miércoles, octubre 01, 2014

NO ME ASESINEIS



Es curioso: desde que empezó a enredarse más y más con esa mentira de que la quieren matar, primero quiso bajarle el tono, después exagerarlo y victimizarse, ahora adjudicárselo a Estados Unidos, pero siempre manteniendo la coherencia: siempre ridícula.
La vieja no entiende las señales de sus beliebers, que trabajan de venerarla. Es demasiado mamarrachesco el asunto. Nadie la está tomando en serio a la vieja. Pero nuestra Bucaranauta insiste en creer que el país es solamente ese patiecitgo con su claque.
El nuevo capítulo de Me Matan viene con la vieja ya desquiciada, echándole la culpa a cualquiera que pase por sus fracasos. La cuestión es más simple y de resolución más simple: basta con poner un ministro de economía de verdad, preferentemente, sin cama adentro. No es taaan complicado. Hasta Larry de Play lo puede llegar a entender.de su familia por lo mucho que robaron, usufructuando al Estado en nombre de ideales que moralmente le quedan grandes. A la luz de sus fracasos. Medidos en sus propios propósitos.
Una pena que le importe tres carajos desarrollar el Plan Ecológico de Kicillof: llenar el centro de arbolitos y las provincias llenarlas con recuperadores urbanos, cartoneros.
Gritar a lo pavote nunca fue un sofisticado consejo jurídico. Y es lo que hace falta. Tra-ba-jar. Incorporar una noción revolucionaria para esta banda de periodistas vocacionales: la noción de gobernar. Después de todo, ése es su trabajo. Su show de TV es una licencia poética, derivada de sus extravagancias.
Pero a la vieja le chupa un huevo solucionar los problemas que su desidia e incapacidad generaron. Le interesa no ir presa. Garantizarse la impunidad y la libertad ambulatoria de su sangre azul.
(A todo esto, ¿el megalíder y nuevo estadista de la Patria, sigue escondido abajo de la cama? Con una madre así es comprensible que recién hable por primera vez a los 40 años)
La vieja, al echar nafta al fuego de los problemas que creó, no va a solucionar ninguna de sus errores. Peor aún, agravará sus hits de fracasos. El asunto es que la vieja se enriquece con estas cosas, con estos fracasos seriales. El tema es que se los tenemos que pagar nosotros. A costa, como bien dijo en la ONU, del "hambre" del pueblo.
La vieja está buscando un culpable de cuando se le acerque la cárcel. Fundamentalmente, cuando se revele en Nevada las 100 y pico de empresas creadas para lavar dinero proveniente del narcotráfico. Que le pertenecen. Eso la hizo, a la vieja que hasta ayer era más Miami que Susana Giménez, antimperialista de ocasión y farsa. Hasta nuevo aviso.
Todo muy caribeño y con ese toque cursi que en toda ceremonia de nuevo rico debe estar.
Naturalmente, de a poco,  cuando la vieja logre negociar con la justicia yanqui y vaya entreviendo que el giro a la derecha no la salvará del Poder Tribunal, quizás entienda que gobernar, levantarse temprano, dejar sus paranoias para la cena familiar, sean mejorey más sabios  consejos jurídicos. Asumimos que no está en su cabeza dejar de chorear. Está bien. Lo comprendemos.
Pero por este camino, del ridículo no se vuelve.
Esperemos que no se borre un par de semanas como cada vez que le sale mal salir a extorsionar con los ojos vendados frente a una piñata. Necesitamos saber que está viva. Bancando lo irreversible: después de todo, su estadía carcelaria implica que vamos a seguir pagándole el techo y la comida a la abogada exitosa.
Incluso, hasta puede quedar alguno bancando el choreo. Cantando "Cristina corazón, acá tenés los pibes para la liberaifón"

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