política y oligarquía económica que se sintetiza en los medios de comunicación.