jueves, noviembre 19, 2009
Marcela Pacheco 2011
Bien, prosiguiendo nuestra solitaria campaña a favor de La Zurda Loca, y a pesar de que nadie nos da bola cuando pedimos el retorno de Marcela Pacheco a la TV; comentamos que ya mandamos a hacer unos 1000 afiches que dicen "Marcela pacheco Vuelve" y hemos pintado el exterior de la cancha de river, la inundada costanera de Concordia y la explanada esa de Puerto Madryn desde donde saltan las ballenas con la inscripción "Marcela Pacheco 2011".
Para que la tengamos presente, Tomás, y no olvidemos a la mejor conductora de noticieros -después de Arnaldo Péres Manija, por supuesto- acá un recordatorio (junto a Eduardo Aliverti) más de la conductora que ya se ganó el codiciado lugar de "la contracara de Santo Biasatti".
miércoles, noviembre 18, 2009
Macri 2011
El escándalo de los espías, las escuchas y todo lo que rodea a la policía de Macri, a mi humildísimo (mmm) modo de ver, no lo afecta a Mauricio Macri para nada.
Macri, al igual que el gobierno nacional, no tiene oposición política con fuerza, construcción e iniciativa. Lo enfrentan algunos -pequeños, muy pequeños- medios de comunicación.
El Macrismo es la única fuerza de legisladores porteños con disciplina de bloque y organización, y la oposición política, tiene en su legislatura el podio desde donde pegarle. Ese podio vale poco, porque para la platea macrista, las institucionaes nada valen, y porque además, en la legislatura, el monotributismo progresista no le hace cosquillas a nadie.
Fernando Solanas, el canoso indignado que todavía se conserva (miren sino la pendeja con la que recorre Europa) basa su construcción de columnista televisivo en debilitar al gobierno nacional y aparecer así tipo que sacado y re pero re enojado. Nada.
Carlos Heller, nada.
¿Ibarra?
Menos.
Acá no pasa nada, señores.
Macri cometió un sólo error y es desviarse de su estrategia, la misma que la de Pino Solanas, de explicarle a los porteños que son una gran ciudad dentro de un país de mierda. Hubiese seguido así, con el país garpándole la policía, en vez de meterse en el caro brete de armar una fuerza policial. Supongamos que fuera eficiente: ¿quién garparía ese capricho? Los impuestos de porteños, por una cuestión legal y constitucional. Y el des rédito político, el eventual intendente. Todo, al pedo.
Fernando De La Rúa con su hijo hacían recitales, sus cuadros estaban fogueados en la experiencia de gestión del Centro Cultural Rojas. Enrique Olivera inauguraba plazas con nombres de escritores.
Aníbal Ibarra tenía unidades básicas culturales con planes sociales para todos los artistas y muchachos con inquietudes profundas, que no se dignen (como yo, por ejemplo) a trabajar.
Jorge Telerman posaba en los afiches y escribía en su blog.
¿Porqué fue tan boludo Macri de ponerse a laburar? Al pedo, señores, al pedo.
Ya Durán Barba le aconsejará bien, desmontará la policía municipal, culpará de cualquier afano a Aníbal Fernández y, si se aviva, tiene que recorrer Roma, Barcelona, Israel, Chile, Uruguay, San Pablo, Nueva York y listo, ya está.
Fue electo intendente, no salvador de la patria. Tiene que actuar como un intendente de una ciudad que no lo necesita. Cambiar el secretario de cultura, el de medios, sacar a Michetti a la calle, poner a alguien que labure en el congreso nacional (o que no le juegue en contra como Federico Pinedo), desprenderse de los peronistas bonaerenses, inaugurar plazas, apoyar el matrimonio gay, oponerse al aborto, visitar al Papa, reabrir Ciuad Abierta, relanzar el Buenos Aires no duerme, fotografiarse con Charly García y Maradona, cantar canciones de Queen, hablar en contra de la vengativa política de derechos humanos, correr maratones, emprender una cruzada contra el pucho, broncearse, sacarse el estress de la cara y ser reelecto en el 2011.
Tranquilito, eh. Que acá no pasó nada. Una cagada se mandaron al contratar espías: la información que ellos buscan, los espías, sin entenderla y viendo conspiraciones hasta en la sopa, se puede encontrar en Facebook. Y para deconstruir conspiraciones armate un blog.
