¿Por qué a Máximo Kirchner le dicen Mortadela?

Buen día, chicas y chicas, ¿cómo anda Boudou? ¿qué se cuenta? ¿la hegeliana hotelera anda bien; se inventó otra enfermedad o no viene a laburar de puro haragán nomás, como Mortadela?
Los hegelianos, como nos explican muy bien en Télam, son bastante haraganes. Negados para el trabajo, pobrecitos. Desde que se murió Néstor Kirchner su viuda, que confundía los fines para los cuales su marido acumulaba tanto dinero (no, no eran para carteras y viajes de señora gorda de Recoleta)  han intentado, junto con su hijito Mortadela, proseguir con la empresa pero transformada en una cueva evangelista chaqueña, donde no importa su procedencia, el asunto es juntar plata.
Contra las cuerdas por esa insistencia penal del pueblo argentino, han virado a la derecha haciendo esta caricatura de política norcoreana, narcotráfico mexicano, industria taiwanesa y economía peruana que queda, convengamos, bastante mal. Lo cual obsesiona a nuestra Amada Líder en situación de vacaciones, porque si hay algo que a la esposa de San Martín no le gusta es quedar como una tilinga en los consorcios de Puerto Madero. Así que lanzó la candidatura presidencial de su hijo universitario, bah, ingresante de Deportea pero vividor no-individual, que es lo importante, de arriba, como quien dice.
Nuestro héroe Ni-Ni (No-Individual; No-Individual) se hace difundir por Télam, Radio Nacional y Atece sus virtudes mortadelohegelianas sublimes, que naturalmente resultan completamente irrelevantes. Dolido por esa irrelevancia, porque ni en sus propios diarios se dignen a tomarlo en serio (solo Pagni les hace ese favor) y porque el único que se refiere a la Operación Mortadela es este humilde blog, odiosa y lamentablemente muy leído, ji ji ji,  nuestro héroe de polenta Arcor, 120 gramos, 850 pesos entre las 7:30 y 7:45 en Arenales 2.900, Cueva Revolucionaria, Almacén y Despensa, preguntar por el Mejicano, fin del espacio publicitario, nuestro héroe de polenta se ha bajado de la candidatura presidencial para ser candidato a Intendente. La intendencia de Río Gallegos no puede pagar esos sueldos ni dar el poder de Atecé, Télam y Radio Nacional, así que les conviene hacer como Gerardo Fernández que ya empezó a rogar un lugar en el massismo. Es eso o trabajar. Y muuuucho talento para el periodismo, convengamos, no han demostrado.
Entonces, el título, ¿por qué le dicen (digo) Mortadela al príncipe del Calafate, la ciudad hegeliana?
Si algún día los recibe la esposa de San Martín, pregúntenle. Nuestra Jenia Jegeliana de Jarvar les va a decir.