El chofer de Urribarri fue detenido con 20 kilos de cocaína

El Ministro de Gobierno de Urribarri, Adrián Bahl acaba de confirmar que es todo verdad, pero deslindando a Urribarri del asunto. Como si 20 kilos de cocaína valieran dos pesos.
¿Un chófer multimillonario que no abandona su trabajo de chófer? No, un chófer de la gobernación entrerriana que utiliza la patente oficial para el narcotráfico.
¿Urribarri es, como sostuvimos en este blog, un estanciero bruto que al no terminar la escuela y ser ladrón, le parece natural tener un chófer multimillonario o, por el contrario, es el jefe de la banda?
La respuesta quedará, naturalmente, en la nebulosa de la impunidad y el olvido.
Teniendo en cuenta que la gobernación de Entre Ríos, al no poder seguir endeudándose porque ya agrandaron hasta el carajo la deuda provincial, teniendo en cuenta, decíamos, que Urribarri no paga los salarios en tiempo y forma y que muchos de los empleados provinciales están por debajo de la línea de pobreza -bue, mi hermano, sin ir más lejos: asesor de la vicegobernación, cobra 1.250 pesos (Urribarrilandia es así, bizarro y cruel); cómo hizo este buen hombre para andar con una mercancía ilegal, importada y cuyo valor puede rondar, dependiendo de la pureza, los dos o tres millones de pesos: más aún, ¿les pagó a los colombianos y mexicanos con pesos o con cedines? ¿Y dónde consigue los dólares?
Un dato más: en Paraná, donde el chófer de míster Urribarri trabaja y vive, prácticamente no se consigue cocaína, sino "alita de mosca", que le dicen, que no es lo mismo que la "alita de mosca" de las grandes urbes: es una especie de paco, son residuos del procesamiento de la cocaína con cortes de efdrina, anfetaminas y ya en las villas, aspirinas. La droga, en Paraná, se consigue en las villas. No es como Palermo, Recoleta, Puerto Madero, donde los dealers te la llevan a tu casa. Porque, como dijo Cristina, "los que tienen plata toman de la buena".
Es decir, esos 20 kilos de cocaína no eran para abastecer el mercado entrerriano. Fue detenido en Rosario. Lo sacó, recién, el Semanario Análisis, de Daniel Enz. Pero fue detenido en mayo. Lo que revela, además, cómo Urribarri controla el 90% de los medios.
La pregunta, de cajón, es simple: ¿financia su campaña presidencial Urribarri con dinero del narcotráfico o solamente es un De La Rúa que no sabe lo que pasa ni con su chofer multimillonario?
La respuesta es, para mí, muy simple.
Los estancieros siempre quieren saber vida y obra de sus subordinados.