Pero el error de contratar espías es algo menor al lado de algo mucho mayor: no hay que construir capacidades estatales (ni siquiera las que les gustan a la derecha: la UCEP y una SIDE) hay que quejarse del gobierno nacional, y sobretodo, de los bonaerenses. ¿O no son ellos los que afanan, te usan los hospitales, duermen en la calle y cagan en los parques?
Macri, al igual que el gobierno nacional, no tiene oposición política con fuerza, construcción e iniciativa. Lo enfrentan algunos -pequeños, muy pequeños- medios de comunicación.
El Macrismo es la única fuerza de legisladores porteños con disciplina de bloque y organización, y la oposición política, tiene en su legislatura el podio desde donde pegarle. Ese podio vale poco, porque para la platea macrista, las institucionaes nada valen, y porque además, en la legislatura, el monotributismo progresista no le hace cosquillas a nadie.
Fernando Solanas, el canoso indignado que todavía se conserva (miren sino la pendeja con la que recorre Europa) basa su construcción de columnista televisivo en debilitar al gobierno nacional y aparecer así tipo que sacado y re pero re enojado. Nada.
Carlos Heller, nada.
¿Ibarra?
Menos.
Acá no pasa nada, señores.
Macri cometió un sólo error y es desviarse de su estrategia, la misma que la de Pino Solanas, de explicarle a los porteños que son una gran ciudad dentro de un país de mierda. Hubiese seguido así, con el país garpándole la policía, en vez de meterse en el caro brete de armar una fuerza policial. Supongamos que fuera eficiente: ¿quién garparía ese capricho? Los impuestos de porteños, por una cuestión legal y constitucional. Y el des rédito político, el eventual intendente. Todo, al pedo.
Fernando De La Rúa con su hijo hacían recitales, sus cuadros estaban fogueados en la experiencia de gestión del Centro Cultural Rojas. Enrique Olivera inauguraba plazas con nombres de escritores.
Aníbal Ibarra tenía unidades básicas culturales con planes sociales para todos los artistas y muchachos con inquietudes profundas, que no se dignen (como yo, por ejemplo) a trabajar.
Jorge Telerman posaba en los afiches y escribía en su blog.
¿Porqué fue tan boludo Macri de ponerse a laburar? Al pedo, señores, al pedo.
Ya Durán Barba le aconsejará bien, desmontará la policía municipal, culpará de cualquier afano a Aníbal Fernández y, si se aviva, tiene que recorrer Roma, Barcelona, Israel, Chile, Uruguay, San Pablo, Nueva York y listo, ya está.
Fue electo intendente, no salvador de la patria. Tiene que actuar como un intendente de una ciudad que no lo necesita. Cambiar el secretario de cultura, el de medios, sacar a Michetti a la calle, poner a alguien que labure en el congreso nacional (o que no le juegue en contra como Federico Pinedo), desprenderse de los peronistas bonaerenses, inaugurar plazas, apoyar el matrimonio gay, oponerse al aborto, visitar al Papa, reabrir Ciuad Abierta, relanzar el Buenos Aires no duerme, fotografiarse con Charly García y Maradona, cantar canciones de Queen, hablar en contra de la vengativa política de derechos humanos, correr maratones, emprender una cruzada contra el pucho, broncearse, sacarse el estress de la cara y ser reelecto en el 2011.
Tranquilito, eh. Que acá no pasó nada. Una cagada se mandaron al contratar espías: la información que ellos buscan, los espías, sin entenderla y viendo conspiraciones hasta en la sopa, se puede encontrar en Facebook. Y para deconstruir conspiraciones armate un blog.
Pero el error de contratar espías es algo menor al lado de algo mucho mayor: no hay que construir capacidades estatales (ni siquiera las que les gustan a la derecha: la UCEP y una SIDE) hay que quejarse del gobierno nacional, y sobretodo, de los bonaerenses. ¿O no son ellos los que afanan, te usan los hospitales, duermen en la calle y cagan en los parques?
Paro Nacional de Ciudadanos
(Más allá del debate epistemológico sobre si boludo se nace o se hace, este mail, completamente cierto, es un desopilante material para enaltecer la oposición, eh. Las mayúsculas, colores furiosos y prosa loca son del original. Lucas)
Tal cual me lo pasaron en el dia de hoy , porfa seguilo pasando !!!!!!! asi llegamos todos juntos, al 9 de diciembre !!!!!!!!!
