Cuando el neurólogo que nos gobierna autorice a que la presidente sepa las cifras reales de los resultados sociales espantosos de su gobierno y ella haga su habitual mueca de desprecio porque apenas festeja una década en el poder sin poder resolver este asuntito, cuélenle una mala noticia que como habla de la clase media culta le va a interesar: el Festilindo está empezando a putearla.
Antes de que mande a traer a los cuarentones millonarios que trabajan de jóvenes entusiasmados por el pasado falso de la Jefa, explíquenle el asunto antes de que la chamuyen.
Los jóvenes son los únicos que conocen a los trotskistas de la camarilla de burócratas que los regentean. Ella solo los vio por terceros y cuando sus partidarios asesinaron a alguno. O capaz, el Ministro de Precarización Laboral le cuente sus épicas batallas con el menemismo sindical para impedir que los trabajadores tengan sindicatos de verdad. O Yasky, cuando se chantajean con denunciarse. Pero acá se trata de otra cosa. Es una herida narcisista: le explico. Usted se habrá sorprendido con lo barato que venden la posturita rebelde los chicos de clase media. Sus empleados estatales privilegiados. No sindicalizados por que están con los contratos basura que diseñó su ídolo, Domingo Cavallo. Aplaudidores. Catantes de los bombardeos de hace 60 años. Poco leídos, calladitos, mansos para aceptar los giles que usted pone de "referentes". Bueno, pero no comen vidrio, señora.
Perdonde que le hable como un ser humano. Y perdone que le hable. Pero cállase un rato y lea si quiere entender. No nación sabiendo, señora. Deje de predicar que las cosas no le están saliendo bien. Y lo que está en juego es mucho más importante que su riqueza familiar.
Hay un problema con estos chicos. Sus padres están votando listas de izquierda en sus sindicatos de cuello blanco. Suelen ser jóvenes rebeldes, no integrantes de una empresa familiar en el rubro Política y viviendo como CEO de multinacional. Abra los ojos, señora. Piense en jóvenes militantes de verdad, sus padres están votando a la izquierda en los sindicatos que usted con Los Gordos impiden desarrollar. Ojo, el tema no es grave: mientras el fondo de desempleo equivalga a 20 sánguches de jamón y queso en la zona del trabajo, 20 sánguches mensuales y durante un tiempo, se podrá seguir con el modelo africano. No habrá mayores quilombos sindicales. Ni siquiera hace falta tanta corrupción en este rubro (présteme atención: ¡no hace falta que otras familias, encima la de los desprestigiados gordos, afanen! Con el terror a la exclusión social alcanza. Para sostener el modelo africano. Ese que le festejan en la tele. Para usted. La televidente privilegiada. No, no hay un problema de comunicación. Uy... Puede alquilarle una vedette a los proxenetas de su batalla comunicacional y rodearla de 20 pebetes de jamón y queso y llenar las carteleras de la CABA (que son suyas) y la cosa no va a mejorar.
El tema es que Los Salieris de Mami se burlaron de los estudiantes de izquierda que les ganaron cuanta elección hubo, diciéndoles que ellos eran serios pues por la legitimidad popular y el 54 por ciento y la fotocopiadora y sarasa. Ahora los miran desde la tele, son diputados. Mientras ellos tienen como representantes a unos nabos multimillonarios con evidentes problemas de lectoescritura a los que nunca les conocieron las voz, porque no suelen frecuentar el Opus Dei ni los restó de Puerto Madero.
Usted, que alguna vez fue militante de izquierda -durante dos años, en los años 70- sabrá las consecuencias que la fuga de votos por izquierda de las últimas elecciones tendrá en las universidades el año que viene. Puede mandar a la alcahuetería a decir que en realidad eran votantes de Tangamandapio que quieren arruinar este gran momento que vive la Argentina, pero ya no puede darse el lujo de creer sus propias fabulaciones. Puede continuar apostando al miedo -al pasado, a la represión privatizada con patotas, a la policía, gendarmería, los narcos, los militares, las casualidades- pero por este camino, discúlpeme que le hable en castellano, le está yendo para el orto. Y usted lo sabe. De hecho, está de licencia. Tiene tiempo para leer. Aunque debe estar mirando esas porquerías en TV que a usted tanto le gustan por que la hace creer popular. Saludos a Jorge Rial. ¿No va a brindar con Chiche Gelblung también?
¿Acaso la sorprende que convoque a jóvenes de izquierda y luego de una prolongada ausencia donde los deja en manos de uno de la UCEDE, usted vuelva para inaugurar una fábrica privada de un empresario amigo y pida que le canten la de los pibes para la liberación? ¿La sorprende en serio? ¿Usted es medio boluda? No creo. O no creía. Hace rato no hablo con Los Salieris de Mami. Pero...me resisto a creerlo. ¿De verdad la sorprende que sean cada vez menos? Bájase del caballo, señora. El bunker de Menem que le dio la presidencia a Néstor en 2003, es una postal que rehízo de manera patética tras perder las elecciones. Ok, sí, está bien, Menem también le ganó a Néstor y ese bunker de Menem festejando y esas imágenes tardan en borrarse de la mirada popular.
