viernes, noviembre 14, 2014

Por qué no funcionan los cacerolazos





Hola chicas! Ayer no fui a la creamfields republicana porque no sabía qué ponerme.
Pero además, esto de hacer cristinismo histérico pero a la inversa, no creo que funcione. El país ya está bastante podrido de esas peleas entre gordas tontas de Recoleta. Me refiero a la vieja y a Sabsay.
Todos las semanas, si uno lee los diarios del país, hay cacerolazos. Son por el notable aumento de la criminalidad. Puntuales. Específicos. ¿Eficaces? Yo creo que sí, los participantes suelen creer que no.
Los que organizan remakes del 13N (del 2012, que fue un éxito: le bajaron a la vieja los sueños familiares de recontrareelección) se quieren más celebrar a sí mismos y los viejos hits, como el kirchnerismo, que ir hacia una reivindicación concreta. Por ende, tanto los beliebers K del Festilindo de Puerto Madero como los devotos de la Inmaculada Concepción de la República, se necesitan. Lo que a priori, no está mal. Es su juego. Lo malo es que se note. El 99% del país se da cuenta y simplemente no les interesa colaborar en la prístina y estúpida idea de jugar al país dividido.
La vieja ya fue. No puede tomar decisiones trascendentes y no las toma. Aunque en el negocio delo país dividido se esfuercen por congelar la imagen de la viudita triste del 2011 o la de la vieja delincuente del 2012: pasaron dos años, estamos en otra. Los bandazos ideológicos de la vieja la dejaron sin juego, sometida a la extorsión, a punto de ir en cana. Ni le saldrá arrastrar la patria a su destino familiar, ni necesitamos salvadores morales que se erijan en la nueva élite. Es su juego. Muy respetable, pero las internas de Puerto Madero y Recoleta deben dirimirse en las respectivas comisiones vecinales. En nombre de la DEMOCRACIA, LA REPÚBLICA, EL EX GENOCIDA BERGOGLIO, LOS DERECHOS HUMANOS, LA MOSTAZA CON MIL, LA PATRIA, EL DESENDEUDAMIENTO EPISTOLAR O LA VIDA DE LOS NIÑOS, es irrelevante. En la Iglesia Universal del Reino de Dios de Mar Chiquita también se habla en grandes términos trascendentales y a nadie le importa.
Como en este caso.

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