!!!!! VAMOS ARGENTINA!!!
!!!!! VAMOS ARGENTINA!!!
Error! Filename not specified. EL 09 DE DICIEMBRE DE 2009 Y POR 24 HS
CONCRETEMOS ENTRE TODOS EL
"PRIMER PARO NACIONAL DE CIUDADANOS"
Desde el Rio de la Plata a la Cordillera y desde La Quiaca hasta Ushuaia que todos los ARGENTINOS juntos exclamemos
BASTA...BASTA...BASTA..!!!!
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La carta de Carrió
Por Raúl Degrossi
La iniciativa de Elisa Carrió de dirigir una carta a diferentes embajadas de países extranjeros en la Argentina, exponiendo su particular visión de la situación política del país merece, sin dudas, ser calificada como un disparate histórico.
Y no tanto por los términos de la misiva que han trascendido públicamente -que ciertamente por sí solos se hacen ampliamente acreedores al calificativo-, sino porque la actitud que asume Carrió con su carta responde a las más profundas tradiciones antinacionales y antipopulares de nuestra historia; por lo que quizás sería más exacto decir que es un disparate con antecedentes históricos.
La carta de Carrió trasunta una idea muy particular de lo que la nación y la patria representan, y no estoy descubriendo nada nuevo.
Ya lo decía don Arturo Jauretche en su “Manual de Zonceras Argentinas” cuestionando la frase de Echeverría puesta al pie de su estatua (“La Patria no es la tierra donde se ha nacido”),: “...refleja el pensamiento de la “línea Mayo-Caseros en la que la idea de la Nación no se identifica con la Patria como expresión de un territorio y un pueblo en su devenir histórico, integrando pasado, presente y futuro. La Patria es un sistema institucional, una forma política, una idea abstracta, que unas veces toma el nombre de civilización, otras el de libertad, otras el de democracia...”.
La actitud de Carrió se remonta lejos en el tiempo, a la misión de Florencio Varela a Europa en 1843, para pedir la intervención de las potencias de la época contra el gobierno de Rosas, que culminaría con los cañonazos de Obligado en 1845; jornada de gloria de la Primera Tiranía (según el mote que le adjudicó la historia oficial), a la que la Segunda Tiranía (mote con el que esa misma historia rotuló al peronismo creyendo descalificarlo) homenajeó, estableciendo el Día de la Soberanía Nacional -que paradójicamente hemos de celebrar esta semana- en su memoria.
Actitud que atraviesa el espíritu y la mente de los constituyentes de 1853, que se apresuraron a colocar en el artículo 29 de la Constitución Nacional, la equiparación del delito de concesión de poderes tiránicos con la traición a la patria, que solo en el artículo 100 (hoy 119) se animaron a llamar por su nombre: tomar las armas contra la nación, o unirse a sus enemigos brindándoles auxilio y socorro.
Lo primero era respuesta directa a la ley de la Legislatura de Buenos Aires de 1851 (replicada luego por todas las Legislaturas provinciales) poniendo a disposición de Rosas sus bienes, vidas y famas para conjurar la amenaza del pronunciamiento de Urquiza; lo segundo pretendió calmar sus conciencias, y minimizar la responsabilidad histórica del vencedor de Caseros, cuya victoria no hubiese sido posible sin el concurso decisivo de Brasil.
Las paradojas de la historia hacen que ese distingo fuera también introducido en la Constitución, para evitar que cayera el estigma de los traidores a la patria, sobre los simples disidentes políticos; distinción que hoy Carrió parece explotar hábilmente con su habitual mezcla de cinismo y fingida moral republicana.
Cinismo y falsa moral que la llevan (a ella y a tantos otros) a hablar con ligereza de traición a la patria cuando se discutía en el Congreso la prórroga de la delegación de facultades legislativa a la presidenta, facultades menores que las que esos mismos le votaron a Caballo en 2001.
Y no se trata de desconocer que la reforma de 1994 extendió la equiparación del artículo 29, a quienes interrumpieren por la fuerza el orden constitucional, en defensa de la democracia; sino de poner las cosas en su lugar: solo entonces es legítimo el derecho de resistencia a la opresión, ése que con soltura suele invocar Carrió para justificar sus desmesuras.