Estas navidades es importante cuidar nuestros locales frente a los mas que posibles saqueos. Busca la red de aviso y alerta comerciantes en Twitter.
ResponderBorrarCuando tenés razón, tenés razón. Y por eso los que leemos este blog a contra corriente de los que te tildan de "traidor e HDP", esperamos pacientes, la pieza, el párrafo, el artículo, que nos permita decodificar lo valioso y útil de tus planteos.
ResponderBorrarObviedades que no vemos aunque estemos nadando en ellas: La derecha no milita. La derecha "militó" cuando le sacaron los ahorros, y la derecha volvió a "militar" cuando los MEDIOS (Tv y Face) los sacaron a la calle, primero al "Club de la buena onda" y después a los "Caceroludos"... PERO, en contraposición, la ideología militante de izquierda no es reactiva a la cotización de la bolsa, o la planilla del rating... Es motorizada por una doctrina cultural histórica de igualdad social. Y, básicamente, anida en la esperanza e ideales juveniles, muchas veces naif, inocentes, tiernamente utópicos, pero, esa "militancia" que nuestra dirigencia pretende sintetizar en un tubo de ensayo mediático, anida allí, en esos púberes, de forma natural, sin colorantes, ni conservantes artificiales.
No podés reemplazar al Che con un par de multimillonarios, no señor. No lo logró el mismísimo Perón, sin embargo sí Evita. ¿Por qué? Evita logró ser recordada no como millonaria, ni frívola, murió joven, sufrió, no pudo "disfrutar el poder". Safó de la estigmatización materialista. Anida en el corazón de los jóvenes idealistas. No la estigmatizan. La rescatan de lo que odian.
Cristina le habló siempre a los "jovenes", que son el futuro, que son ellos los continuadores. Pero los jóvenes MILITANTES son por default de izquierda. Y los jóvenes crecen. La izquierda milita por convicción propia, no porque la tele les dice.
Siempre me acuerdo, en DDD durante el asunto de la toma de colegios que llevaban al programa a los pibes. Y tenían a 5 pendejos dándo un poco de cátedra de militancia política estudiantil... Y Tognetti les pregunta a que figura política ahieren, todos dijeron el Che o Lenin. Tognetti puteó porque ninguno dijo "Perón"... Y obvio. Obviedades que no aceptamos, y por lo tanto no vemos, y por tanto no tenemos en cuenta a la hora de diseñar estrategias políticas. Si el futuro de la MILITANCIA necesariamente va a ir por izquierda, lo lógico es asfaltar una ruta política por izquierda. Los pibes de derecha no militan, miran tele, trollean en la web, estudian "administración de empresas" en escuelas privadas, por eso nunca van a salir a ponerle el pecho a un carro hidrante... y consecuentemente de grandes no apoyarán sindicatos obreros.
Las ideologías son el camino que nos lleva a la Utopía. La Utopía del depravado de Hitler era un mundo perfecto, con gente perfecta dominando absolutamente la tecnología. Su camino era la ideología nazi, una aberración antihumana, una deformación del superhombre de Nietzche. La Utopía de Stalin era el comunismo,donde se abolía la propiedad privada para llegar a un mundo de gente con las necesidades cubiertas, sin ricos. Su camino fue el stalinismo, nefasto sistema de desratización de opositores, con millones de torturas, desapariciones y ejecuciones masivas transformando al Estado en el Gran Hermano supremo, un pulpo burócrata y maloliente. A todo esto cualquier desprevenido clasificaría a Hitler a la derecha y Stalin a la izquierda pasando por alto que ambos se tocan en el aspecto del totalitarismo (por aquel pequeño detalle de la Libertad).
ResponderBorrarEntonces, ¿qué es la izquierda? ¿y la derecha? Si nos remitimos al origen de la clasificación tenemos que remontarnos a la República Francesa, donde los partidarios de la Monarquía que proponía el absolutismo y la perpetuidad en el poder se ubicaban a la derecha del Parlamento, mientras los partidarios de la República con división de poderes y alternancia de las autoridades se ubicaban a la izquierda del Parlamento. Los tiempos cambian y con él el enfoque de lo que está bien y lo que está mal. Entonces a esta altura de las cosas antes de apresurarnos a clasificar en izquierda o derecha de acuerdo a estereotipos de hace 30 o 40 años, debiéramos repreguntarnos unas cuantas cosas. Por ejemplo ¿cómo define la izquierda clásica la relación Progreso-Ambiente? En la lógica de la revolución industrial ( muy progresista por cierto para su época) los recursos están a nuestra disposición ilimitadamente para satisfacer las necesidades. Pensamiento que, por cierto es muy compatible también con los colonialismos o los neocolonialismos de las actuales multinacionales. He visto a más de un auto clasificado izquierdista luchando espalda con espalda para defender al Progreso (cueste lo que cueste) contra los "talibanes conservacionistas". Don Miguel Bonasso dijo que el revolucionario del siglo XXI necesariamente debe ser ambientalista. Pero esa es tan sólo su opinión.
oime bobo y son diputados por qué?
ResponderBorrarsali de tu casa pelotudo, el ultimo barrio que viste es retiro, ganso