Con Cristina y los soldados de Chevron

Hubo también muertos, que gracias a la revolución estadística gubernamental, no existen, no están, están en México. La represión policial del  gobierno para defender la entrega petrolera fue con balas de plomo. Y la consecuente y estrepitosa debable electoral del dos veces privatizador del petróleo, Míster Parrilli. En Neuquén. Y por supuesto, con el prestigio que Boudou le trajo a Cobos, en Mendoza. Y con el desprestigio que le trajo Cristina al trásfuga de Chubut, Das Neves. Y como la conocen en Santa Cruz, esta nueva privatización petrolera, le hizo perder las elecciones a Cristina. La única excepción es el triunfo del massista Picheto que aún hace mandados a Cristina. Pero cuidándose de no quedar pegado al festilindo que ahora festeja el triunfazo de la privatización petrolera: sacarle a la atrasada España, que venía con ínfulas de distanciamiento con los yanquis en Irak desde Zapatero, para que vuelva a manos de los invasores.

Esta operación fue secreta. Ahora sabemos por qué. 

El problema que el crismismo -menemismo con batalla cultural- encuentra es la existencia de la democracia. 

Hugo Moyano, que a pesar de la sistemática división propiciada por el gobierno aún es el sindicalista más representativo, fue a festejar a Neuquén el triunfo de Guillermo Pereira, quien representa a los trabajadores petroleros y renunció al directorio de YPF, al igual que el prestigioso economista Eduardo Basualdo, a partir de la entrega del patrimonio hidrocarburífero que realizó Cristina en secreto. 

Ya antes había otorgado la Asignación Universal por Petrolera a Bulgheroni, un aliado de la CIA en Afganistán. 

Cuando la CIA combatía junto a los talibanes de Ben Laden en Afganistán a los invasores de la Unión Soviética, los mercenarios eran financiados por la coalición "multinacionacional" que quería conectar a través de Afganistán un tubo de gas que llegase a Europa sin la custodia impositiva del socialismo real. Bulgheroni fue el enlace de la CIA. Como está documentado en numerosas publicaciones especializadas sobre los talibanes. 

Para la entrega petrolera es vital que no existan informaciones sobre Ecuador, donde Rafael Correa se encuentra solo y aislado tratando de cobrarles los daños hechos por Chevron en ese país. Clarín y Cristina, el monopolio de las buenas notis, cumplen a rajatabla los mandados informativos de la petrolera yanqui. 

Argentina Potencia Mundial.