Desmesuras que la llevaron a decir, la noche misma de la elección presidencial de 2007 (cuando elegimos el gobierno que hoy se ofrece en su carta a sostener hasta el final de su mandato), que ese gobierno nacía con legitimidad segmentada, negándose así a reconocer no el triunfo de Cristina Kirchner, sino el principio mismo de la voluntad popular.
Fue esa otra actitud suya que también hundió sus raíces en las miserias de nuestra historia, desde el desafortunado Dogma Socialista de Echeverría, hasta el tristemente célebre Facundo sarmientino y su dilema de civilización o barbarie, que el visionario Jauretche declaró la zoncera fundacional de nuestra cultura oficial.
Dije antes que la historiografía oficial emparentó -con afán de descalificación- dos períodos concretos de la historia argentina. También lo estuvieron por actitudes como las que hoy asume Elisa Carrió.
En diciembre de 1945 (poco después del 17 de octubre, y en plena campaña electoral hacia las elecciones que consagrarían a Perón por primera vez presidente), en su informe al congreso del Partido Comunista, Victorio Codovilla reclamaba la intervención del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para el caso que Perón triunfase en las inminentes elecciones.
El 8 de enero de 1946 (a escasas semanas del comicio), los diarios de la época publicaban un manifiesto firmado por personalidades del mundo de la política y de la cultura, con motivo de la celebración de la primera Asamblea General de la recientemente creada organización internacional.
En ese manifiesto dirigentes políticos (como el socialista Nicolás Repetto, el conservador José Aguirre Cámara, el demócrata progresista Luciano Molinas o el radical Eduardo Laurencena) y personalidades de la cultura (como Jorge Luis Borges, Adolfo Bioy Casares, Ulises Petit de Murat, Silvina y Victoria Ocampo entre otros) reclaman la intervención de las Naciones Unidas en el proceso político argentino.
La similitud de algunos de sus párrafos, con muchos de los contenidos en la carta de Carrió es escalofriante, y también entonces -como hoy lo hace la líder de la Coalición Cívica en su escrito- se pretendió relativizar la lesión que se infería a la soberanía nacional y al principio de no intervención en los asuntos internos de los Estados.
Hubo quien dijo en ese momento “...Desgraciadamente, la continuada y ciega adhesión a anticuados conceptos de soberanía nacional e interpretaciones técnicas de la doctrina de no intervención motivan que sean trabados los esfuerzos de quienes consideran que una acción colectiva es urgentemente necesaria si, realmente, deseamos vivir en un mundo pacífico y seguro...”; para ser precisos un tal Spruille Braden, ya que de embajadas y embajadores hablamos.
Y lo dijo en una carta a Roberto Levillier (dirigente de la UCR, el partido que viera nacer a la política a Elisa Carrió y que hoy sueña con copar todos los lugares de sucesión constitucional de la presidenta de la nación), respondiéndole a otra que éste le dirigiera, proponiéndole un plan de intervención que culminaría con el famoso Libro Azul, publicado por el Departamento de Estado de los EEUU en los días previos a las elecciones de febrero de 1946.
Como se ve, nada nuevo bajo el sol, aunque la doctora Carrió se pretenda original y parezca disfrutar con las polémicas que desata su derrotero político.
¿Se trata de alguien cuya maldad intrínseca -esa que ella misma le atribuye a Néstor Kirchner- pasa a nado los límites que imponen la decencia, el honor o la verdad, o por el contrario de alguien cuya razón extraviada está impedida de reconocerlos?
Se queja Carrió en su carta de que el Ministerio Público Fiscal no haya intervenido para efectuar las denuncias del caso, frente a delitos que juzga evidentes, y estoy de acuerdo con ella en ese punto.
Me pregunto por qué razón ningún fiscal se hace eco de la carta y hace cumplir lo dispuesto por la Ley 14034, cuyo artículo 1º dice que será penado “con prisión de cinco a veinticinco años e inhabilitación absoluta y perpetua, al argentino que por cualquier medio propiciare la aplicación de sanciones políticas o económicas contra el Estado argentino”, ley vigente y que sancionara el Congreso en 1951 (época del peronismo o Segunda Tiranía, como ustedes prefieran), justamente teniendo a la vista los pedidos de intervención extranjera que antes señalé.
La carta de Carrió hubiera merecido, sin dudas, la condena de quien dijo “Lo que no puedo concebir es que haya americanos que por un indigno espíritu de partido se unan al extranjero para humillar a su patria y reducirla a una condición peor que la que sufríamos en tiempos de la dominación española, una tal felonía ni el sepulcro la puede hacer desaparecer...”.
Un tal José de San Martín.
Las frases del día
Por Raúl Degrossi
1. “Es realmente curiosa la idea que tiene el macrismo acerca de cómo se defiende la libertad de expresión.” (Horacio Verbistky, sobre las escuchas del jefe de la policía metropolitana, comisario Chamorro, al director del diario La Nación )
2. “A nuestro proyecto lo calificaron como “ley mordaza”, pero si Macri llegara a presidente, seguro que impulsaría una “ley oreja”.” (Gabriel Mariotto, interventor del COMFER)
3. “Hola Gabriela, habla Horacio, ¿qué decís?, ¿ya revisaste bien a fondo la silla de ruedas?” (Horacio Rodríguez Larreta, y la paranoia desatada en el gobierno porteño por el escándalo del espionaje)
4. “Mauricio, a ver que te parece este slogan para la campaña presidencial del 2011: “Vote PRO, por un gobierno atento a la voz de la gente”.” (Jaime Durán Barba)
5. “Lilita, ¿qué te parece si en la carta al embajador uruguayo, le agregamos un párrafo preguntando como vienen los alquileres en Punta del Este para este verano?” (Adrián Pérez, diputado nacional por la Coalición Cívica )
6. “Estoy en condiciones de confirmar que le hemos pedido la renuncia al comisario Chamorro, pero desmiento que estemos pensando en Luisa Delfino para reemplazarlo.” (Guillermo Montenegro, ministro de Justicia y Seguridad del gobierno porteño)
7. “Fuimos unos giles en no darnos cuenta antes, era evidente que con Scioli volvía la mano dura.” (Emilio Pérsico, ante el polémico régimen contravencional promovido por el gobernador de Buenos Aires)
8. “Este lamentable hecho demuestra que Chamorro, casi con seguridad Montenegro y probablemente el mismo Macri, son espías infiltrados por Néstor Kirchner en el seno del gobierno porteño.” (Joaquín Morales Solá, sobre las escuchas al dueño del diario La Nación , en su columna titulada: ¿”Lo que estoy sintiendo será un micrófono?”)
9. “Vení Cris, allá está el micrófono, paráte al lado y decí en voz alta: “y ahora van a ver, gravamos la renta financiera, aumentamos las retenciones al 100 % y mandamos a Boca al descenso por decreto”, ji, ji.” (Néstor Kirchner)
10. “La convocatoria a Hermes Binner es para conformar una fórmula más equilibrada, por allí yo soy un poco moderado y cerebral, y se necesita el complemento de alguien más audaz y pasional como él.” (Julio Cobos, sobre su ofrecimiento al gobernador de Santa Fe)
11. “El radicalismo correntino está más unido que nunca, y todos marchan en la misma dirección: traicionarse entre ellos y rosquear con Kirchner, todo el tiempo.” (Fabián Ríos, senador por Corrientes, en referencia a la reunión del gobernador electo Ricardo Colombi con el ex presidente)
12. “A ver si me lo traés a Mauricio por el confesionario en vez de venir tan seguido vos, Gabriela.” (Monseñor Jorge Bergoglio, en diálogo con la diputada electa sobre la posición asumida por el jefe de gobierno porteño frente al matrimonio homosexual)
13. “Pero como, ¿no era Freddy Mercury el que se quería casar?, ¡qué garrón, boló!” (Mauricio Macri, sobre el mismo tema)
14. “”Esto no puede seguir más así, ¿dónde vamos a ir a parar?, los chorros sueltos y los policías tras las rejas, es una barbaridad.” (Susana Giménez, sobre la detención del Fino Palacios)
15. “¿Está seguro de lo que dice, doctor Oyarbide, por qué no lo piensa mejor y me contesta después de la pausa?, me resulta muy extraño que yo no esté entre la lista de los periodistas espiados por Ciro James.” (Luis Majul)
16. “Brasil es un país en serio, y Lula aparentaba ser un gran presidente, pero su cercanía con los Kirchner termina haciendo verdad el dicho: la manzana podrida, a la larga pudre todo el cajón.” (Mariano Grondona, sobre la ofensiva del gobierno brasileño contra el multimedios O Globo)
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